The Wolf Woman [G!P]

¿Monstruo?

Narrador omnisciente;

La luna aun se mantenía deslumbrando con su espectacular resplandor en aquella fría noche de problemas que azotaba la vida de los Myoui, la japonesa de un solo movimiento abrió la puerta de su vehículo abandonando aquel automóvil para dirigirse hacia su hogar, cada pisada que la muchacha daba lo hacía con mayor fuerza que la interior dejando al descubierto cuan enfurecida se encontraba. Mina bufó sintiendo la sangre burbujeando en el interior de su anatomía; sus manos velozmente comenzaron a temblar ante la sobre cargada de adrenalina que estaba siendo azotado su cuerpo, la joven apretó la quijada observando con aquel nuevo color en sus orbes tan jodidamente llamativos para las vistas ajenas como las luces del interior de su casa aun se encontraban encendidas, por instinto la alfa gruñó exhibiendo sus afilados colmillos provocando que Chaeyoung tomase la estúpida decisión de interponerse en el camino de aquel enfurecida lobo. El alfa cegado por la cólera empujó el frágil cuerpo de la omega mandando a la pobre muchacha contra el césped. Mina expandió sus párpados al ver lo que su alfa había osado cometer, arrepentida flexionó sus rodillas hasta que estas hicieron colisión con el suelo, su respiración era fuerte e irregular causando que la pelinegra se encogiese en su sitio ligeramente asustada por lo que el lobo fuese capaz de hacer preso de la ira. La castaña tragó saliva encajando sus afiladas garras contra su propio cuerpo haciendo todo lo posible por relajar a su alfa para que no lastimase a la omega.

Mina se sentía completamente asustada; las acciones de su lobo se estaban saliendo de su control causando cosas como esas. La castaña relamió sus labios intentando relajar su pesada respiración como la ira que burbujeaba por todo su ser, lentamente sus garras volvieron a su estado original como también el de sus expuestos colmillos, con sus orbes moradas observó con completo arrepentimiento el asustado rostro de su omega, y no pudo evitar que la culpa por perder la consciencia la azotara con brutalidad.

—Lo siento—se disculpó con completa sinceridad estirando con lentitud su mano para que pudiese tocar aunque fuese con la yema de sus dedos la tersa piel ajena—lo siento muchísimo—y continuaba disculpándose sintiendo como la contraria atrapaba con sus dedos las palmas de sus manos.

—Esta bien, no ha sido tu culpa—la tranquilizó Chaeyoung brindándole una bonita sonrisa que hizo que la joven se sintiese aun más culpable de lo que ya se sentía—¿Me puedes hacer un favor?—pidió deslizando su pulgar por la suave piel de las manos ajenas.

—Lo que tu quieras—susurró Mina acercándose al cuerpo de la menor hasta tener la posibilidad de poder inclinar su torso para presionar su frente contra el hombro izquierdo de la pelinegra, sus músculos se tensaron en el instante que fue consciente del abandono de las suaves caricias que estaban sintiendo sus palmas para ser gratamente sorprendida de sentir los dedos de la omega deslizándose por su nuca.

—No te lastimes más—pidió casi sonando un suave murmullo para los oídos de la japonesa causando que el alfa se descolocara por completo ante sus palabras—deja de luchar Minari, no es necesario que tengas que poner tu vida en riesgo por todo lo que pasa a nuestro alrededor—su voz salió rasposa provocando que la castaña alejara su rostro de su nuevo escondite para alzar su mentón encontrándose de frente con los ojos aguados de la omega—tu acciones afectan a los demás, ¿Lo sabes, verdad? cada vez que te veo herida me lastimas a mi, entiéndelo de una vez—suplicó con su voz ahogada ante el llanto.

Mina se quedó en silencio mordisqueando su labio inferior mientras que veía como Chaeyoung alejaba sus manos de su cuerpo para pasar sus puños por sus húmedas mejillas; Ella tiene razón, pensó la castaña manteniendo sus ojos fijos en los pómulos sonrojados de la menor a la vez que su mente no dejaba de recriminar el daño que constantemente le estaba haciendo pasar a la omega. La joven mordió el interior de su mejilla a la vez que relajaba sus hombros permitiendo que dejase a la vista cuan cansada se encontraba por todo lo que había vivido, y como la culpa y la angustia nuevamente estaban siendo sus fieles compañeros ante las acciones de su descontrolado alfa enfurecido.