No era algo justo para ninguna de las dos partes, fue como un arreglo que tuvieron ambos, aclararon sin palabras lo que deseaban y así fue, ahí están ambos, con sus respiraciones agitadas, sin decir alguna palabra, simplemente cruzaban sus miradas algunas veces.
No era necesario mencionar que se sentían un tanto incómodos, sin comprender cómo llegaron a aquella escena en dónde había ganancia y perdida a la misma vez. ¿Eso era posible?
Obtener, robar, quitar, arrebatar, pero claro que se podía también perder al mismo tiempo, al parecer era posible.
Siguieron sus instintos, como un par de animales necesitados, sus labios se movían constantemente, creando succiones cada vez más cargadas y fuertes, desquitando su ira uno contra otro, unas mordidas aún más pronunciadas que cuando iniciaron.
Ambos querían tomar la iniciativa y el rumbo del asunto, el mayor se sentó sobre la cama dejándole el plano completo para que se sentase sobre su regazo.
Así, dejando a su merced aquella erección pronunciada para que la manejase a su antojo, desde el momento en que se sentó pudo deleitarse con su tamaño, la sentía y se enorgullecía de saber lo que había provocado, saber que el estado en el que se encontraba el mayor era gracias a su trabajo.
Aún se escuchaba el chasqueo de sus labios al moverse, al degustarse a lo descarado, todo sin reprimir sus movimientos, sus roses sobre su pronunciada erección, incluso creando un par de brincos sobre esta.
Todo marchaba bien, el alcohol estaba haciendo el efecto que estuvo buscando desde hace un par de días, sentirse caliente sin la necesidad de pensar en lo que estuviese haciendo. No había falla en el plan de Hyunwoo, solo que algo no encajaba en sus retorcidas necesidades.
No era Kihyun.
Maldijo aún sosteniendo el labio inferior de aquella chica, mordiendo aún más fuerte creando que un poco de sangre saliese de ella, pero parecía no molestarle por lo que no hizo ninguna queja, incluso cuando ambos ya percibían el sabor metálico.
— Relájate. — Susurró la chica, aún excitada podía casi palpar el enojo que desprendía el mayor, en sus planes estaba él alegrarle la noche.
Bajó de su regazo para encargarse de su entrepierna, Hyunwoo se dejó hacer, cansado de pensar, solamente cerró los párpados, no lo analizó demasiado, él sabía que estaba mal imaginarse con Kihyun pero, solo así podía sentir sus hormonas alterarse, sentir aquella lengua bajar desde la punta hasta la base provocó que su piel se erizara, más al imaginarse al autor de sus erecciones.
Prefirió no tener mucho contacto con la chica que le estaba haciendo el oral, tal vez el sentir su larga cabellera le cortaría la inspiración, solo hasta que sintió el orgasmo cerca fue que tomó de su nuca para empujar aún más, poder llegar a lo más profundo de su garganta y expulsarlo, obligándole a tragar de ello.
Maldijo aún más, se encontraba tan frustrado, estar lejos de él, no poder verle, incluso si le viese le perdonaría todo lo que le ha hecho.
China no era su lugar favorito, menos cuando le habían mandado a conocer a un socio con el cual debía tratar un negocio presuntamente importante, que ya tenía más de tres días de retraso, por lo que le habían contado venía de Israel, después de dos paradas en Turquía e India, ya debería estar en camino a China para su respectiva junta.
— Ya vete. — Dijo de inmediato, al ver que la chica que estaba poniendo de pie, con intenciones de seguir hasta lograr su cometido, sin saber si le había entendido o no, repitió.— que te vayas, ¿no escuchas?
Sin demasiada fuerza la empujó lejos de la cama, después de tambalearse un poco gracias a sus altos tacones comenzó a soltar palabras al viento, palabras que Hyunwoo no entendía pero estaba casi seguro que fueron groserías, no le tomó importancia, hasta escuchar que la puerta se cerró decidió levantarse de la cama.
