╭────────╯✿✿✿╰────────╮
A la mañana siguiente todo estuvo muy tranquilo.
Eliott estuvo todo el tiempo con el móvil, arreglando cosas para la noche.Todos los chicos estaban muy contentos.
Estuve casi todo el día averiguando donde se encontraba el bar donde iban a ir.Sin darme cuenta escuché una conversación por teléfono donde Eliott hablaba sobre llevar a chicas disfrazadas.
¡Chicas! No solo una, Si no varias.
Esta loco si piensa que permitiré eso.Estaba muy nerviosa, todo el mundo lo notaba.
—Amy, ¿Que tal si vamos a visitar a Jason?.— Pregunta Alis.
—Mmm no sé.—
—Esa es tu conciencia, no te deja tranquila por la que le hiciste a Alan y ahora no quieres que él haga lo mismo, que egoísta.— Decía Hannah.
—No es eso.—
—Solo será una noche.— Decía Hannah intentado no darle importancia.
—Ya...-.
—Además seguro que Alan no hace nada.— Decía Hannah segura.
—¿Como lo sabes?.— pregunté.
—Simplemente lo se.— Decía mientras cogía una de nuestras palomitas.
—Venga vamos a visitar a Jason.— Decía Alis.
—Está bien, pero un rato.—
De camino al apartamento de Jason no podía dejar de pensar en ello, sentía como si me fuesen a poner unos cuernos enormes, lo peor de todo es que no me preocupaba que lo hiciese Alan, si no, Eliott.
Creo que necesito ayuda.
Llegamos al apartamento de Jason.
Jason nos recibió muy sonriente y agradable como siempre.Estuvimos hablando con Alis sobre lo que sucedió en la piscina, no podíamos parar de reír.
—¿Os acordáis del cumpleaños de Amy? Estaba súper nerviosa por declararse a ti.— Decía Alis entre risas.
—Tienes razón.—
—Fue un día genial.— Decía Jason melancólico.
—La verdad es que si, muchas veces me gustaría volver a aquellos tiempos, todos juntos en el orfanato.— Decía Alis.
Estuvimos como 1 hora recordando viejos tiempos los 3 amigos juntos.
Ya estaba empezando a anochecer y le dije a Alis que nos fuésemos.
El camino a casa fue corto.
Al llegar había varios chicos muy arreglados en la sala.
Ha alguno de ellos ya los conocía de vista,a otros no.
—Perdona chica, ¿Puedes traerme un cóctel? Gracias.
—Ve tu a por el.—
—¿Como se atreve ha hablarme así? Acaso no sabe de quién soy hijo.— Decía el chico.
—Me da igual de quién seas hijo.—
—Señorito Ivan perdónela ella no trabaja aquí.— Decía Rosa interrumpiendo.
—¿No? ¿y quien es?.— Pregunta Ivan.

ESTÁS LEYENDO
LA ELEGIDA © #Wattys2019
RomanceTodo tiene un precio, todo puede comprarse y Amy Foster lo descubrirá.