Te ayudaremos

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La noche era gélida y la tiniebla no dejaba ver lo que venía cada vez que las maestras caminaban. Cada vez que suspiraban humo salía de sus bocas indicando el frío que comenzaba a hacer. Habían perdido sus escobas mientras peleaban con aquellos monstruos que cada vez eran más fuertes.

Una de ellas suspiró frotando sus manos en busca de calor, miró a su acompañante y habló:

Finnelan: ¿Estamos cerca?- preguntó a la directora.

Directora Hoolbrook: Sí.

Finnelan: ¿Qué haremos para sacar a Diana de ahí?- preguntó curiosa.

Directora Hoolbrook: Pelearemos.

Finnelan: Oí que el ser esta conectado con Diana, vamos a tener que dañarla.

Directora Hoolbrook: No. El ser es más inteligente. Nos hizo ver que estaba unido con Diana por algo. Además, la maestra Croix dijo que sólo fue un hechizo de unión temporal.

Finnelan: ¿Sabe qué puede ser?

Directora Hoolbrook: No. Pero esto será más difícil de lo que fue antes. Usted debe llevar a Diana a la academia.

Finnelan: No la dejaré aquí.

Directora Hoolbrook: Maestra yo estoy mas capacitada para esto. Además, quiero que usted se quede a cargo de la academia.

Finnelan: No puedo. Esto es lo que ha trabajado durante años, es su logro.

Directora Hoolbrook: Y por eso quiero compartirlo con usted.

La maestra no dijo nada y miró el camino de nuevo, sólo que ahora estaban frente una cabaña desolada.

Directora Hoolbrook: Es aquí. Si algo sale mal quiero que se vaya y cuide de Diana y de sí misma.

Finnelan: Directora...

Directora Hoolbrook: Entremos.

Sacaron sus varitas y abrieron la puerta con cautela. La directora entro primero, seguida de la maestra Finnelan. Miraron a su alrededor; todo estaba oscuro, lo poco que se lograba ver eran las paredes con manchas y algunas grietas; las ventanas estaban rotas y el suelo crujía; las cortinas eran las únicas en "mejores" condiciones. Sin mencionar que se movían de forma aterradora. Lento, al compás del viento.

Finnelan: Aquí no hay nada- suspiró mirando a la directora.

Directora Hoolbrook: No, aquí están. Busquemos en el sotano.

Ambas maestras bajaron y alumbraron con sus varitas el lugar. Olía horrible y había un bulto negro entre las sombras.
Las maestras se acercaron a aquello y quitaron la bolsa que lo cubría. Era un animal muerto y podrido.

Finnelan: Que asco. No hay nada aquí- dijo cubriéndose la nariz con una de sus manos al igual que la directora.

Directora Hoolbrook: Shh...- miró el suelo y lo alumbró- Por aquí.

Siguieron aquel rastro de sangre y abrieron los ojos sorprendidas. Diana estaba encadenada pero estaba inconsciente. Tenía las manos llenas de sangre y las muñecas moradas, se veía que había intentado salir del agarre; su cabello estaba revuelto y su uniforme roto. Jamás se habían imaginado verla así.

Directora Hoolbrook: Saquemosla de aquí.

Finnelan asintió y rompieron las cadenas que sujetaban a la rubia. La cargo Finnelan y salieron de la cabaña sin ningún problema. Finnelan pensaba que lo habían logrado, la directora estaba alerta. "Nunca cantes victoria tan rápido".

Finnelan: Salimos. El ser no estaba, ¿no es sospechoso?

Directora Hoolbrook: Lo es- miró a Diana. Ella estaba dormida, al parecer.

SOLO A MÍ   [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora