Parte 28: Tercer ludus: Secretismo

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28- Tercer ludus: Secretismo

**Starrk**

Aún sigo vivo. Los dioses me maldicen obligando a levantar mi cansado cuerpo, una y otra vez, ante el fulgor de la batalla. Mis nudillos están reventados de tanto destrozar cuerpos a puñetazos, de sostener dagas, cadenas, cualquier material que me sirva para romper cráneos con facilidad. En las fosas, o matas o mueres. No hay leyes, ninguna norma, sin piedad, sin miedo y sin lamentos. Solo luchas incansables oyendo el griterío que te anima a acabar con tu enemigo de la manera más cruel y sádica posible. Cuantas veces he gritado alzando alguna cabeza enemiga entre mis manos o algo peor. ¿Querían ver a un persa desquiciado? Pues aquí me tienen. Ya ni me reconozco a mí mismo....estoy impregnado de sangre, sucio y malherido. Apenas recuerdo el rostro inocente de mi hija, ni como me sonreía. Mi mente está tan turbia como mis ojos que solo buscan sangre y sufrimiento. Mi corazón no siente todo lo que he perdido. Mis recuerdos de mis batallas, de mis hombres, de ese espartano que robó mi entendimiento....ya nada es estable en mis esquemas. Me he vuelto un animal, una furia. Aúllo como un lobo a medianoche antes de volver a lanzarme a la batalla.

-¡¡Mata!!! ¡¡Mata!!!! ¡¡Mata!!!!- solo se repite el eco de esa palabra en mis oídos.

-¡Alto!- una voz gruesa se interpone al resto y detengo mi daga en el aire mirando hacia atrás. Hay un romano con coraza y capa que se abre paso entre la furiosa multitud para acercarse a mí. Se inclina a mi lado y me sonríe observándome con sus profundos ojos castaños.

-¿quieres vivir?-

-¿Quién cojones eres??.....-

-Decide. O las fosas....o la arena.-

Escupo al romano en la cara sorprendiéndole y noto como mi cara voltea con fuerza ante un puñetazo que me hace escupir sangre de la boca y caer rendido sobre el suelo.

-¡Me le llevo! Este persa ya os ha divertido bastante gratuitamente ¡si queréis seguir viéndole acudid al coliseo! ¡El general Aizen os invita!!-

Todo se ha vuelto oscuro. Mi cuerpo está relajado, por fin estoy descansando. ¿Llegaré al hades por fin? Me he dejado vencer con tanta facilidad que me sorprendo a mí mismo...

-Starrk....jefe, despierta....-

Ahh Yylfordt, mi mejor consejero....aún puedo oír tu voz en la lejanía, como todas las veces que me despertabas cuando me quedaba dormido tras una borrachera....

-¡Starrk!!!-

Abro los ojos de golpe levantándome con un gruñido de dolor y siento como soy sujetado por los brazos para tranquilizarme. ¡¡No puede ser!! En realidad es Yylfordt el que está a mi lado sonriéndome.

-Estoy en un sueño....-

-Jaja ¿de verdad crees que si fuese un sueño yo saldría? Espabila jefe, estás vivo y a salvo-

-¿A salvo?..... ¿Dónde estamos?-

-En la escuela de gladiadores bajo el mando del general Aizen. Te ha comprado-

-¿¿estoy a las órdenes de un puto romano?? –

-Tu hija está aquí, Starrk. Yo...le supliqué que te buscara....por ella-

-Lilynette....¡¡¡donde está!!!-

-Es una de las esclavas de Aizen ¡¡pero quieto!!! ¡Que te embalas!! No la ha tocado. Ese romano...tiene preferencia por hombres solo. Le he hecho favores para que se pusiera en tu busca-

-Yylfordt.... ¿cuántas veces has calentado a ese cabrón por mi culpa?-

-Eso da igual....estoy acostumbrado. Por favor jefe...no montes un espectáculo, gracias a los dioses sigues vivo....-

"Entre tus muslos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora