CALL, CALL, CALL! ─STRAY KIDS !

➸about stay.

¿En serio estaba pasando? Tenía que ser una broma, una de pésimo gusto. Veía la silueta de Felix moverse de aquí a allá, recogiendo sus pertenencias del apartamento y guardándolas en la maleta; ni siquiera se había atrevido a preguntar a dónde iba.

—Felix. —Llamó en con voz débil. De no ser por el silencio probablemente ni se hubiese escuchado—. ¿A dónde vas?

El chico de pecosas mejillas se mantuvo callado por una fracción de segundo, volvió la mirada a lo que hacía.

—Australia. —Jisung le miró confundido. ¿Qué tenía que ver eso? El pelinegro suspiró—. Volveré a Australia, Jisung.

Si antes sentía que su vida no tenía sentido ahora su mundo había colapsado por completo. ¿Por qué se iba? Estaba huyendo de un modo cobarde, aún teniendo sus motivos.

—No le digas nada a nadie. —Murmuró el menor (por un simple día); cerrando su maleta—. Por favor, Jisung. Tengo que irme.

—¿Por qué?—Se esforzó para no llorar—. ¿Por qué tienes que irte?

—Estaré mejor allá. Dejaré atrás todo, lo necesito. —Cuando vio como las lágrimas brillaban en los ojos de su mejor amigo sintió su corazón doler—. No llores, Sung, prometo llamarte todos los días.

—No será lo mismo. —Sollozó.

—Perdón.

Y con eso, Lee Felix abandonó el apartamento. Sin mirar atrás ni un segundo para que nadie notara que estaba llorando.

•••

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo?!—Gritó Hyunjin histérico desde la otra línea.

—¡Sí, idiota! ¡Está a punto de irse!—Dijo Jisung—. Tenemos que detenerlo.

—Tú y yo jamás podremos hacerlo solos. —Murmuró—. Llamaré a Woojin y a Minho.

—Yo a Chan y Seungmin. Nos vemos todos en el aeropuerto. —Obtuvo una afirmación y colgó—. Lo siento, Felix, pero no puedo dejar que te vayas. No ahora.

•••

Los ocho chicos corrían por todo el aeropuerto buscando a su amigo, a lo lejos una silueta pelinegra se encontraba a punto de abordar.

—¡Felix! ¡Felix!—Gritó Changbin provocando que su novio lo volteara a ver.

Sin embargo, pronto volvió a mirar hacia el frente. Dispuesto a irse. Los chicos sintieron que ya no había solución; todo estaba decidido ya.

—Lo intentamos... —Dijo Seungmin en tono triste.

—Deberíamos ir a casa. —El menor de todos abrazó a su alto novio, intentando no llorar.

Bangchan sorbió sus lágrimas y traspasó a las personas hasta llegar hacia su amigo australiano, no le importaba los de seguridad que insistían que no podía pasar. Era su amigo.

—Felix. —Murmuró sosteniendo la mano del pecoso, que ya estaba llorando.

—Déjame ir, Chris. —Pidió.

Pasajeros con destino a Sydney, por favor última llamada para abordar.

—Chris suéltame. —Intentó zafarse del agarre—. Debo irme.

—¿Acaso eso es lo que de verdad quieres, Felix?—Murmuró Chan. —Si te suelto ahora abandonarás a todos, ¿quieres eso?

El australiano menor lanzó una fugaz mirada hacia atrás: Sus amigos estaban llorando y lo miraban fijamente. Queriendo pedir que se quedase, pero sabía que no podían ser tan egoístas para decirlo en voz alta.

—Es que yo... no puedo con esto, Chan, es demasiado... No...

—Always find me, yeah? I'm not gonna leave you behind. —Dijo Chan sintiendo que las lágrimas caían de sus mejillas.

Pasajeros con destino a Sydney, última llamada.

Felix sintió que ya no le importaba nada más. Esas palabras fueron el detonante para que soltara la maleta y se lanzara a los brazos de Bangchan. Los chicos al ver la escena corrieron hasta ambos australianos y se abrazaron todos; algunas personas veían conmovidos.

—Qué bonita amistad. —Dijo una señora.

—Sí. —Afirmó la que estaba al lado de ella.

Los nueve chicos estaban juntos por fin. Eran nueve o ninguno.

—Tú haces que nosotros nos quedemos. —Murmuró Changbin hacia Felix.

N/A: Fin de este maratón.