Vivencias y momentos de Roberto

CAPÍTULO 12

CAPITULO DOCE
       
                 NUEVOS HORIZONTES
                      Y SENSACIONES
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Roberto, miro su reloj de bolsillo y pensó en comprar esas tierras  que yo quiero, y si es así, cuanto me costaría comprarlas.
Se dirigió al coche, que tenía en una pequeña cochera, no sin antes avisar, en la casa que se marchaba, y que tardaría como dos horas en volver pues iba al ayuntamiento de Madrid.
El Barón aparco muy cerca de la entrada principal, y se dirigió a la primera planta que es donde estaba el despacho de ¨Gerencias territoriales¨ donde el ya había estado en algunas ocasiones y que ya le conocían, pues ya había tenido en diversas épocas, algún contacto con ellos

Dentro de las dependencias había una puerta, con una plaquita, que así decía:

¨ Director de patrimonio urbano¨

Roberto, dio unos golpecitos con los nudillos de la mano, y se escucho desde dentro,ç

-¡Adelante!, Entro en el despacho, y al momento gestiono con un funcionario el motivo de su visita.

Poco tiempo después, salía del edificio, se dirigió a su vehículo, y marcho para su casa.
Yendo hacia su casa, pensó ¨voy a pasar en un momento, por la fábrica de paraguas pues me pilla de paso, por si me tiene D. José mi bastón arreglado¨

El Barón cruzo la calle Mayor, cruzo también la calla del Arenal,  y se planto en un suspiro en la calla de Trujillo.

Allí se encontró, al Señor Adarve departiendo con dos chiquillas adolescentes,

-Y ya sabéis, no tardéis mucho en volver, que pronto creo que vamos a comer.

-¡Hombre, don Roberto me viene muy bien su visita!, dijo cuando vio al Barón,
¨Ya le tengo arreglado su bastón especial¨.
- ¡Pues dime que te tengo que pagar!, dijo el Barón, sonriendo, y me marcho que tengo prisa.

.-No ha sido una gran cosa, no me tiene que pagar nada .Cuando nos veamos en el casino o en el café de Gijón me invita a un café, y solucionado.

-Muchas gracias, ya nos veremos en breve, y diciendo esto, Roberto le saludo con la mano, arrancando su vehículo, marchándose de allí.

Cinco años aproximadamente, era D.Jose más joven que él y tenía al menos, seis o siete hijos,           ¡Caramba!

Roberto llego a su casa .Pregunto a Lucia, si se sabía  algo de Santiago.
Lucia le contesto que no

Entonces recordó, que no podía, estar, pues  tenía que hacer algunas cosas, que iría al día siguiente.

Lucia le dijo entonces, si quería comer ya, y la contesto, que como en una hora.
Se dirigió entonces al salón, y se sentó en una butaca y se empezó a organizar para los días venideros

De vez en cuando se acordaba de Clarita; estuvo como dos años, sin poder acercarse a ella, y la veía, a través de unas mamparas de cristal especial.

Aquella amarga y cruel enfermedad (muy propio de aquella época) los separo, aunque de cuerpo, no de alma y sentimiento.
Era muy contagiosa, la enfermedad y les tenían
Que tener apartados de las ciudades,

- ¡Maldita tuberculosis!.

Llevaba casi tres años sufriendo aquella ausencia, imposible de remediar y de olvidar.

Lo que sufrieron ambos nadie lo sabia
Noto que se iba deprimiendo.
Se levanto y se dirigió al aseo, hacia ya bastante calor. Se duchó, y se dirigió a la cocina, pues le apetecía un refresco. Abrió la nevera y cogió una Coca -. Cola.

La Nevera, desde hacia varios años era eléctrica (aparato refrigerador y congelador)
Anteriormente, no existía eso, pues Nevera, como su nombre indica viene de nieve y unos años atrás, era como de un corcho especial y encima de ella, se colocaban como unas cajas  y en ellas se depositaba mucha nieve industrial. Eso, hacía que se fueran enfriando las cosas.

La nieve la encargaba la gente, bien  granizada, o bien en barras, las llevaban en unos carromatos especiales de ¨cinc¨, repartiéndolas.

Roberto, la compro hacia dos años y aquello era un maravilla, un verdadero avance del progreso.

Se sentó a comer tranquilamente, y  se comió una paella y unos aperitivos.

¡Qué manos para la cocina tenia Maribel y cuanta gente la querría para cocinera!
Roberto, poco después, se retiro hacia sus habitaciones.

La habitación del Barón era doble. Dentro de ella, había otra más pequeña que era, donde el dormía, ya que la otra desde que desapareció
Clarita, nunca más se había usado.

La pequeña, tenía un buen vestidor y un lavabo-tocador. Tenía que pasar por la grande para llegar a la suya. Todos los meses, pasaban a limpiar las habitaciones, aunque la pequeña todos los días, pués era la que el usaba.

Roberto, después que hubo descansado, se dirigió al salón, donde se encontró con Lucia, que estaba limpiando la cristalería.

-Buenas tardes Roberto ,¿como esta?
Lucia, le miró con ojos inquisitivos.

.-Muy bien Lucia,-muchas gracias, y usted ¿Qué tal?.

-Bien Roberto, aquí estamos luchando.-Porque el jefe es muy duro con nosotros!

Lo dijo, con mucha desfachatez y como indignada.
Se dio cuenta al pronto que había sido un poco grosera y se disculpo al punto, diciendo.
Perdona Roberto, ha sido como una broma de mal gusto y le ruego que…..
Roberto la miro como diciendo ¨no tiene ninguna solución´´
A Roberto le hacía mucha gracia, aquel desparpajo que tenia Lucia pero lo disimulaba ¨como si no lo hubiera oído¨

Realmente, con sus cosas, era la que llevaba un poco de alegría a la casa.

El sonrió ligeramente y ella también, pero más abiertamente.
Probablemente, mañana tengamos toda una pequeña charla, referente a la casa, porque quiero que este Santiago también.

-Después  hablare contigo Lucia.
Al ver que ella se ponía un poco triste, se apresuro a decir:

-No te preocupes, que nada tiene que ver con la broma de antes, ¿o no era una broma?

Lucia, se quedo asombrada, sin saber que pensar, y el continuó:
-Por favor díselo a Maribel.

Diciendo esto, desapareció dejándola perpleja

Roberto, con un café que le había servido su doncella, acabo de pasar la tarde, y cuando se iba a retirar a sus habitaciones, escucho la voz de Lucia, pero un tanto arrulladora.

-Roberto ¿cuándo va a ensayar en el piano?.
Le recuerdo que es un magnifico relajante para la mente y para todo, aparte de lo que usted toca es precioso.