Parte 13: Conducta romana

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13-Conducta romana

**Kenpachi**

Muevo mis músculos tensados y entumecidos gritando como un animal en mi celda haciendo retroceder aterrorizados a los guardias romanos que me custodian en la bodega ¡cabrones cobardes!! ¡No podrán mantenerme siempre encerrado! Llevo semanas dando vueltas a algún plan descabellado y lo único que se me ocurre es partir las cadenas y liarme a ostias cuando quede libre...pero no soy Heracles*, no puedo romper grilletes de acero con mi fuerza mortal....solo me queda esperar...impacientemente, sediento de sangre, riéndome a carcajadas como un loco al ver como esas gallinas con armadura me miran con ojos desorbitados cada vez que me da la vena sádica.

Una de las noches un ruido me despierta tras haber recibido una buena somanta de latigazos por mi rebeldía. Veo sorprendido como dos de mis hombres, Abarai y Jeagerjaques entran en la bodega, ahogando con sus cadenas a los guardias hundiéndolas en sus cuellos hasta dejarlos tiesos. Se acercan a mí corriendo y tiran de mis cadenas buscando como romperlas.

-¡Capitán! ¿Estás bien? Tienes un aspecto horrible-

-Jaja, podría decir lo mismo pelirrojo... ¿Cómo habéis conseguido escapar de la vigilancia?-

-Tenemos una buena baza a nuestro favor-

Veo aparecer a Ikkaku con un joven esclavo agarrado y gesto tenso que intenta removerse para que le suelte. Renji sonríe con pretensión y grimmjow se acerca a donde el joven para golpear su estómago y hacerle callar.

-Es el amante de Aizen. En cuanto se entere que le tenemos retenido, vendrá a buscarle. Hemos aprovechado que estaba reunido para hacer la revuelta y por ahora todo está saliendo según lo planeado-

-Perfecto. Ayudadme a quitarme las cadenas que están ancladas al suelo. Yo haré el resto-

Grimmjow se acerca a mí para ayudarme cuando de pronto un puñal cruza muy cerca de nuestros rostros, rozando el hombre del peliazul y clavándose tras la pared a mi espalda. El general romano no tarda en aparecer con toda su escolta mostrándonos una expresión de furia en su rostro.

-No iréis a ningún sitio, espartanos. ¿De verdad creíais que escaparais de las galeras? Jamás se me ha escapado un prisionero. Me temo que voy a tener que deshacerme de unos cuantos, esta noche-

-¡¡Si te mueves le cortaré el cuello a este cara bonita!! ¡¡Lo juro!! –Ikkaku aprieta más el cuello del joven esclavo de Aizen haciéndole gemir asfixiado.

El general no se anda con remilgos y se dirige rápidamente hacia donde está Ikkaku desenvainando su espada y clavándosela en un hombro para que suelte al muchacho. Mi compañero no se esperaba una acción tan rápida y grita de dolor intentándose quitar el arma de su cuerpo, dejando un reguero de sangre por el suelo. El esclavo cae en manos de los romanos que lo sacan fuera de la bodega y Aizen coge otra espada de uno de sus hombres acercándose a donde estoy. Renji y grimmjow se enfrentan a patadas y puñetazos a los guardias que les azotan con las cadenas para reducirlos y yo rechino los dientes amenazando con mi ímpetu al general.

-Tus chicos son valientes, capitán...estarás orgulloso de ellos. ¿Lamentarás sus muertes si los desmiembro delante de ti?-

-Un espartano no teme a morir. Haz lo que quieras con ellos, sabrán morir con honor-

-Por favor...deberías olvidar esos ideales en esta situación, son vidas humanas al fin y al cabo-

-Ellos aceptaron su destino al unirse a Esparta. Aunque sus cuerpos mueran, su espíritu seguirá libre-

"Entre tus muslos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora