The Wolf Woman [G!P]

¿Extinción?

Narrador Omnisciente;

Mina se quedó completamente paralizada sintiendo su cuerpo entumecido ante el desgarrador llanto por parte de la omega, la joven entreabrió sus labios queriendo decir algo al respecto, pero las palabras no brotaban de su boca, su garganta rápidamente se había cerrado a la vez que sus ojos se aguaban ante el dolor que azotaba su corazón; Mina sufría, sufría por ella. La japonesa relamió su labios observando como la pelinegra se limpiaba con fuerzas las mejillas para luego sin decir palabra alguna girar sobre sus talones caminando en dirección del baño hasta encerrarse en él. Mierda, pensó la castaña mientras que se quitaba el condón haciendo un extraño nudo para luego simplemente caminar hasta la pequeña papelera tirando aquel pedazo de goma en su interior. La muchacha rápidamente volvió a su antigua posición tomando su ropa interior para cubrir su desnudez, Mina subió los pantalones hasta sus caderas escuchando de fondo como el llanto por parte de su pareja predestinada continuaban haciendo eco en aquella pequeña habitación, la joven suspiró a la vez que, por instinto se acercaba hasta la puerta estirando una de sus manos para golpear con los nudillos aquella fría la madera.

—¡N~No te quiero ver!—la rasposa voz de la pelinegra exigiendo que ella abandonara la habitación, provocó que la castaña tan solo bufara inclinando su cuerpo contra la puerta para apoyar su frente contra la madera—¡Conseguiste lo que querías, ahora vete con tu imprimación!—ordenó a la vez que su voz se quebraba ante el llanto que la azotaba.

—No lo haré—admitió Mina sintiendo su corazón latiendo con fuerza ante las bruscas emociones que Chaeyoung le estaba haciendo pasar, no puedo hacerles esto, pensó la castaña mordiendo su labio inferior mientras que apoyaba su palma contra la madera—fue un error, y estoy buscando la forma de remediarlo... por favor Chae créeme—suplicó sintiendo como el silencio era la única respuesta que la mencionada fue capaz de proporcionar.

Quizás, si bebo constantemente de la sangre de Chaeyoung tal vez pueda suprimir por completo los sentimientos de Nayeon, pensó la japonesa mientras que continuaba mordisqueando su labio inferior buscando la respuesta a todos sus problemas. Mina dio un paso hacia atrás al escuchar el cerrojo cediendo provocando que, rápidamente el cuerpo de la pelinegra se mostrase frente a sus ojos, la castaña perdió el aliento sintiendo sus piernas flaquear ante aquel latigazo de dolor que impacto con fuerza contra su corazón; el rostro de Chaeyoung estaba completamente enrojecido mientras que su labio tenía pequeñas heridas autoinflingidas. La japonesa actuó bajo instinto acercándose al frágil cuerpo de la menor estirando sus manos para presionar sus palmas con delicadeza sobre las mejillas ajenas, velozmente sus ojos se toparon con aquella triste mirada que le indicaba cuanto estaba sufriendo por aquel desgarrador descubrimiento.

—T~Tu puedes vivir sin mi, pero yo no puedo vivir sin ti—susurró la omega mientras que cerraba sus párpados sintiendo como la alfa deslizaba sus pulgares por sobre la humedad de su rostro intentando limpiar las lágrimas que aun continuaban por su descenso.

Mina apretó sus labios sintiéndose frustrada por todo el caos que estaba causando; la joven miró a la pelinegra teniendo el instinto de tirar del rostro ajeno deslizando su palma hasta la nuca de la menor, con algo de brusquedad Mina le brindó un cálido abrazo permitiendo que Chaeyoung escondiera su rostro contra su cuello mientras que sus palmas se adherían contra su espalda aun completamente desnuda. La japonesa mordió el interior de su mejilla sin saber que hacer; ella no quería que Chaeyoung muriera, pero tampoco quería que Nayeon sufriera hasta perder la vida. La castaña suspiró con su labio inferior temblando ante la sobrecarga de emociones que el cuerpo de la omega estaba emanando con tanta vehemencia, el miedo y la desesperación los sentimiento que más la agobiaban, pero no dijo nada al respecto, tan solo se dedico a sostener entre sus brazos el casi abatido cuerpo de su pareja predestinada.