Capítulo 35 FINAL

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"Anhelado"

Perrie

—Señora es aquí, necesita que...—

No deje que Emanuel continuara cuando ya había abierto la puerta y bajado del auto. Tenía que caminar tan solo unos pasos hasta la entrada, pero las piernas me pesaban y comenzaba a agitarme. Ante el amague de un pequeño traspié Emanuel ya estaba a mi lado evitando que me vaya al suelo.

—Solo ayúdame a llegar a la entrada—

—Claro señora—

—Llámame Perrie— exigí.

En el momento en que iba a tocar la puerta es Niall quien la abre y se perpleja de verme allí.

—¿Perrie? ¿Qué haces aquí? — pregunta con seriedad.

—Niall yo... sé que Jade está aquí y necesito verla por favor— suplique.

Al principio pareció ceder, pero su mirada de la nada se volvió menos expresiva y más dura.

—Escúchame Perrie, lo siento, pero no dejaré que veas a Jade hoy— sonaba determinante, cerró la puerta detrás de él y pasó al lado mío siguiendo su camino.

—Niall no puedes prohibirme verla— me excuse.

—¡Claro que puedo! — se abalanzó hacia mí con evidente molestia. —Como su amigo siempre me mantuve al margen, nunca me interpuse en la relación que tiene contigo, aun así... ¿sabes cuantas veces vi a Jade llorar desde que te conoció? Muchas, muchas veces y de las que ya no llevo la cuenta, pero se acabó... No dejaré que la lastimes más — sus palabras sonaban frías como un balde de agua para mí.

«¿Sera que fue tanto el daño que le hice a Jade y nunca lo percibí?»

—Se que he cometido errores, pero cambié y estoy dispuesta a recompensar todo el daño que hice brindándole a Jade y a su hermano un poco de amor todo los días de mi vida—

—Pues empezaste con el pie izquierdo, ahora vete— dijo y se dio media vuelta para irse, pero lo detuve tomando su brazo.

—No estaría aquí si de verdad no fuera importante, dame una oportunidad para arreglar esto. Juro que fue un malentendido— confesé.

—No me....—

—Está bien—

Todos fijamos nuestra atención en la voz que venía detrás de mí. Era ella

—Jade...— susurré queriendo avanzar hacia ella, pero mis piernas no respondieron y tuve que inclinarme en la pared.

—Pezz...¿E-estas bien?— sus manos tomaron las mías con preocupación.

—Solo estoy un poco cansada, p-pero necesitaba verte y explicarte viéndote a los ojos que yo jamás te engañaría—

La vi suspirar profundamente y mirarme a los ojos con tal tristeza que lograba romperme por dentro.

—Mejor entremos, déjame ayudarte— dijo colocando su mano en mi cintura y con la otra entrelazaba nuestros dedos.

—Jade...—

—Esta bien Niall, puedes ir tranquilo— Jade se voltio para mirarlo y que comprendiera, pero el chico ya se estaba yendo dando grandes zancadas y con la típica postura de toda persona inconforme. —Tú también Emanuel puedes irte ya, Perrie se quedará conmigo, cualquier cosa yo te llamo—

El hombre asintió y se despidió. Luego Jade cerró la puerta y nos acercamos al sillón sentándonos ambas. Tan solo el hecho de sentir el roce de nuestros cuerpos, me estremecí por completo.

—¿Sabes que pienso volver a la casa contigo verdad? —

—Primero debemos hablar— su voz se volvió firme y resulta que ya no estaba tan cerca de mi como hace un instante.

—Tienes razón— asentí. —Y por eso tengo la esperanza de que vendrás conmigo, sin ti no me iré a ninguna parte— confesé con honestidad.

—Eres una loca, ¿lo sabias? — niega y en sus labios hay un intento de querer asomarse una sonrisa.

—Créeme que hasta a mi me asusta la locura que puedo llegar a hacer cuando se trata de ti mi amor— tomo su mano y ella no me rechaza, lo que me da suficiente impulso para continuar. —Como dije antes, soy consciente de que te he lastimado muchas veces, pero hasta que Niall me lo dijo hace un momento, no puede comprender cuan inmenso era el daño que te hacía y me quiero disculpar por eso, desde que te vi por primera vez me sentí cautivada, yo jamás me había enamorado y menos en mis condiciones...no había espacio, ni tiempo para eso. Jade...— me incline mas cerca de ella. —Soy impulsiva, puedo hacer o decir cosas que no siento realmente y como defecto en mi estoy más que dispuesta a cambiar—

—Pezz...yo no necesito que cambies nada por mí, yo también te amo y fue así tal cual eres que te acepte, incluso mucho antes de que seas mi esposa. Todo lo que en su momento odiaba de ti cuando nos conocimos, era lo que a su vez mas me gustaba y me sigue gustando. Lo único que si quiero es que seas honesta conmigo, también temo perderte—

—No me vas a perder, por eso aquí estoy con la fuerza que tu me diste. Si sobreviví fue por ti, por mi familia, por la fuerza con la que te quiero y deseo formar nuestra propia familia—

—Entonces... ¿Tú y esa chica...? —

—No, entre ella y yo no paso nada. Siempre que teníamos las sesiones yo le contaba lo feliz que estaba por haber hablado la noche anterior contigo, le mostraba fotos nuestras, fue tan así que al final un día me dijo que tu eras muy hermosa y que le gustabas— sonreí. La cara de Jade fue todo un poema ante mi confesión y eso me provoco una carcajada.

—¿Es broma verdad? — niego. —¡Oh dios mío! — ambas reímos.

—Pareces un tomate— Jade estaba roja, sus mejillas estaban muy rojas de hecho.

—Qué vergüenza...— cubrió su rostro apoyándose en mi hombro.

—Así es, te vio a un más bonita en persona—

—¿Ella te dijo eso? — asentí.

—Fui una tonta...lo siento. Tengo que disculparme con ella—

—Ah, ¿sí? ¿Ya me vas a cambiar por ella? —

—¡NO! No vuelvas a decir eso— me besa fugazmente quedándose a milímetros de distancia. —¿Me perdonas?, ¿Me perdonas? — suplicaba con la tal desesperanza de sentir su respirar errático y pesado chocar sobre mis labios entreabiertos.

—Ya esta olvidado, me deja mas tranquila el hecho de saber que no soy la única celosa de la relación— sonreímos volviéndonos a besar. Tomo a Jade la cintura y lentamente la inclino hacia adelante hasta quedar completamente su cuerpo sobre el mío. —Te extrañe demasiado, me hacías tanta falta, anhelaba poder tocarte—

—Yo extrañaba tus manos en mi cuerpo y tus dulces besos—

Nos fundimos en un beso lento y pasional, el reencuentro de nuestros cuerpos después de meses sin estar en contacto, hacían evidente el anhelo del uno por el otro.

Después de idas y vueltas y de un largo camino que tuvimos que recorrer para llegar a hoy, puedo decir que me siento orgullosa de lo que juntas hemos logrado. Quizás nuestros defectos en vez de separarnos nos unían aún más, después de cada pelea la reconciliación siempre es la mejor parte.

—Te amo—

—Y yo a ti Jadey—

............

¿EPÍLOGO?

Ustedes deciden

Dejen su voto y comentario, estaré leyendo que les parece el final.

Si hay algo que aun les gustaría que pase, ¡háganmelo saber!

El Amor Tiene Cara de Mujer (Jerrie/Little Mix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora