"Sharing vitae"

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Nota del autor:

Este capítulo será largo, aviso. Es el clímax del problema así que quiero que sea explicado a detalle para que no tengan dudas y el final se les haga esperable en ciertos aspectos.

Léanlo con calma. Y disfrútenlo:).

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Akko: ¡Despierte! ¡Despierten! ¡Por favoor! ¡Jamás conocí a alguien con el sueño tan pesado!- se quejó por tercera vez, viendo como a pesar de gritar, mover, empujar y hasta hacer cosquillas a sus maestras, éstas no reaccionaban- ¡¿Qué tengo que hacer para que se levanten?!- gritó de nuevo, mirando a Diana con súplica, la cual la observaba expectante, sentada a unos metros de ella.

Diana: Podría tratar de usar mi magia para contrarres...

Akko: ¡No!- interrumpió- ¡Nada de eso! ¡Estás débil, no puedes usar un hechizo que quizás te cueste la vida!

Diana: No es para tanto...

Akko: ¡Tú misma dijiste que ES para tanto!

Diana: Bien, ¿entonces qué sugieres? ¿seguir intentando hacerles reír a ver si "mágicamente" despiertan?- preguntó sarcásticamente, mirándola con seriedad.

Akko: ¡Oye!

Diana: Lo siento Akko, pero no veo que halla otra solución además de esto.

Astuko bajó su mirada pensativamente; entendía el punto de la rubia, y ella misma estaba de acuerdo con que nada además de la magia daría efecto, pero se rehusaba a poner nuevamente en riesgo a la Cavendish solo para despertar a sus maestras. Quería buscar más opciones, pero el tiempo era apremiante. Podían pasar un sin fin de cosas si seguían tardando.

Y una sola persona no haría mucho.

Diana miró con pena a la castaña, pues imaginaba el debate que se había creado en su mente en ese momento, pero, antes de que pudiera mencionar algo, observó a la asiática levantar su mirada con determinación, con una expresión firme.

Akko: ¡Yo recitaré el hechizo!

Definitivamente Diana no esperaba esa respuesta, tuvo que procesar más de dos veces lo dicho, pero al no oír ningún pero en aquellas palabras, no le quedó de otra más que suspirar audiblemente.

Diana: Supongo que no puedo hacer mucho para convencerte de lo contrario...

Akko: ¡Estoy decidida!

Diana: Bien. En ese caso... toma mi varita. Te enseñaré a recitar el hechizo.

...

Akko: ¡Dirimire... alica! ¡dirimere allica! ¡dirimoro elica! ¡dirmire lica!- intentó, con tantas versiones distintas del hechizo que ella misma inventaba, apuntando todas las veces a sus maestras, con poses distintas, sin lograr nada.

Diana: Es dirimere alica, Akko. Estás pronunciándolo mal.

Akko: ¡Es muy difícil de pronunciar!

Diana: Lo sé, requiere práctica. Pero tú no quieres que yo lo haga.

Akko: ¡Porque estás cansada! ¡Y estoy harta de ser inútil para ti!

Diana: No eres inútil.

Akko: Pero no logré ser más que una carga durante la pelea...- respondió, bajando su mirada con arrepentimiento, recordando como todas las veces que las atacaron no logró ayudar en nada.

SOLO A MÍ   [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora