CALL, CALL, CALL! ─STRAY KIDS !

➸¡about sadness!

Jeongin se sentía frustrado, luego de que su amigo y hyung favorito encontrara al fin al chico que buscaba lo llenaba de felicidad; claro y a la vez de tristeza.

Porque estaba enamorado de Jisung.

Estaba perdido por todos sus gestos y acciones, y ahora había llegado Minho y había arrebatado su esperanza de al menos intentarlo.

Le había había quitado la oportunidad sin siquiera intentar.

Había dejado de frecuentar a Hyunjin hace algunas semanas puesto que no quería preocuparlo. No quería que se diera cuenta que estaba sufriendo; era mejor así, mantenerlo en silencio para que nunca nadie lo sepa.

Su computadora portátil haciendo el típico sonido de una videollamada le des concentró de sus pensamientos. La tomó y la puso sobre sus muslos, era Hyunjin.

¿Debía contestarle?

No se sentía de ánimos para hablar. Pero tampoco quería ignorarlo por más tiempo.

Estaba tan confundido. Hizo clic en el icono de contestar la llamada.

Al instante la imagen de un sonriente Hyunjin apareció en la pantalla.

-¡Innie boo! Al fin contestas ¿por qué ignorabas mis llamadas y mensajes? ¿Sabes lo mucho qué me preocupé? Mocoso irresponsable.

Rió levemente aguantando las ganas de llorar.

-Yah, perdón por eso, hyung. Estaba ocupado -Sonrió levemente dejando ver esos aparatos en sus dientes que daban la ilusión de un pequeño niño-. No era mi intención ignorarte.

-Ya, de todas formas, no importa. Lo importante es que ya me has contestado y me siento mejor; ¿tú como estás?

-... Bien...

La sonrisa que había en el rostro de Jeongin se desvaneció. No quería llorar. No ahora. Y mucho menos frente a su mejor amigo.

-¿Seguro? Eso es escuchó más falso que la puñalada de Yao Cabrera, esa mierda es muy falsa. Tan falsa como mi ex.

Su vista se nubló por las lágrimas pero sin embargo rió.

-Estoy seguro... digo, mi estado de ánimo siempre es el mismo. Así que supongo que mi vida no es muy interesante, aunque han pasado muchas cosas...

Su voz se estaba empezando a quebrar.

-Y no... no lo sé... yo... uh...

Parpadeó intentando alejar esas ganas de dejar caer las lágrimas.

-Innie boo... -Susurró el otro con preocupación -. ¿Sabes algo? Mejor iré a tu casa y así podremos hablar bien, ¿okay? Sé que son muchas cosas y que quizá necesitas un poquito de consuelo.

El menor asintió dejando fluir las lágrimas.

-Por favor, Hyunjinnie, aquí te espero.

-¡Detective Hyunjin al rescate!

Y cortó.

Aunque se seguía sintiendo mal no pudo evitar sonreír con dulzura ante la ayuda que le brindaba Hyunjin. Eso le decía que tenía muy buenos amigos en los cuales confiar; porque siempre estarían allí para sostenerlo.