Eran las 6:30 de la tarde y me encuentro en mi habitación, buscando que me voy a poner... Si como lo escuchas, no me voy a poner ese vestido, esa mujer aprenderá a no meterse conmigo.
- Mi niña, ya estoy aquí - dijo Rachel entrando a la recamara.
- Que bien, quería pedirte un favor - dije mientras me sentaba en la cama, ya me había bañado me encontraba en bata de baño.
- ¿ Que necesitas mi amor? - pregunto ella.
- Bueno que me ayudes a peinarme, quiero que me hagas un peinado... Cómo lo hacías antes - dije y ella sonrió.
- Claro pequeña - dijo ella, yo me pare de la cama y me dirigí hacia una silla que estaba frente al espejo y me senté ahí. Rachel sé acercó y comenzó a pienarme. ........
- Ya - dijo ella mientras colocaba la peineta en la mesa.
- Gracias. Rachel, está lindo - dije mientras le sonría y la abrazaba. Mi peinado consistía en una trenza y una cola baja.
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- ¿No te pondrás el vestido?- pregunto ella y yo negué.
- Claro que no. Esa señora está loca si cree que usaré ese vestido - dije mientras empezaba a maquillarme. Rato después me encontraba ya vestida y maquillada.
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