11. Sube y baja.

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—Ahora tengo el número de los dos. Con Lance no he hablado, pero llamé a Dae anoche, me agrada —le conté a Kira mientras nos cambiábamos en los vestidores luego de la clase de educación física.

—¿Con Daehyun? —Kira frunció el ceño—. No me digas que estás intentando reemplazar a Lance con su mejor amigo. Suri, eso no es una buena idea.

—¡Claro que no! No tiene nada que ver —exclamé a la vez que cerraba el casillero.

—¿Estás segura? Puede que lo hagas inconscientemente, sin embargo, es sospechoso que después de que Lance se reunió con Grace y Emilia hayas querido ser amiga de Daehyun...

—No es así, desde que conocí a Dae me pareció un buen chico, y ayer pude conocerlo mejor. Hice una promesa conmigo misma porque pensé lo mismo que tú. Jamás lastimaré a Dae. Somos amigos, es todo. ¿Qué hay de malo?

Kira rodó los ojos.

—¿Quizás que lo ilusionarías? Suri Adams, le gustas a ese chico. Él no tiene idea de que tú solo tienes ojos para Lance —levantó una ceja, recriminándome. Ella no acostumbra regañarme, no obstante, cuando lo hacía era letal.

—¿Por qué crees eso? ¿No puede ser que es amable y ya está? O sea, existen personas buenas por naturaleza —callé porque sentía que estaba diciendo tonterías. Lo sabía. Kim Daehyun era amable con todo el mundo, pero la forma en que me miraba era diferente. No sabía qué hacer, quería que fuéramos amigos, a pesar de que estuviera mal—. Está bien, lo acepto. Puede que él sienta algo más por mí, basta con que le deje claro que solo puedo ofrecerle mi amistad. Dae es inteligente, lo entenderá.

—Bueno, Lance te ha demostrado que te quiere como amiga, y mira, sigues enamorada.

—¡Mejor apuñálame, dolería menos! —tomé mi mochila y me dispuse a irme cuando me interrumpió.

—Eres demasiado adicta a las relaciones sube y baja, por eso es que ninguna termina funcionando para ti —dijo, decidí detenerme a escucharla, sonaba seria.

—¿Relaciones qué? —ladeé la cabeza, confundida.

—En el juego del sube y baja necesitas el peso de dos personas en cada lado para que se mantenga en equilibrio. Cuando alguno comienza a depender emocionalmente del otro, ejerce más peso. Deja de ser divertido, pero siguen, porque si uno se baja, el otro se precipita hacia el suelo. Ninguno quiere tomar esa decisión por lo que continúan —hizo una pausa para mirarme, suspiró y prosiguió—. Lance empezó dependiendo de ti, te vio como su heroína, alguien que se preocupó por él. Sé que tú adoras a las personas vulnerables, no para manipularlas o aprovecharte, tus intenciones son buenas, deseas ayudar. Justo por ese espíritu solidario que posees es que te sientes atraída a él, quieres que siga necesitándote. Te diste cuenta que, poco a poco, dejó de hacerlo. Y ahora eres tú quien pesa más.

—¿Y qué sugieres que haga, Kira? No quiero que Lance y yo...

—Cuando comiences a hacerte más pesada, solo baja. Evita que las cosas se tornen peores. Te estás haciendo daño, Suri —ella se levantó, cargando sus cosas—. No obligues a Daehyun a subirse también y sufrir contigo —declaró y luego se fue, dejándome con el pensamiento de que si debían haber heridos aquí, yo me encargaría de ser la única.

(...)

No tuve contacto con Lance durante una semana. Después de que pasaron cuatro días, él me llamó preguntándome por qué no lo había esperado para regresar a casa juntos, le mentí diciéndole que estaba ocupada y lamentaba no haberle contado antes. Él respondió con «Está bien, Suri. Cuando tengas tiempo, avísame. Quiero decirte muchas cosas y por teléfono no es lo mismo», me preguntó cómo estaba, me limité a susurrar «Bien». Hablamos un poco sobre una cantante que a ambos nos gustaba debido a que ella había lanzado un nuevo álbum, acto seguido, la llamada terminó. Me recosté en la cama de mi habitación, inhalé y exhalé, tratando de normalizar los latidos de mi corazón, debía reconocer que lo extrañé, y eso precisamente era el motivo de todo este desastre.

Esta secuela es un desastre [OCRA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora