The Wolf Woman [G!P]

Bestia Myoui

Narrador Omnisciente:

Nayeon había tenido el impulso involuntario de invitar a su hogar a la peculiar castaña con instintos salvajes en el momento que su cuerpo aun se mantenía apegado con el de la contraria, la japonesa completamente sorprendida dio un paso hacía atrás agitando su cabeza de arriba hacia abajo siendo incapaz de responder a través de las palabras. Ahora ambas jóvenes se encontrabas recostadas sobre la cama, el cuerpo de Mina se mantenía contra el colchón mientras que su torso se hallaba apegado sobre el cabecero de madera, en cambio la pelirroja un tanto insegura apoyó su cabeza contra el hombro ajeno intentando recostarse sobre la anatomía del alfa sintiendo su pulso dispararse al percatarse como la castaña había rodeado uno de sus brazo sobre su cintura. Ninguna de las dos dijo nada al respecto, la coreana se encontraba verdaderamente emocionada por la acción que la japonesa cometió como para entablar algún tipo de conversación, en cambio Mina, a pesar de que no estaba haciendo nada malo, no podía evitar el sentir remordimiento y culpa.

Chaeyoung no merece esto, pensó la japonesa mientras que permitía que el cálido cuerpo de su imprimación se mantuviese apegado a su torso, Tu omega ha sido muy buena contigo para que la lastimes de esta forma, continuó con sus pensamientos recriminatorios a la vez que el sentimiento de odio por su alfa cada vez se intensificaba más por su cuerpo ante aquella terrible situación que él había causado. Mina sabía que lo correcto era alejarse, que lo más sensato era levantarse de aquella cama e ir tras su pareja predestinada, pero era consciente que su alfa pelearía contra sus decisiones, usaría toda la fuerza que tenía hasta conseguir doblegarla, porque él no se alejaría de su imprimación, no lo haría ahora que podía sentir su olor tan jodidamente cerca, y a pesar que realmente su consciencia estaba siendo de las suyas para torturarla, los sentimientos de Mina tampoco querían dejar ir a Nayeon.

—Tengo pesadillas—la confesión repentina de la pelirroja provocó que la japonesa se inclinara logrando que el calor que mantenían ambos cuerpos unidos desapareciera por completo.

La japonesa guardo silencio sin saber que era lo que tenía que responder ante lo anteriormente mencionado por la humana, la muchacha se quedó con los hombros encorvados y las palmas firmemente posadas sobre sus muslos. Rápidamente alzó su mentón posando sus oscuros ojos sobre la mirada nerviosa de la pelirroja, Mina se cuestionó en su mente la razón de sus palabras, ¿De que se trataban sus pesadillas? pensó a la vez que mordía el interior de su mejilla. Luego de un par de segundos la castaña entreabrió sus labios tomando la iniciativa de indagar en su confesión.

—¿Sobre qué?—cuestionó la alfa teniendo una vaga idea de las posibles escenas que debían estar torturando el sueño de su imprimación.

Mina observó como Nayeon agachaba su rostro elevando una de sus manos para atrapar los rebeldes mechones rojizos que obstruían el ver aquella peculiar belleza de su rostro que tan solo aquella humana había tenido la suerte de poseer. La japonesa se acomodó en el colchón logrando llamar la atención de la humana, quien, velozmente alzó su mentón encajando sus dientes sobre su labio inferior en un actitud de nerviosismo total.

—Sobre Hoseok... aun tengo la vivida imagen de su mirada sin emoción, la palidez de su rostro y~y a~aquellos... y aquellos colmillos que intentaban perforar mi cuello—confesó la pelirroja con su voz temblando ante el miedo que consumía su cuerpo—luego apareces tu... con esos colmillos expuestos y las garras que sobresalían de tus dedos, recuerdo que siempre intento gritar cuando tu mano se hunde en el cuerpo de Hoseok, pero no puedo, no puedo hacer nada, simplemente me quedó ahí y observó como la sangre salpica hacia todas las direcciones...—su voz se apagó mientras que sus manos comenzaban a temblar ante el terror y la angustia que estaba causando en su ser.

Mina por instinto inclinó su torso estirando sus manos para tomar entre sus dedos las palmas de la pelirroja, la muchacha se acomodó lo suficiente para quedar al lado de la humana observando con su oscura mirada las mejillas sonrojadas de la coreana.