aléjate

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Narrador Omnisciente:

Mina bufó con una clara muestra de irritación al tener tan cerca a Hoseok, la muchacha en un movimiento desesperado por distraer su malestar comenzó a golpear con la suela de su zapato el suelo provocando que aquel seco sonido fuese el único que se oía en el interior de las cuatro paredes. La japonesa elevó sus comisuras al escuchar como el humano comenzaba a quejarse ante el agonizante dolor que debía estar recorriendo por todo su cuerpo, por instinto echó su espalda contra el respaldo de la silla elevando a su vez su mirada para encontrarse con el rostro aun ensangrentado del muchacho. Hoseok gruñó al ver como la castaña alzaba una de sus cejas, ¿Duele? preguntó en silencio soltando una suave risa entre dientes provocando que la sangre que viajaba por las venas del humano comenzara a hervir, y sino fuese porque el director simplemente se encontraba observando sus interacciones lo más seguro es que se hubiese lanzado nuevamente contra el cuerpo de la muchacha. La japonesa encajó sus dientes sobre su labio inferior girando velozmente su rostro para encontrarse con el rostro enrojecido del corpulento hombre; el director elevó una de sus gruesas palmas deslizándola por su húmeda frente, se veía cansado, agotado por el tener que lidiar con cosas como estas.

—¿Se sienten orgullosos?—cuestionó el regordete hombre a la vez que, por la furia que tenía en el cuerpo en un impulso involuntario se quitó su peluquín provocando que la japonesa agachara su rostro intentando con todas sus fuerzas el no reír—esto es un instituto, no una cárcel, ¿Entendieron? no pueden ir por la vida dándose puñetazos como si no fuese la gran cosa, son adultos... ¡Jesucristo! ¡Se supone que estoy hablando con gente madura!—se oía realmente frustrado, provocando que la castaña alzara su mentón viendo con arrepentimiento el rostro colérico del adulto.

Sungjae no se parece a él, pensó la japonesa manteniendo su ceño fruncido, la joven por instinto le dio un vistazo a la habitación percatándose de las fotografías que se hallaban pegadas en la pared detrás del robusto director. La castaña lamió su lastimado labio inferior percatándose de una mujer adulta sosteniendo entre sus brazos a un pequeño niño de cabello negro, ese debe ser Sungjae, pensó elevando una de sus manos hacia su mentón, es igual a su madre, comentó en sus pensamientos llevándose una grata sorpresa de ver que, en casi todas las fotos que el hombre mantenía en ninguna de ellas él estaba presente.

—...¡¿Qué?! ¿Por qué yo soy el único perjudicado? ¡Ella rompió mi nariz!—la voz de Hoseok provocó que la castaña parpadeara confundida girando su rostro para ver el rostro enrojecido del muchacho—¡Hija de puta!—bramó tomando la estúpida decisión de abalanzarse contra ella.

Mina mordió el interior de su mejilla sintiendo su espalda colisionar contra el suelo, la japonesa se mantuvo completamente quieta permitiendo que el humano impactara su puño contra su mejilla cuantas veces él así lo quisiera, Hoseok gruñó y vociferó palabras que ella no fue capaz de comprender al estar concentrándose para no dejar salir a su lobo interior. La castaña suspiró en el momento que sintió como el humano era levantado de su cuerpo, por instinto intentó ver al responsable de su salvación apoyando sus dos antebrazos sobre el suelo para elevar su torso, por instinto expandió sus párpados al ver como Sungjae y Momo sostenían el cuerpo furioso del humano, ¿Cuando llegaron ellos? pensó la muchacha sintiendo su corazón latiendo con fuerza al ver como su campo de visión era obstruido por unos bonitos ojos castaños que la observaban con preocupación.

—¿Estás bien?—cuestionó Nayeon a la vez que estiraba su mano sosteniendo con delicadeza la quijada de la japonesa.

La castaña entreabrió los labios, pero rápidamente los volvió a cerrar al no saber que responder.

—Im, ¿Puedes llevarla a la enfermería?—preguntó el director mientras que veía con molestia como Hoseok intentaba ir de nuevo contra el cuerpo de la castaña—¡Lee ni se te ocurra volver a tocarla!—su voz era potente, amenazadora, y para la suerte del humano este tomó la decisión más razonable; el quedarse quieto.

The Wolf Woman [G!P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora