4. No podía arruinarlo.

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—¿No deberías estar con tu novio? —Fue lo primero que Lance me dijo al sentarme a su lado en el césped durante la hora del receso. Él solía comer detrás de uno de los edificios del instituto. Estos últimos días había estado a su lado cada vez que surgía la oportunidad, se mantuvo reacio las primeras veces, no obstante, se terminó resignando.

—No tengo novio, ¿si tuviera te incomodaría? —me mordí el labio, bromeando de manera coqueta, él puso los ojos en blanco—. Tanner es mi mejor amigo. Fuimos novios hace un buen tiempo, es algo pasado. Kira también es mi mejor amiga.

—¿Kira es la pelirroja que da miedo?

—Sí, ¿en serio es tan intimidante? —reí un poco. Sabía en el fondo que lo era, salvo conmigo.

—Por cierto, ¿por qué me tienes catalogada como «popular»? Me lo dijiste hace unos días y no ha dejado de rondar por mi cabeza, ¿cómo se mide eso?

Lance me observó con el ceño fruncido, acto seguido, rio sarcásticamente.

—Bueno, las personas populares son conocidas en toda la escuela, ¿no es así? Es lo que la palabra significa. Tanner es de los chicos considerados más guapos y además es capitán del equipo de voleibol, Kira es la chica ruda por excelencia que siempre se mete en problemas, y tú estás siempre con ellos, es inevitable. De igual forma, fuiste novia del «rey» de este lugar. Eres bonita, inteligente y también dicen que eres muy amable...

—Creo que entendí, está bien.

—Espera, hay más. Tu hermana es la alumna que se ha graduado con mejores notas en la historia de este asqueroso colegio y fue parte de la primera generación del club de literatura. El padre de Kira es el entrenador del equipo de voleibol, el único que ha sido capaz de llevar al equipo a las nacionales. Ah, y el hermano mayor de Tanner, Nick Parker, fue la estrella del fútbol los años que estuvo aquí. Eso es todo, ¿aclarada tu duda? —me dedicó una media sonrisa antes de voltear y sorber el contenido de su lata de refresco.

Tenía la boca abierta, ¿tanto conocía acerca de mí? ¿Cómo era posible que yo no supiera nada sobre él?

—¿Los demás podrían responderme de esa forma o solo tú estás tan bien informado? —le di una mordida a mi barra de cereales para tener la excusa de mirar a otro sitio. Mis mejillas ardían, debería sentirme incómoda, pero simplemente estaba avergonzada.

—Pregúntale a cualquiera. Tengo buena memoria y un gran oído, Suri Adams.

—No es justo, cuéntame algo sobre ti, tenemos que estar empatados —le sonreí, él se encogió de hombros.

—No tengo un historial tan interesante.

—Lance, no seas así —lo golpeé ligeramente en el brazo—. Vamos —Cuando logré que se volviera, intenté usar mis trucos de manipulación contra él: hacer un puchero adorable. Todas las personas acostumbraban caer. Fue decepcionante que solo obtuve una mueca de parte de ese chico.

—Da igual, ¿qué quieres saber? —se rindió luego de que continuara insistiendo. Técnicamente había caído, me siento victoriosa.

—¿En qué secundaria estudiaste?

—No la conoces, vivía en Winterfield antes de venir aquí.

—Vaya, ¿de un lugar nevado a un sitio donde siempre hace calor? ¿Te gustan mucho los cambios?

No respondió.

—Veamos, ¿tienes hermanos?

—Mi hermano mayor, Maurice, si él hubiera estudiado en este colegio, tal vez habría adquirido un poco de popularidad por su culpa. Es de esas personas que se lleva bien con todo el mundo. En fin, no me gusta mucho hablar de mi familia.

—Vale, no preguntaré más de eso... todavía. Hay que tomar un poco de confianza, ¿no crees?

Finalmente rio, era una risa sincera. Me gustó que fuera profunda y melodiosa.

—¿Qué te gusta hacer? —dejé de comer para prestarle atención, si teníamos algo en común, iba a aprovecharlo lo más posible.

—Escuchar música, dibujar, cocinar —Lo último lo dijo tan bajo que me tuve que acercar para oírlo con claridad.

—Oh, cocinar. ¡Yo soy muy mala cocinando! Mi plato estrella son huevos revueltos. Me gustan más los videojuegos, leer y bailar. No soy buena en los deportes como mis amigos, con bailar es más que suficiente para mí.

—Uh, yo no sé bailar. Ahora estamos empatados, ¿pueden acabar las preguntas, Suri?

—No lo sé, déjame pensarlo —reí con malicia en el instante en que una voz que no me era familiar nos interrumpió.

—¡Lance, encontré un libro de recetas italianas! Estoy seguro que te será muy útil, mira... —El chico asiático que acababa de llegar se detuvo en seco. Su mirada pasó de Lance a mí durante un minuto, recayó en él y noté que estaba en shock, parecía exigirle una explicación con aquel gesto.

—Hola, muchas gracias por el libro. Quédate, Dae, te la presentaré. Ella es Suri Adams. Suri, él es Kim Daehyun, es mi compañero de clase, quizá te interese saber que es presidente del club de literatura. Tiene mucho que agradecerle a tu hermana y a sus amigos, no sé qué sería de este chico sin los libros —Luego de escuchar eso le sonreí ampliamente y extendí mi mano para estrechársela, después de un segundo, reaccionó. Su apretón fue fugaz, como si mi tacto le hubiera perturbado.

Daehyun podía describirse como hermoso. No sentía una atracción particular por los asiáticos, pero sus rasgos finos y cutis generalmente envidiables eran atractivos. Él, en particular, poseía ojos más grandes que el promedio y me recordaban a los de un conejito. Sus incisivos acentuaban más el parecido. Decidí dejar de analizarlo porque se estaba poniendo cada vez más rojo.

—¿C-Cómo se conocen? —interrogó con nerviosismo. Imaginé que la razón era porque no podía hablar nuestro idioma a la perfección, descarté la idea rápidamente debido a que su acento era casi imperceptible.

—Fue una casualidad. Él me ha ayudado mucho, es muy lindo, ¿no crees? —me apresuré a mentir. Sabía que el chico terco me dejaría de hablar si mencionaba algo, eso era seguro. Además, quería molestarlo y observar su reacción.

—Sí, Lance es genial. Me alegra que sean cercanos. Eh, pronto acabará el receso, tengo que regresar. Nos vemos —Daehyun hizo una leve reverencia antes de irse, cada vez lo consideraba más adorable.

—Se fue casi huyendo, ¿le habré caído mal? —susurré en el oído de Lance tan pronto vi que su silueta se perdía entre los árboles.

—Nada de eso, tengo entendido que le gustas un poco. Siempre me ha dicho que eres una persona muy especial.

—Ah, ya veo, Daehyun es muy tierno, no estaría mal intentarlo...

—Adelante, lo harías muy feliz.

Me molestó la respuesta de Lance, intuí que era debido a que no me siguió el juego de fingir celos como Tanner solía hacer. Era eso, rogaba que fuera así. No podía arruinarlo todo con sentimientos innecesarios. Simplemente no.

FIN CAPÍTULO 4. 

Nota

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Nota. ¡Hace un tiempo que no hablaba con ustedes al final! Me alegra muchísimo poder volver a leer sus comentarios, no saben la falta que me hacen, he tenido una semana muy estresante y conversar con ustedes sería genial. Cuéntenme qué les ha parecido, ¿les cae bien Suri? ¿Tanner? ¿Kira? ¿Daehyun? Sobre Dante y Sophie, a los cuales seguro extrañan, planeo que aparezcan más activamente después de un par de capítulos, cuando menos se lo esperen, volverán. Sin más que decir, ¡gracias por leer! 

Esta secuela es un desastre [OCRA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora