CALL, CALL, CALL! ─STRAY KIDS !

➸about wet dreams.

El mayor se inclinó levemente dejando otro beso en la lechosa piel de su menor, quien dejó salir un jadeo ante la acción y apretó su agarre en los hombros ajenos. Las manos de Minho se deslizaron por las suaves piernas de Jisung, maldición, como las amaba.

Era tan suaves y hermosas. Probablemente se las quedaría admirando toda la noche, pero no está en eso, ahora lo único que quiere es hacerle el amor de una manera tan intensa que le hará olvidar su nombre.

—Minho—Gime el de rellenas mejillas poniendo sus temblorosos dedos sobre los botones de su camisa buscando quitarlos. Liberar ese calor que lleva dentro—, Minho hyung, te amo.

El castaño no lo piensa más y de manera quizá algo brusca quita la camisa del contrario, bajando sus besos hacia su pecho, blanco y sin ninguna marca. Ahora sus labios se deslizan a los pezones de Jisung, los cuales debido a la excitación previa están y erectos, apenas sus belfos rozan con las pequeñas protuberancias un gemido alto resuena en el lugar.

La respiración de Han es agitada y sus mejillas rellenas están plagadas de un intenso color rojo, su cabello –ahora– de color azul está desordenado, permitiéndole admirar una imagen más natural del menor. Es que Jisung era tan hermoso, aun cuando no se esforzaba por serlo.

—Minho—Escuchó nuevamente. Esa era la voz de su novio pero no sonaba excitada. ¿Qué estaba pasando?—. ¡Oye, idiota despierta!

Al abrir los ojos se percató que estaba abrazando y babeando una almohada, el menor a su lado le observaba con los labios abultados en un lindo mohín de molestia.

—¿Qué tantas perversidades estabas soñando?—Le reprochó—. Por poco y te follas mi almohada.

Sintió su cara enrojecer de la vergüenza.

—Yah, no seas exagerado—Minho se sentó en la cama pasando una mano por su cabello. Sus ojos recorrieron por completo su novio.

Se veía tan hermoso cuando usaba sus camisas como pijama.

Jisung sentía como si fuese alguna especie de pastel de chocolate con piernas por la mirada que le daba Minho.

—¿Sabes? Una vez alguien me dijo que todos mis sueños pueden hacerse realidad—Sonrió el castaño acercándose y tomando la cintura de su bonito novio.

—Hey, ¿q-qué crees que haces?

—Hago mis sueños realidad, Jisung.

Esa mañana Felix tuvo que taparse los oídos con su almohada debido a que los ruidos de la habitación de su amigo no lo dejaban dormir.