26- Primer ludus: Venganza
**Kyoraku**
Golpeo la pluma en el tintero una vez más antes de que se seque por completo y no pueda finalizar mi escrito. Tengo el corazón en un puño cada vez que releo las letras del informe que estoy haciendo como renuncia a ser aliado de los romanos. No son más que una panda de traidores que no dudan de matar a los suyos para aspirar a más. La codicia los puede...y eso me supera. En cuanto Ukitake se recupere, me le llevaré a Grecia y mi estancia en Roma solo será un borroso recuerdo en mi vida....aquí no tengo más que hacer. Solo me ganaré más enemigos, aunque no he descartado el vengar a mi buen amigo Byakuya que en paz descanse. Me informaron que su cuerpo estaba bajo la custodia del general Aizen y éste mismo se presentó en mi villa hace unos días para comunicarme que había incinerado ya al moreno en un ritual íntimo para no despertar más ira entre los senadores. Le odié en ese instante por no haberme concedido ni un minuto para ver a mi amigo y despedirme de él. Ni siquiera me han permitido que su hermana quede bajo mi tutela, está en manos de uno de los senadores que condenó a Byakuya y contra ellos es imposible revelarse si no quieres morir. En cuanto a sus hombres...seguramente estén esclavizados por haber servido a Byakuya tanto tiempo. Pobres muchachos...no tienen la culpa de nada. Ni su familia tampoco...
-Mi señor....-
-Ah, Nanao... ¿Qué nuevas me traes?-
-He estado en la casa del doctor Ichimaru. Ukitake se está recuperando cada día que pasa, pronto podrá volver a la villa-
-Uff...gracias a los dioses...temí perderlo....-
-¿te ha dicho el doctor cual es su mal?-
Guardo silencio rememorando la conversación que tuve con el doctor Ichimaru. Ukitake está maldito por los dioses, una extraña enfermedad se ha apoderado de su cuerpo, pero no es reciente, parece arrastrarla desde hace años, de ahí que el senador Ginrei le preguntara por su salud cuando hice la bacanal...me lo ha ocultado todo este tiempo pero no le culpo, él....nunca ha pretendido preocuparme. Y eso me duele.
-Solo es algo pasajero, no te preocupes. Sé que le has cogido cariño-
-Es un buen hombre, trata a todos los esclavos por igual, decentemente....admiro su nobleza-
-Y yo su belleza y carácter. Pronto las cosas volverán a ser como antes....o casi....-
Nanao se acerca a mí con mirada triste para acariciar mi hombro dándome consuelo. Cojo su mano para besarla y la sonrío agradecido.
-Los hombres del general Kuchiki van a ser vendidos a Rose. Creo que pretende hacerles esclavos o gladiadores-
-¿El joven pelirrojo está con ellos? –
-Si....lo llevaban encadenado porque tras la muerte de su amo parece haber enloquecido-
-¿y Rukia y Kuchiki Soujun?-
-Bajo el dominio del senador Yamamoto-
-¿Por qué los quiere ese viejo? No había oído hablar de él hasta hace poco, no me fío ni un pelo-
-Mejor eso a que acabaran en manos del general Aizen ¿no crees?-
-Si...eso hubiera sido muchísimo peor, maldita alimaña. Nanao, manda a Shuuhei a la villa de ese Rose para entregar al pelirrojo una cosa-
-¿el qué?-
Deposito en sus pequeñas manos una pulsera que no es más que un cordel viejo con una pequeña piedra colgando de él-
-Esta pulsera la solía llevar Byakuya en su muñeca. Cuando estuvo aquí la última vez debió de caérsele y la estuvo buscando. Yo me reí en su momento porque es una cosa muy simple con los adornos dorados que solía llevar, pero parecía preocupado por no hallarla. La encontré ayer tirada en mi despacho, dásela a ese joven-
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"Entre tus muslos"
أدب الهواةEl placer de experimentar, descubrir tus propios límites, sentir el aliento de un ajeno sobre tu piel... ¿Cómo conseguir la unión perfecta? Superar obstáculos, conflictos, guerras y rumores...en un mundo antiguo de hombres, las cosas no son tan fáci...