Le mandé un mensaje a Lance.
«Estoy tan nerviosa» —escribí.
Me sorprendió cuando escuché el tono de llamada de mi celular.
—¿Hola? —contesté, confundida.
—¿Necesitas hablar con alguien? —inquirió Lance, transmitía genuina preocupación.
—Si eres tú, sí —Él guardó silencio, esperando que continuara—. Mañana asistiremos a una convención de videojuegos para promocionar «Dalia», es la primera vez que somos invitados a uno de estos eventos. Además, hemos conseguido que una compañía distribuya copias físicas. No estoy segura si podré dormir.
—¡Estoy muy orgulloso de ti! —exclamó, pude imaginarlo sonriendo—. Te irá genial, Kira y Tanner te acompañarán, y si estás de acuerdo, me encantaría apoyarte también.
—Una persona especial como tú debe estar presente en mi momento especial, ¿no crees?
Cubrí mi rostro con la almohada, sintiendo un calor abrazador a causa del bochorno.
—No sé mucho de videojuegos, pero te ayudaré en lo que haga falta.
—Sophie tampoco, será divertido verlos en ese ambiente —reí levemente—. Dante admira nuestro trabajo, no tienes idea lo mucho que le emociona que estrenemos un título el día de su cumpleaños, me aseguraré que sea el primero en recibirlo.
—No pudieron darle un mejor regalo —Su voz era como música, reprimía los impulsos de mover mi cabeza ante cada sílaba que pronunciaba.
—Después de la convención, iremos a celebrar, ¿te gustaría unirte? —pregunté, luego de una pausa.
—Por supuesto, gracias por incluirme en tus planes, Suri —Hubiera estado dispuesta a rodar por mi cama, sino fuera porque todavía no había tirado la basura, que seguía abarcando más de la mitad del espacio.
Durante la siguiente hora, Lance me contó que consiguió los números de teléfono de los hermanos Mezzaluna, intercambiando, de este modo, consejos y recetas.
Esa noche dormí profundamente ya que conversar con Lance fungió como una canción de cuna que desapareció cada una de mis inseguridades.
(...)
La convención «Chaos Games» se realizó en un edificio del centro de la ciudad. Normalmente era alquilado para festivales o conferencias de índole cultural o académica.
—La editorial de mi madre a veces organiza ferias del libro aquí —me dirigí a Lance, Kira y Tanner.
—Ahora está lleno de gamers y frikis —apuntó Kira, encogiéndose de hombros.
—No le digas así a nuestros seguidores —reprendió Tanner, dedicándole una mirada desdeñosa.
—Me incluyo en esa descripción, cariño. Hace una semana, no dormí porque quería terminar un anime donde la protagonista usaba un traje de conejo.
—Eso no es nada, yo aprendí japonés porque odiaba esperar que tradujeran los mangas —levanté ambas cejas, envuelta en un aura juguetona.
—¿Es raro ordenar una almohada tamaño real de Yuri de «Doki doki literature club»? —El rubio se mordió el labio.
—Bueno, Tanner, tú sí que estás enfermo —bromeó Lance, provocando que nos riamos a carcajadas.
El lugar constaba de tres niveles: En el primero se dedicaban a vender mercancía de anime, cómics y otros artículos relacionados a la cultura asiática, el segundo comprendía la zona de videojuegos, principalmente de su compra. Finalmente, en el último piso, se celebraban competencias para demostrar quién contaba con la mejor destreza en lo que respectaba a videojuegos populares.
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Esta secuela es un desastre [OCRA #2]
Novela JuvenilLa historia se centra en Suri Adams, una chica optimista que intenta resolver cualquier problema con una sonrisa. Se caracteriza también por ofrecer ayuda a quien lo necesite sin esperar nada a cambio. Por casualidad conoce a Lance Wilde, un chico q...