A Isaías le daba envidia cuando conocía a personas que eran sociables hasta la médula. Él, quien era una crisálida tardía, jamás fue especialmente bueno hablando con extraños. Actualmente ya no era un introvertido asocial, pero no tenía la capacidad natural de hacer amistad con las personas a su alrededor. Por eso mismo le dio un poco de miedo cuando Bruno y Nicolás se vieron a los ojos y actuaron como si hubiesen tenido un flechazo del otro.
No, no estaba hablando de una conexión romántica. Ellos hicieron otro tipo de click porque en cuanto comenzaron a hablar parecía que una multitud se instaló en su sala, donde las risas y las bromas no paraban. Alfredo, por su parte, se mantuvo a una distancia prudente de la escena, de vez en cuando intervenía, pero estaba más ocupado comiendo lo que la abuela les había preparado cómo recibimiento. Ambos, siempre amables, estuvieron un rato metidos en la conversación, para después darles su espacio.
Isaías ladeo el rostro, observando el desarrollo de los hechos con curiosidad. Jamás pensó que hubiese una persona en el mundo que pudiese llevarse tan bien con Nicolás, pero después de que escuchó la manera tan bruta en que comenzaron a bromear entre ellos, lo entendió un poco. Los dos eran unos pesados, a lo mejor acababan peleándose en algún punto, o quizás, se juntaban para golpear a alguien.
Cómo sea, Isaías estaba feliz de encontrarse fuera de su intercambio de palabras, porque cuando su nombre apareció en la conversación no fue por un buen camino, al menos para él.
—Entonces ¿Ustedes solo son amigos? —preguntó Bruno con una sonrisa ladina en los labios. Alfredo levantó la mirada de su plato cuando escuchó aquellas palabras, sin embargo, de inmediato fingió que no estaba interesado en el tema y continuó picando del tazón de cacahuates que la abuela Moira le había dejado de postre.
—Isaías es mi futura esposa —comentó Nicolás, inclinándose un poco hacia el chico y guiñando a modo de broma.
—Vete al cuerno Nicolás —gruñó con las mejillas rojas por la furia. Al él no le gustaba ese chiste, le parecía grosero y también le daba ilusión que viniera de alguien que fue su crush de la adolescencia.
—Ya veo —La expresión en el rostro de Bruno le dijo que estaba pensando cosas que no eran, así que Isaías le dedicó una expresión furiosa, al tiempo que levantaba las cejas a modo de advertencia. Sin embargo, Bruno no era una persona que se tomara en serio las amenazas y respondió con un chillido de diversión.
—¿Ya escuchaste Freddy? ¡Ya tienes competencia! —gritó, golpeando el hombro derecho del muchacho con tanta fuerza que casi consiguió que se atorara con un cacahuate.
—¡Bruno! —exclamó Isaías, lanzándole una servilleta de tela, molesto por la mención de su relación rota entre sus bromas. Normalmente no era algo que le incomodara del todo, pero enfrente de Nicolás no quería que nadie mencionara a sus ex. Eso sólo le daría material al tipo para molestarlo.
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Lejos de aquel paraíso
General Fiction(LGBT+) Isaías ama la música, tiene un IQ por encima de la media y un talento abrumador para todo lo que haga, sin embargo, no tiene idea del rumbo que le quiere dar a su vida. Isaías ha vivido hasta ahora en un paraíso terrenal, rodeado de árboles...