The Wolf Woman [G!P]

Lo siento

Narrador Omnisciente:

Mina se quedó completamente estática observando como Nayeon acariciaba sus brazos pareciendo verdaderamente incómoda por el ambiente silencioso que las estaba envolviendo, los ojos de la castaña se desviaron del bonito rostro de la pelirroja hacia el de su hermana menor al oír como esta caminaba por el lugar envolviendo sus brazos sobre la cintura de Dahyun. Mina rápidamente se inclinó manteniendo la mandíbula tensada ante el pinchazo de dolor que comenzaba desde sus heridas hasta la parte baja de su columna vertebral; la joven lo sabia, la pelinegra se iba a ir para dejar a la coreana a solas con ella, y por más que su lobo interior anhelaba aquel intimo momento, Mina no podía aceptarlo.

—Bueno las dejamos a solas...—Momo se estaba despidiendo, provocando que, completamente aterrada Mina se colocara de pie gruñendo por lo bajo ante el dolor que se expandía por su torso—¿Estás bien?—cuestionó confundida teniendo el instinto de dar un paso en dirección de la castaña, pero rápidamente aquel movimiento se detuvo a mitad de camino al notar como Nayeon se acercaba a su hermana y la veía con una adorable preocupación.

Mina se quedó inmóvil con sus oscuros ojos fijos en la bonita mirada de la pelirroja sintiéndose verdaderamente perdida por el tono brillante en aquel par castaño. La joven carraspeó en el momento que notó el sutil rubor adornando las mejillas de la humana y no pudo detener el movimiento de sus comisuras alzándose para formar aquellas sonrisas poco usuales en ella. A pesar que las intenciones de la japonesa eran estar lo mas alejada de la atractiva pelirroja, sus impulsos de alfas le obligaron dar un par de pasos en dirección de la muchacha notando como el carmesí en el rostro ajeno comenzaba a tomar mayor color, volviéndose más intenso, más adorable para el gusto de la alfa.

La castaña se quedó unos segundos más admirando la belleza peculiar de la humana olvidando por completo el sonido de los pasos ajenos alejándose de su habitación, para su mala suerte, cuando se vino a percatar de la existencia de su hermana ya era demasiado tarde; Momo le había dejado a solas con su imprimación. Mina tragó saliva sintiendo sus manos temblar ante el temor de la cercanía ajena, le intimidaba las sensaciones que solo su imprimación era capaz de causar en ella, con solo tener la presencia de la humana su alfa se tranquilizaba, y aquello no era para nada bueno. Nayeon tuvo el impulso de estirar su mano deslizando su dedo indice por la quijada de la castaña admirando en silencio aquel extraño par oscuro, mientras que la japonesa sentía su abdomen contraerse ante el dulce tacto de la humana, logrando que su respiración quedara atrapada en su garganta.

—Lamento lo del otro día—se disculpó Mina provocando que expandiera sus párpados sin poder creer que, ella, la alfa, había sido capaz de asumir su error.

Asustada la castaña dio un paso hacia atrás queriendo alejar el tacto de la humana, pero a pesar de que realmente estaba intentando con todas sus fuerzas el no cometer una estupidez, sentir las cálidas manos de Nayeon sosteniendo su quijada le habían provocado volver a dar otro paso, pero esta vez hacia adelante.

—No volveré a interponerme en una pelea—respondió Nayeon manteniendo sus brillantes ojos fijos en la mirada incrédula de la japonesa—¿Quién te golpeó en el labio?—cuestionó cambiando por completo el tema al querer disipar la sensación de vergüenza que le recorría el cuerpo al sentir los oscuros ojos de la contraria aun fijos en su rostro.

Mina parpadeó confundida sintiendo las yemas de sus dedos arder ante el deseo de querer tocar la piel de la pelirroja, se quedó en silencio batallando con su alfa para que este no tomara la decisión de cometer una locura, pero a pesar de que estaba colocando todo de ella para no joder la situación que ya en sí estaba bastante jodida, sus pensamientos no estaban siendo de gran ayuda al comenzar a tener vividas imágenes ficticias de las diferentes formas en que su boca tocaba los labios de la pelirroja.