La luz que emitía aquella lámpara pegaba con las cuatro paredes, y delataba un color crema por toda la habitación. No había ventanas, eso explicaba por qué el aire era cálido. La puerta por dónde aquella chica había salido estaba abierta, y dejaba entrar el olor de la cocina con bastante intensidad. Me hubiera quedado acostado ahí, de no ser por la curiosidad que me invadía en ese momento. ¿Quiénes son estas personas?, ¿dónde estamos?, ¿sabrán algo acerca de Jeff?
Me levanté poco a poco hasta quedar sentado en la cama. Aunque el dolor había desaparecido, aún podía sentir las heridas abiertas en mi espalda. Había perdido por completo la orientación y el sentido del tiempo, pero sabía que era de noche, tomando en cuenta que ella había dicho que la cena estaba lista.
Me sostuve con la pared mientras caminaba para llegar al cuarto en el fondo del pasillo, que no era más que una pequeña cocina. A considerar por la primera impresión, se trataba de un lugar un poco viejo. La madera de las encimeras se podía ver a través de los agujeros que dejaba la pintura. Al igual que el cuarto en el que había estado hace un par de minutos, no había ventanas por ningún lado, solo una rejilla en lo alto de la pared por la cual supongo entraba el oxígeno para evitar morir sofocados en tan claustrofóbico lugar. Ahí se encontraba un hombre de espaldas. Indudablemente era el mismo que no hubiera dudado en matarme hace un par de horas.
-Aún estás bastante débil para mantenerte de pie –dijo sin voltear a verme, como si tuviera ojos en la espalda-. Siéntate antes de que vuelvas a desmayarte.
No respondí, enfoqué todas mis energías en caminar a la silla más cercana a mí. Cuando llegué me senté y pude sentir una increíble sensación de descanso, como si hubiera estado horas parado. Pero esta sensación no duró mucho cuando una voz detrás de mí me ordenó pararme. Inconfundiblemente era ella.
-Ese es mi lugar, muévete.
Aquella chica, al parecer de carácter fuerte, me obligó a pararme de aquella silla, y sabía muy bien que no podía negarme. En ese momento aquel hombre dejó de parecerme tan malo a comparación de ella. Me levanté, di unos 2 pasos y me senté en la otra silla. En aquella mesa había tres sillas, una enfrente de mí, la cual estaba vacía. Y a mí derecha estaba ella.
El hombre volteó, y podría jurar que nunca había visto a alguien tan grande y robusto como él, me parecía increíble pensar que alguien así había colocado su pierna sobre mi pecho. Estaba seguro que un poco más de fuerza y me hubiera matado sin duda alguna. Pero ella de cierta forma me salvó.
-¿Cómo fue que te accidentaste? –preguntó mientras se sentaba enfrente de mí.
- No recuerdo mucho, todo fue tan repentino –contesté-. Mi madre iba conduciendo cuando se salió de la carretera y nos estrellamos con un edificio.
-¿Entonces era tu mamá la mujer del carro?
-En realidad no lo sé, dudo que aquel ser haya sido mi madre –dije mientras daba un gran suspiro-. Había sido mordida por esas criaturas.
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Supervivencia en el Mundo de los Muertos
Horror"Cuando no haya más espacio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra". ¿Qué tanto estas dispuesto a sacrificar con tal de sobrevivir en el mundo de los muertos? El caos se ha propagado por todas las calles de la ciudad de Kándria. Alex...