No era sencillo, para nada fácil, cargar con tanta tristeza mientras caminaba solo hacia su departamento, tal vez ni siquiera cabía en un taxi, la tarifa sería muy alta gracias a toda la rabia que llevaba consigo mismo, lo había arruinado en grande.
Hoseok lo sabia, al menos en aquellas veinte cuadras que llevaba caminando ya había notado su error, fue su error llevarlo a la fiesta en vez de responder a su confesión, el haberlo dejado solo en un lugar lleno de completos desconocidos, el haberse besado con Soyou, emborracharse, incluso cuando él ni siquiera acostumbraba a hacerlo con frecuencia, dejarse llevar por los impulsos, querer cuidar a Hyungwon de todo lo malo cuando lo único que le afectaba era el mismo.
No solo ese día, sino días atrás, se había dado cuenta de aquellos errores que, por descuidado, no notó al momento.
Pero bien está el dicho, el hubiera no existe, lo había perdido, Hyungwon prefirió estar con alguien más e incluso le había dicho que le odiaba.Si, tal vez estaba bajo los efectos de la droga, tal vez lo dijo sin pensar, pero tampoco podía culparlo cuando la mayor culpa fue de Hoseok.
El no se podía hacer la víctima en ese momento, tenía tantas ganas de llorar pero se las contenía.El frío de la noche era cada vez más intenso y su preocupación incrementaba, "¿Hyungwon se habrá metido a la alberca?, ¿Y si se enferma?, solo llevaba un suéter, espero cene adecuadamente", muchos más pensamientos caían en su mente, siendo en ese instante su peor enemiga, creando una jaqueca horrible, casi como castigo.
Después de unas larga y pesada caminata, llegó al edificio, eran aproximadamente las dos y media de la mañana, sus pies se sentían tan hinchados, palpitaban con cada paso que daba, suplicando que el elevador se apresurara para estar cuanto antes en su departamento.
— Hyunwoo, ya duerme... — La voz adormilada de Kihyun chocaba contra la mejilla del mencionado.
— Es que eres tan lindo.
— Dijiste que yo no era tu tipo. — Acaricia un poco los mechones del cabello ajeno.
— Tu incluso me dijiste marica y aún así me gustas. — Su voz se volvió más baja, con la esperanza de que Kihyun no le escuchase.
— Estás loco.
Tal vez los efectos del alcohol todavía estaban presentes en el organismo de Kihyun, aún no estaba del todo seguro de lo que decía o hacia, pero no olvidaría lo que Hyunwoo le había dicho, por otra parte el mayor haría lo necesario por conquistar aquel pequeño cascarrabias, aunque fuese una misión casi imposible, aunque pisoteara su orgullo y su dignidad quedando por debajo del suelo, lo quería a él y no podía cambiar nada a partir de ese momento.
Cinco de la mañana, Hoseok apenas se había cambiado para ponerse su pijama aunque el desastre que habían dejado antes de irse no le permitía caminar, la nostalgia incrementaba, aunque fuese apenas unas horas que no le había visto, parecía una eternidad, sus ojos se sentían secos, le exigían dormir, pero no tenía sueño.
Intentó, tomando una pastilla para conciliar el sueño, vio la televisión un rato, más de diez vueltas dio a la cama, pero parecía eternamente vacía y sin calidez, nada funcionaba.
Iría por otro vaso con agua y decidió buscar otra pastilla para intentar por segunda vez poder dormir de esa forma, pero un par de toques en la puerta interrumpieron su caminata.
Fue sin prisa alguna, arrastrando las suelas de sus pantuflas, creando una fricción entre sus zapatos y la alfombra.
Abrió las dos cerraduras que tenía, ni siquiera previno el que no fuese un secuestrados o algún ratero, tal vez ni siquiera le preocupaba a tales alturas de la madrugada.