Capitulo 29 Vivan los novios

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El día de la boda ha llegado. El salón de Villa de Bailey en Gangnam-gu acoge la boda de So Ji y So Ah, amigos y familiares asisten a la ceremonia. A diferencia de las bodas europeas las coreanas solo duran media hora. Después del discurso breve del padre de So Ji y la actuación musical los novios por fin se dan el tan esperado beso como casados. Inmediatamente después comienza el pyebaek, la ceremonia tradicional para familiares y amigos íntimos entre los que se encuentran Jung y Sun Hee. Para esta ceremonia So Ji y So Ah se ponen el traje tradicional coreano llamado hanbok, y hacen una reverencia a sus padres que están sentados detrás de una mesa baja cubierta con alimentos tradicionales y simbólicos de la boda, como castañas, dátiles y caquis secos.
Los padres bendicen a So Ji y So Ah, los recién casados, después empieza una actividad divertida de "coger azofaifos y castañas" para predecir cuántas hijas e hijos tendrán, algo muy tradicional. El banquete comienza justo después, Jung a ido acompañado de Sun Hee, que lleva un precioso vestido rojo que deja ver su preciosa figura y su encanto. Jung no se queda atrás, va elegantemente vestido con un esmoquin con chaqué. Durante la comida So Ah se acerca a Jung y susurra en su oído:

- ¿Estás preparado?

- Si, siéntate, yo me encargo de todo.

Jung se levanta, coge su copa y con la cucharilla la golpea ligeramente para llamar la atención de los asistentes:

- Me gustaría decir unas palabras ahora que he llamado vuestra atención. Conozco a So Ji y a So Ah desde que era muy pequeños, y siempre estuve seguro de dos cosas, que So Ji se enamoró de So Ah desde el primer momento que vio a So Ah en el jardín de infancia golpeando a aquellos niños que querían comer su bocadillo. - Jung hace una pausa para reírse, los asistentes hacen lo mismo. - la forma en que la miraba, la forma en que la trataba y le hablaba era siempre muy especial, con el tiempo me di cuenta de que si alguna vez se casaba no podría ser con nadie más que con ella, hermano, te felicito, lo has conseguido. - todo el mundo comienza a aplaudir. - Otra de las pasiones de So Ji, su otro amor por así decirlo sigue escondido, con el deseo de cumplir con los deseos de sus padres So Ji ha hecho la carrera de economista. Pero tanto So Ah tu esposa, como yo sabemos que tu verdadera pasión es otra, así que como regalo, y con la ayuda de tu esposa hemos conseguido concertarse una entrevista en la corporación estatal SEK, han visto tus dibujos, y quieren que te unas a ellos como uno de sus dibujantes artísticos.

So Ji mira asombrado a So Ah y a Jung, So Ah sonríe emocionada a su lado mientras So Ji la abraza apasionadamente. La ceremonia continua, mientras todos bailan So Ah se acerca a Jung que está cogiendo dos pedazos de tarta, uno para el y otro para Sun Hee.

- Gracias, sin ti no podría haber hecho la sorpresa para So Ji. - Dice So Ah.

- No hay de que, se merece eso y más, es un gran hombre, cuídalo.

- Eso haré, ¿Y tú qué?

- Yo estoy bien así, ya lo hemos hablado.

- Jung ahora tienes a una buena mujer a tu lado, deja que te cuiden. - Dice mirando a Sun Hee y dejando solo a Jung.

Jung observa por un instante a Sun Hee antes de acercarse a ella.

- Aquí tienes. - Dice Jung entregando el pedazo de tarta.

- Gracias, me ha encantado la sorpresa que le habéis hecho a So Ji.

- Me alegra que te haya gustado, por cierto, ¿ya te han asignado al médico con el que debes trabajar?

- No todavía no, pero no creo que tarden mucho, solo espero que no sea un hueso duro de roer.

- Sabes que los médicos adjuntos podemos elegir a la enfermera con la que trabajaremos ¿No?

Amor de clasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora