CAPITULO 33

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       Una tarde muy feliz...

Roberto después de poner en marcha el coche , volvió
la cabeza hacia Lucía , y así
la dijo sonriendo.
.-Este es un regalo que te debo por tu cumpleaños
desde hace muchos años
-¡Pero si no nos conocíamos! , dijo Lucía muy asombrada.
.-Por eso , querida por eso.

Lucía llena de perplejidad
le contestó al Barón.
.-Mira Roberto, no se si eres un bromista impenitente , o bien el más despistado de los mortales.
Después de decir las cosas
te quedas muy serio y como asombrado.

Lucía , arrimó muy. brevemente su mejilla al hombro del Barón.
¡Siempre te querré ! ni la
vida ni el tiempo borrará todo lo que siento por ti. Por favor no cambies nunca , cariño aunque la distancia nos separe.

Esta historia de amor que yo vivo y sueño contigo, es
irrepetible e irrecuperable

Habían llegado a la plaza del Carmen , se bajaron y
dando un paseo llegaron a
CASA LABRA , y allí se tomaron el aperitivo ( ración de Bacalao) con unas cervezas .
, después se dirigieron al  melancolía en sus ojos y un rictus de tristeza , la contestó.
.- Mira Lucía , vamos a ir a
comer a un restaurante que yo conozco, y que está
en las afueras de Madrid,
en la cuesta de las perdices
Llegaron allí enseguida
y se sentaron a la sombra de un parterre , atendiéndoles de inmediato un camarero.

Lucía le pidió , una sopita de marisco, y unos salmonetes con patatas fritas.
Roberto pidió langosta en su jugo y unas chuletitas de cordero lechal.
Se pidió también unos entrantes , con una botella
de buena marca de vino que especificó el Barón.

Durante la comida poco
hablaron , solo se miraban
constantemente Lucía le miraba con mucha felicidad y dulzura , intentando quizá de retener aquellos momentos tan ensoñ.adores .
Roberto estaba feliz , pero lo suyo era un mar de dudas , entre felicidad. y
extraña tristeza.
Se tomaron un café , y después él una tónica digestiva.
A continuación pagó y le dejó una buena propina ,
quizá por su discreción y
lejanía de ellos

Miéntras se dirigían al chalet cruzaron algunas palabras.
Roberto la miró , con los ojos humedecidos , y dijo:
¡Que Dios me perdone , y
Clarita también! Pues yo
he sido siempre muy creyente ,y me prometí a mí  mismo no querer nunca a ninguna otra mujer , y así ha sido hasta
ahora , que...

.-¡Te quiero muchísimo... ¿Que sería de mi vida sin ti?   Estaría del todo vacía
siempre solo .Todos los días te veo , y me llenas de
alegría y optimismo.Vivir del recuerdo y la soledad
me mataría
Yo estoy muy apartado de la sociedad tan creída y tan mundana. Vivimos muy orgullosos y altaneros.

Por eso, yo me voy apartando de todo ello y cada  vez me va pareciendo todo más lejano superfluo y vacío.
.-Tu te vas lo sé,  ya estoy mentalizado.
Ya no quiero nunca más, a nadie a mi lado.
.-Te digo que el tiempo cura y alivia las heridas
dijo Lucía, y lo comprenderás algún día.
Te quiero tanto, que todo esto solo lo hago por ti , y con el tiempo me lo agradecerás mi vida, ahora
¡Tranquilízate  que me duele mucho verte así!

.- Yo no creo que me case
Roberto,pues ya me he casado no en cuerpo , si no
en el alma contigo.
.- En cuanto al vestido , que me has regalado por mi "Cumple" ; (Esto lo dijo Lucía , con mucha sorna)
.-Lo guardaré de recuerdo y para siempre. El Camafeo le llevaré siempre colgado de mi  cuello y morirá conmigo.
Serían las cinco y media de
la tarde, cuando en la entrada del chalet , se separaron , no sin antes recordarle que en dos días, tenía la cacería en otros tres el aniversario de los comedores de la beneficencia , y en otros cuatro , el concierto benéfico de los niños del asilo del Ayuntamiento.

Vivencias y momentos de RobertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora