31. Mala idea.

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13 de agosto de 2020

Lance.

Cené con mi padre mientras veíamos una película que encontramos por casualidad en la televisión. Ambos éramos callados por lo que no hablamos mucho, no obstante, disfrutaba compartir algunas horas con él. Estaba dispuesto a conocerlo y permitirle entrar a mi vida poco a poco, quería deshacerme del rencor que solamente ayudaba a que me sumergiera en mi propio dolor. Desearía que Moe estuviera aquí, quizás no seríamos una familia convencional, pero me encantaría que lo fuéramos en el futuro.

—Buenas noches, hijo. Duerme bien —dijo mi padre, despidiéndose con la mano y entrando a su cuarto. Lo imité, acomodándome en la cama hasta que me sobresaltó el sonido de mi celular.

—¿Hola? —saludé a la persona al otro lado de la línea—. Lamento no haber respondido antes, no he revisado mensajes ni llamadas últimamente.

—Es típico de ti, Lance —contestó Daehyun con cierta molestia—. Me has ignorado desde la fiesta de Tanner, ¿estás bien? Intenté contactar con Suri, finalmente me respondió ayer, diciendo que no sabía nada y prefería que no indagara más. ¿Qué le hiciste, idiota?

A pesar de su apariencia tranquila, el carácter de mi mejor amigo era bastante fuerte. Especialmente si se trataba de reprenderme por cada una de las tonterías que he cometido durante el tiempo en el que nos conocemos.

—Eh, después de que Mónica y tú salieran de la habitación de Tanner, una cosa llevó a la otra y... —conté vagamente, meditando sobre la manera en que lo relataría.

—¡Te acostaste con ella, aprovechado de mierda! —interrumpió, destilando rabia—. No debiste utilizar a Suri como lo hacías con tus parejas, simplemente teniendo sexo y dejándolos. Creí que cambiaste cuando saliste con Grace, veo que no es así. Me preocupa que esto te ocasione problemas.

—Daehyun, cálmate. Nos besamos, fue todo. Me arrepentí ya que no estaba bien que ocurriera en esas circunstancias, en una fiesta, los dos borrachos —hice una pausa, avergonzándome de mis acciones anteriores—. La quiero, en serio. Tanto que nunca jugaría con ella. No creo ser capaz de darle lo que se merece ahora. De cualquier manera, quiero ser honesto con mis sentimientos y pedirle perdón por comportarme como un imbécil.

—Está bien, siento mucho haberme precipitado. Realmente me importa Suri, es una gran amiga y me aterra que salga lastimada. No quiero que nadie termine herido, Lance.

—Lo sé, y lo aprecio. Te prometo que no actuaré impulsivamente.

—Recuerdo que me juraste algo similar hace un año —arremetió, no era necesario que visualizara su semblante para percatarme que no sería indulgente con lo que diría a continuación—. Eran vacaciones de verano también, ¿no? En esa fiesta donde te reencontraste con Debrian y te aconsejé que no era buena idea que intercambiaran números. Mucho menos porque íbamos a asistir al mismo bachillerato. ¿Y me escuchaste? ¡No, jamás! —reclamó, levantando el tono de su voz.

—Fue un error pequeño... —justifiqué, ignorando la gravedad del asunto.

—Pudo matarte, estúpido. Sus amigos y él te acosaron por meses. Sin el apoyo de Suri, Tanner y Kira, ¡quién sabe qué te hubiera pasado! No me pediste ayuda, sino que me contaste la verdad apenas hace unas semanas. Comienzo a pensar que no confías en mí.

—No, Dae, confío en ti. Eres el único que sabe acerca de mi familia, es decir, el motivo por el que me mudé. No es algo que le confesaría a cualquiera.

—Tienes razón —aceptó, notablemente arrepentido—. No debí dudar de ello.

—No es tu culpa, estoy consciente que no he sido un buen amigo estos días.

Esta secuela es un desastre [OCRA #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora