Ciclo completado en alfa equivocado

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Narrador Omnisciente:

Mina caminó por el pasillo sintiéndose agobiada por las miradas curiosas que los estudiantes le brindaban, la joven no sabia a donde se dirigía, en realidad se podría decir que estaba perdida, pero aquello jamás lo iba a comentar a viva voz, porque era verdaderamente vergonzoso para ella. La castaña siguió de largo observando los números en las puertas; la muchacha no tenía emoción alguna por entrar alguna de esas aulas, seguía estando lo suficientemente molesta con su hermana como para tomarse en serio las palabras de sus posibles maestros, Mina quería huir, volver a su hogar y encerrarse en su habitación; deseaba tanto retroceder el tiempo, hasta el punto donde recién conocía su nuevo hogar, porque se arrepentía, se arrepentía tanto el haber salido aquella tarde, el permitir el ingreso de humanos en su vehículo, porque era más que consciente que en aquel momento fue donde sus problemas comenzaron.

De repente, una suave mano atrapo su brazo desnudo provocando que se detuviese de golpe, la joven apretó su quijada intentando con todas sus fuerzas no golpear al desconocido. Mina rápidamente se giró encontrándose con unos bonitos ojos castaños rebosando emoción, la muchacha se le quedó viendo en silencio notando que el muchacho era muchísimo mas alto que ella.

—¿Eres una de las de intercambio?—cuestionó el joven de cabello ceniza sonriendo rápidamente de forma cuadrada, como si estuviese intentando ser agradable. Mina se quedó en silencio observando su brazo aun firmemente agarrado por la manos ajenas—oh, lo lamento—se disculpó avergonzado al percatarse lo que estaba viendo la desconocida, velozmente liberó la extremidad ajena llevando sus dos manos en el interior de sus bolsillo—mi nombre es Yook Sungjae y soy el presidente estudiantil, encargado de ayudar a las personas nuevas y los demás estudiantes.

—¿Lo que acabas de decir fue un monólogo? porque fue jodidamente aburrido—contestó Mina de forma burlesca sorprendiéndose de ver que el muchacho no había cambiado la cara, es más, hasta se podía ver como el color de sus ojos se había perdido por culpa de sus mejillas alzadas y sus cortas pestañas oscuras—...soy Mina—admitió ligeramente confundida por notar que él no se lo había tomado a mal.

—Myoui Mina... tienes un gran historial—comentó el muchacho elevando una de sus manos para pasarla por su corto cabello teñido—lo he leído antes de venir a clase, y déjame decirte que me ha fascinado, me alegra saber que en tu cabeza tienes neuronas y no aire—habló con naturalidad dejando caer aquella fachada de chico perfecto, la castaña alzó una de sus cejas completamente curiosa por ver como el joven había osado tener tanta confianza con su persona.

—¿Siempre eres así de confiado?—cuestionó Mina observando como el muchacho reía negando con su cabeza—¿Entonces por qué actúas así conmigo?—preguntó confundida comenzando a caminar el ver como él emprendía camino en una dirección que ella desconocía por completo.

—Porque tu historial te hace ver tan jodidamente rebelde que nadie te creería si dices algo en contra de mi—contestó Sungjae de forma sincera encogiéndose a su vez de hombros demostrando cuan insignificante era para él, que Mina hablase de su persona—Por aquí—cambió bruscamente el tema volviendo a tomar el brazo de la muchacha para tirar de ella hacia una de las tantas puertas del pasillo—clase B, literatura—aclaró leyendo el pequeño papelito que sostenía entre sus dedos, rápidamente siguió su camino dando un par de pasos más deteniéndose en otra puerta—clase 2c química, el profesor no es tan buena persona, ni muy solidario con los alumnos, pero es muy fácil hacerlo enojar así que debes tener cuidado con él—comentó sonriendo con diversión, quizás recordando algo en su pasado.

Mina se quedó en silencio escuchando atentamente cada palabra que soltaba el teñido, a la mitad de la ardua charla que mantenía el muchacho la castaña se distrajo por completo desviando su mirada hacia los grandes ventanales que daban en dirección del espacioso campo que mantenía pequeñas zonas de juegos en específicos, la japonesa dejó de seguir al tal Sungjae caminando en dirección del gran cristal, por instinto posó sus palmas sobre el vidrio de este admirando como un pequeño grupo femenino trotaba al rededor de la cancha con unos bonitos pero muy cortos trajes que no dejaban nada la imaginación, los ojos de la muchacha se desviaron una melena rojiza y no pudo evitar el apretar la quijada al percatarse que a la lejanía se mantenía un grupo masculino observando el espectáculo con diversión.

The Wolf Woman [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora