19-Animal salvaje
*Kenpachi*
Levanto mi cabeza saliendo de mi ensoñación al oír ruidos de llaves abriendo mi celda. Desde que estoy en las cloacas del circo romano no me he movido ni un ápice, conservando energía, meditando sobre mi estrategia una vez me vea libre de mis ataduras...la venganza cada vez se hace más meticulosa en mi dispersa mente, es mi aliciente para sobrevivir....
Dos guardias romanos tiran de mí para sacarme fuera y siento la debilidad de los músculos de mis piernas agarrotadas. Gruño de rabia al darme un tirón para desentumecer mis tendones y camino con mi porte característico sin dejarme avasallar. Los guardias me echan agua sucia por encima haciendo que mi cabello me tape casi todo el rostro y abren una puerta enorme que da al exterior donde oigo vítores de una multitud esperándome.
-Vamos espartano, ha llegado tu hora-
Dejo que la luz me ciegue unos instantes y veo el edificio semicircular donde me encuentro. Estoy rodeado de gente que clama una buena pelea, todos ciudadanos romanos sin importancia salvo los que están en un palco como miembros representativos de Roma. Senadores y generales con sus distintivos y corazas. Menudos payasos...solo sirven para peinarse, no para luchar. Río mostrando todos mis dientes afilados al ver como al otro extremo de la arena abren una celda de la que salen tres leones dispuestos a devorarme. Je....esto sí que es un buen recibimiento. Suelto unas carcajadas al distinguir en el palco presidencial a Aizen y le señalo con mi brazo en alto en posición amenazante. Este sonríe ante mi prepotencia y yo le observo con ojos brillantes. Cabrón....te destrozaré. Voy a hacerte lo mismo que a estas fieras.
Grito de placer cuando me veo libre de mis cadenas, al menos las de mis piernas para que pueda correr por el terreno esquivando a los animales que no tardan en lanzarse a por mí y tengo que actuar rápido para agacharme. Agarro por el cuello a uno de ellos estampándole contra el suelo y le crujo el cuello con la fuerza de mis músculos haciéndole rugir agonizante. El gentío suelta una exclamación de asombro y veo como los "jefecitos" miran estupefactos mi proeza. Esto no es nada...derribé a un elefante con mis manos, estas mierdecillas no son nada comparado con semejante animal...me lanzo a por el siguiente agarrando sus colmillos con mis manos mientras su boca abierta se acerca peligrosamente a la mía con ánimos de arrancarme la cabeza. Le doy una patada lanzándolo varios metros lejos mientras me encaro con el último animal que ayuda a su compañero para devorarme. Recibo un mordisco en uno de los muslos notando como sus dientes atraviesan mi carne pero en vez de gritar de dolor lo hago de alegría ¡¡por Heracles!! ¡¡Como echaba de menos esto!! Agarro con mi cadena a uno de los bichos asfixiándole hasta morir y aplaudo al ver que solo queda uno en pie. Ruedo sobre la arena para apartarme de él cuando da un salto espectacular para morderme y le lanzo arena a los ojos para cegarlo. El pobre bicho ruge intentando ganar en visión y yo corro hacia él para darle un puñetazo mortal en su orificio nasal haciéndole perder el conocimiento.
Me acerco a la fiera tirada en el suelo y alzo mi rostro ensangrentado perdiendo mi mirada en el azul del cielo. Los gritos, esas voces deseando sangre...no pensé que me iba a sentir tan bien siendo esclavo...quiero seguir matando, uno tras otro...que me traigan todas las fieras que quieran, las extinguiré....¡¡¡CON ESTAS MANOS!!! Salto hacia el animal hundiendo mi codo en su tráquea partiéndosela al instante. Vocifero alzando mis puños en señal de victoria sin dejar de sonreír ante Aizen que ha pasado de sentirse omnipotente a tener miedo por mi crueldad. Los senadores que hay sentados a su lado no salen de su asombro y uno de ellos, el senador Kuchiki pronuncia unas palabras en tono acusador.
-Es una bestia.... ¿de dónde demonios le has sacado, Aizen?-
-Es el actual capitán de la última milicia espartana, Ginrei. Sin duda le he sobreestimado-
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"Entre tus muslos"
FanfictionEl placer de experimentar, descubrir tus propios límites, sentir el aliento de un ajeno sobre tu piel... ¿Cómo conseguir la unión perfecta? Superar obstáculos, conflictos, guerras y rumores...en un mundo antiguo de hombres, las cosas no son tan fáci...