27. Socio🐾

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|| La foto fue tomada por mi.👀

Había una parte de Hoseok que trataba de darse ánimos, alentarse por lo menos un poco y hacerse creer a sí mismo que no era una locura.

Al momento de poner la situación en una balanza, el sabía que era algo que ambos querían, se deseaban de sobremanera, pero también se recordaba una y otra vez que Hyungwon lo hacía más por instinto, no por ser el, pero Hoseok si quería ser "el".

Aquel que degustase cada parte de su cuerpo, Hyungwon era demasiado puro para estar entre las manos de otra persona degenerada.

Si alguien lo iba a corromper sería él y nadie más que el.

Por décima vez, humedeció sus labios, pasando su lengua con rapidez sobre estos y machacando el inferior entre sus dientes, tratando de deducir en qué parte era mejor comenzar.

Hyungwon estaba prácticamente a su merced, en bandeja de plata, listo para lo que él quisiese hacerle pero no encontraba cómo empezar, sus pensamientos ya le estaban volviendo loco ante tan linda vista.
El menor le había ahorrado la tarea de desvestirle, podría jurar que el mismo se arrancó la ropa, ahí estaba, recostado en la cama, mostrando su perfecta y esbelta figura, admirando desde sus clavículas, tal vez más delgado de lo que lo recuerda, bajando por su pecho resaltando su blanquecina piel.

Maldición.

Podría jurar que sus rosados pezones brillaban, tragó saliva antes de acercarse, cuando Hyungwon sintió la respiración de Hoseok chocar contra su piel le provocó un escalofrío, levantó la mirada ante la pena ya que comenzó a sentir el camino que formó con su lengua, al rededor de este, no había prisa alguna, claro que no, el mayor lo degustaría cada maldito segundo, lo más posible.

Hyungwon por su parte se contrajo un poco ante la primera mordida sobre su pezón, ya endurecido por las atenciones que le estaba dando.

Al verlo ya lo suficiente rojizo a sus alrededores, prosiguió con el lado izquierdo, podría volverse loco en cualquier momento, además de hacerse presente los primeros jadeos provenientes del minino, que comenzaba a humedecer la punta de su glande con líquido preseminal.

El calor aumentaba de sobremanera pero por alguna extraña razón continuaba temblando debajo del fornido cuerpo del mayor.

— Tranquilo, Hyungwon. — No supo con qué derecho lo decía cuando él también era un manojo de nervios.

Sus besos fueron descendiendo, acompañados de algunas mordidas, se encargaría de dejar algunos recuerdos sobre su piel, dejarle en claro a cualquiera que le viera sin camisa que Hyungwon tiene dueño con nombre y apellido. Hoseok Lee.

— A-Amo, no, eso... agh. — Un gemido un tanto elevado cortó sus palabras.

Hoseok había brindado una suave lamida sobre su miembro, se dio tiempo de degustar su sabor, demasiado dulce y aceptable a decir verdad, para ser su primera vez se imaginó un sabor más desagradable.

Continuó con sus lamidas en la extensión de éste seguidas veces hasta llegar a su glande, por lo que se animó a adentrarlo a su boca, atrapando perfectamente este entre sus labios, creando un vaivén combinado con leves succiones, mientras su mano había subido hasta los labios ajenos, Hyungwon por inercia adentro los dedos ajenos en su boca para humedecer estos mientras los lamía, tratando de ahogar sus gemidos.

Al estar lo suficientemente húmedos gracias a la saliva del menor los bajó para poder introducir el primer dígito, el dedo índice, desde el primer instante pudo sentir la estrechez ajena apretando su dedo, de inmediato se quejó por el intruso que entró sin avisar.

Cat |2Won|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora