The Wolf Woman [G!P]

El despertar del alfa

Narrador Omnisciente:

Mina dio un paso hacia atrás manteniendo sus ojos fijos en la taiwanesa que sonreía con verdadera diversión, la muchacha pasó la saliva por su tráquea sintiendo su corazón bombeando con fuerza, la japonesa tropezó en el momento que sus pies se enredaron entre sí terminando por impactar su trasero contra el sucio suelo del lugar; Mina estaba humillada y oír la fuerte carcajada de aquella alfa simplemente empeoraba por completo su malestar, los ojos de la castaña se llenaron de lágrimas al percatarse que había fallado, Tzuyu tenía el poder ahora, y por más que quisiese impedirlo, ella no era tan fuerte como la pelinegra. 

La taiwanesa despeinó su largo cabello ondulado elevando sus comisuras hasta que sus inusuales hoyuelos que se formaban a cada lado de los borde sus labios salieron a relucir, la castaña apretó su quijada pestañeando con rapidez; Mina no podía humillarse de aquella manera, ella realmente no debería estar en el suelo. 

—Vaya... pero que tenemos aquí, ojala la manada estuviese viendo esto; ¿Qué? no me mires así—comentó Tzuyu elevando su mano para deslizar el dorso de esta por su mentón—no todos los días se ve a una Myoui en el suelo, y menos si es la favorita de la familia—comenzó a burlarse observando como los ojos de la castaña se inundaban de aquel característico tono rojizo—dime Minari, tengo curiosidad—utilizó el apodo siendo más que consciente de cuanto aborrecía que ella lo dijera, la japonesa observó en silencio como la taiwanesa se hincaba frente a ella manteniendo su mirada burlona—¿Que se siente ser la decepción de tu pad... espera, él no tendría motivos, es igual o más patético que tu—lo soltó con asco levantándose de su sitio para comenzar a reírse con fuerza.

Mina se levantó de golpe sintiendo la sangre burbujeando en su interior, velozmente la muchacha tomó del borde de la chaqueta ajena teniendo la brusquedad de lanzar el cuerpo de la taiwanesa contra la pared exterior de los vestidores. Tzuyu jadeó sorprendida perdiendo rápidamente el aliento al sentir la mano de la japonesa envolviendo su cuello encajando sus dedos alrededor de su tráquea, la joven observó completamente asustada las orbes rojizas de la alfa y no pudo evitar el desear que ella la soltase.

—No hables de mi padre, ¡No tienes derecho!—bramó la castaña con ira estrujando con mas fuerza el cuello ajeno, siendo más que consciente que, si permitía que sus garras salieran relucir perfectamente podría perforar la yugular de la muchacha.

—L~Lo...—intentó hablar la taiwanesa tomando velozmente grandes bocanadas de aire para poder continuar con su frase, sintiendo que, por cada respiración su garganta más se cerraba—d~dejó... él, la dejó—susurró con sus ojos inundados en lágrimas, provocando que, la castaña simplemente frunciera el ceño sintiéndose verdaderamente confundida por su confesión.

—¿Qué mierda estás hablando?—cuestionó la japonesa aflojando ligeramente su agarre permitiendo que la morena pudiese tomar nuevamente el aliento—¿Mi padre a quién dejó?—preguntó completamente confundida.

Tzuyu entreabrió sus labios deslizando su lengua por su cerezo inferior, lentamente la muchacha intentó relajarse sintiéndose intimidada por la forma en que la alfa le estaba observando. ¡HABLA! gritó Mina con su voz de alfa provocando que, a pesar de que la taiwanesa era consciente que le ganaba en fuerza y rango, la joven no pudo evitar el cerrar sus párpados siendo presa del pánico.

—Tu padre dejó a mi madre por la humana—escupió la pelinegra con tanta furia que Mina no pudo evitar el fruncir su entrecejo observando un punto fijo en la pared, intentando comprender sus palabras—ese hijo de puta prefirió una humana que su pareja predestinada—su voz salió con amargura logrando que la castaña volviese a poner toda su atención en ella—la abandonó sin importarle que ella fuese a morir, él... a él realmente no le importó—su voz se apagó como también el agarre de la japonesa quien, velozmente dio un par de pasos hacia atrás sacudiendo su cabeza en negación.