El Amor Tiene Cara de Mujer (Jerrie/Little Mix)

Capitulo 27

"Corazones rotos"

Jade

Camine por los pasillos del hospital buscando la habitación donde Perrie estaría. Tan pronto dije su nombre en la administración, me arrepentí. ¿Será que de verdad debo estar aquí? Dios, estaba que moría de nervios seguramente sus padres estaban allí con ella y estén odiándome, me querrán lejos de su hija. No puedo culparlos.

Entre al ascensor y presione el botón de subida, indicando luego la planta tres. Todos esos pensamientos me abrumaban repentinamente, tan pronto las puertas se cerraron, sentí dificultad al respirar.

Cuando finalmente estas se abrieron, mi alma volvió al cuerpo. Suspiré profundamente y comencé a caminar. Iba a arriesgarme, debía enfrentar las consecuencias de mis decisiones, así tenga que perder a la persona que más he amado.

Mas cerca de mi destino logre ver el número correspondiente en la puerta "302". Afuera no había nadie que yo conociera, tan solo una chica que salía de la habitación con una sonrisa, tan pronto me vio acercarme habló.

—Hola, ¿puedo ayudarte? —

¿Y ella quien es?, pensé celosamente. Bueno, perfectamente podría ser una novia de Perrie, la chica era muy hermosa, cabello castaño, ojos verdosos. Cualidad que yo claramente no tengo, debía indagar, pero sin hacerme notar demasiado.

—Eh...yo busco a Perrie, abajo me dijeron que esta era su habitación— señalo la puerta a mi lado. —¿Quién eres tú? — dije seria. Pues sí, quizás fui demasiado obvia y ella sonrío.

—¡Oh Tu debes ser Jade! es un placer, mi nombre es Jesy— me extiende su mano con emoción y asentí.

Perrie le había hablado de mí, además.... ¿Por qué tanta emoción en su rostro? Acepte estrechar su mano con incomodidad y ella pareció notarlo.

—Ah, por cierto, soy su amiga— carraspeó. —Mejor dicho, su única amiga— sonríe orgullosa.

—Yo también lo soy...— me excuse ofendida.

—No es cierto linda, tu eres mas que eso. ¿Me equivoco? —

Mierda, estaba tan roja que parecía que mis mejillas explotarán.

—¿Ella esta adentro? ¿Está bien? — quise cambiar el tema.

—Si, perdió algo de sangre pera la bala no provocó ningún daño grave, gracias a dios...— dijo aliviada y yo asentí más tranquila.

—¿Pu-puedo pasar a verla? — dije sin más.

—Eh...si, ¿Por qué no? — me sonríe dudosa.

—¿De verdad no hay problema? — hago una mueca.

—No! Claro que no, solo son cosas mías, adelante pasa. Yo iré un momento a la cafetería—

Asentí y con un beso en la mejilla nos despedimos en el caso de que no volvamos a vernos luego.

Gire el picaporte y entre, enseguida mis ojos conectaron con los suyos. Perrie tenia la vista fija en la puerta como si esperara que yo entrara por ella, sonrió.

—¿C-como...?

—Escuché tu voz, así supe que habías venido. Ansiaba que entraras por esa puerta tan pronto desperté—

Le sonreí leve. A su lado pude ver a Amelia acurrucada durmiendo en los brazos a su hermana. Sonreí.

—¿Como estas? — dije con ímpetu acercándome a ella.

—Estoy bien princesa—

Tan solo bastó escuchar esa palabra de sus labios para que todo mi impulso de no querer mostrar mis sentimientos, saliesen a flote, la bese con desesperación...

—Dios...lo lamento tanto, lamento que hayas tenido que pasar por eso...—

—No pasó nada princesa, estoy bien—

—Si que pasó, pudo haberte matado...jamás me perdonaría eso Perrie— digo angustiada.

—Escúchame, nada malo pasó, ahora Sam está en la cárcel y permanecerá allí por mucho tiempo. Ya no volverá a hacernos daño y no tendremos que preocuparnos por nada ni nadie que quiera interponerse en nuestra vida— me sonríe mirándome fijo a los ojos.

—No creo que sea buena idea, yo... no quiero ser una mala influencia para tu vida—

Frunce el ceño.

—No entiendo de qué hablas— tuerce sus labios. —Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo—

—Yo te amo Perrie, pero no creo estar a la altura de lo que te mereces. No puedo seguir con esto— digo apenada alejándome su lado.

—¿Quieres terminar conmigo, eso es lo que quieres? — suena dolida y no digo nada más que llorar y llorar. —¡Dime! — alza la voz.

—Lo siento mucho...— eso lo último que digo antes de ver por última vez el mar de sus ojos, triste, y decepcionados. Incluyo también me sentía así conmigo misma.

Salí huyendo del hospital sin mirar a atrás, no fue difícil quebrar en llanto mientras mis pies tomaban vida propia sacándome de allí.

....

Tan pronto Jade abandonó la habitación, la joven rubia quedó en estado de shock mirando en dirección en la que su amada se marchó. Al instante, su amiga Jesy atravesó la puerta expectante, al parecer se había cruzado con la castaña en el pasillo y la había visto llorar desconsolada.

La rubia no supo explicarle en palabras lo que sentía en ese momento, no contuvo el llanto en el momento que Jesy la rodeó con sus brazos, se sentía débil, con el corazón roto. La mujer a la que amaba la había dejado, rompiendo así en mil pedazos su corazón.

Perrie

—No lo entiendo Jes...juro que no lo entiendo— sollozo entre sus brazos.

—Ya Pezz... si hay una persona que puede explicártelo, esa es Jade. Cuando la vi pude notar cuánto le importas, y si tomo esta decisión es porque debe haber algo detrás que la hizo hacerlo. —

—¿Explicación? No existe explicación para lo que acaba de hacerme, no sólo tuve que enfrentar a su demente ex novio que intentó asesinarme, sino que ahora también esto, no puedo más...— niego con regeneración.

—Amiga...jamás creí verte así por alguien, se nota que la amas— dice sobando mi espalda para intentar tranquilizarme.

—La amo si, pero en este momento no puedo evitar sentir odio, la odio por hacerme esto —

—El odio te ciega Pezz, no dejes que eso suceda. Dale tiempo, estoy segura que tiene una explicación, te ama, de eso estoy segura—

—¿Pezz por qué lloras? —

Amelia había despertado.