La criatura alzó su guadaña sobre mi cabeza y la dejó caer. Tratando de esquivar el mortal golpe me moví hacia un costado, pero alcanzó a enterrar la filosa herramienta sobre mi hombro derecho.
Grité de dolor mientras la criatura removía la guadaña de mi cuerpo. La sangre rápidamente empezó a brotar de la herida. Nuevamente la alzó varios centímetros sobre mí, y cuando la dejó caer me tiré por completo a mi lado izquierdo evitando por completo que me volviera a dar.
Un golpe de aquel ser era mortal, justo como el que tenía en el hombro. La sangre no dejaba de salir. La herida era bastante profunda, pero estaba más ocupado tratando de no morir. Estando en el suelo, traté de derribarlo con una patada. Pero únicamente conseguí que se tambaleara hacia la pared. Me paré y corrí hacia donde se supone estaba la entrada de aquel callejón. Giré a la izquierda y seguí corriendo para nuevamente girar a la izquierda y correr hacia el norte de la ciudad.
Me detuve ante la incertidumbre de no saber en dónde estaba. Tratando de ver entre la densa neblina, escuché un sonido que provocó que mi estómago se revolviera. Era el mismo sonido que producía aquella horrible criatura.
-¿Pero cómo? –pensé-. Es imposible que me haya alcanzado.
El sonido se intensificaba a medida que pasaban los segundos. Seguí corriendo tratando de escapar, pero era inútil. Aquella escalofriante melodía me seguía a todas partes.
Guiándome únicamente por lo que pisaba, entré a lo que parecía un estacionamiento. Las líneas de pintura amarillas, un poco descuidadas, sobre el suelo me lo confirmaban. Sobre estas había carros mal estacionados, algunos con la puerta abierta y otros en llamas. También había ambulancias estacionadas en una sola hilera, y detrás de estos estaba la entrada trasera de un enorme edificio que se extendía a sus costados. De derecha a izquierda.
Se trataba de una puerta doble metálica, con un letrero en la parte superior que tenía la siguiente inscripción <<Morgue>>. Para mi sorpresa la puerta no presentó resistencia cuando tiré de ella para abrirla.
Ingresé a un pasillo levemente iluminado por las luces de emergencia que brillaban con un color verdoso sobre el techo. A los costados había algunas puertas de madera con una ventanilla rectangular que me permitía ver al interior de los cuartos.
La primera puerta, la cual estaba cerrada, tenía en su interior algunos instrumentos médicos que jamás en mi vida había visto. También había una camilla metálica con algunas manchas de sangre seca sobre su superficie.
La segunda puerta, también cerrada, tenía un interior idéntico al del primer cuarto. Con la excepción de que la camilla tenía una bolsa negra con un bulto que claramente identifique como un cadáver. Las demás puertas eran similares, a excepción de las dos últimas puertas.
Una de ellas, era una puerta mucho más grande. El cuarto a su vez era más amplio. En una de las paredes había diferentes compartimientos metálicos en donde claramente se conservaban los cadáveres. Pero, debido al corte de energía, los cuerpos habían acelerado su proceso de descomposición, soltando un desagradable olor mucho más fuerte que el que emanaban las criaturas. También tenía diferentes mesas metálicas en dónde los cuerpos estaban tendidos. Algunos estaban cubiertos con simples sabanas, otros estaban dentro de bolsas negras.
La última puerta, que se encontraba de forma paralela a la puerta por la que había ingresado, tenía en la parte superior un letrero con la inscripción <<Hospital>>. Y daba a un extenso pasillo. Traté de abrirla, pero estaba cerrada.
Decidí ingresar al cuarto más amplio de la morgue. A pesar del intenso olor que invadía el poco aire que entraba en la habitación, sabía que nada era peor que estar afuera con aquella horrible criatura. Al menos ahí había dejado de escucharlo.
Caminé esquivando las camillas metálicas que había por todo el lugar hasta llegar a uno de los rincones de la habitación. Ahí había una vitrina con diferentes instrumentos que se utilizaban para los cadáveres. Arriba había una pequeña caja metálica color blanco con una enorme cruz roja.
Levante mi brazo con dificultad y tomé el botiquín. Dentro había un montón de vendas, agua oxigenada, y un montón de objetos de primeros auxilios. Como pude abrí un pequeño frasco que tenía alcohol etílico y lo vertí en la herida que, para ese momento, había adquirido un aspecto bastante desagradable; de esta botaba sangre oscura y lo que parecía ser pus.
El dolor era insoportable, pero tenía que hacerlo o podría ser peor. Destape las vendas y las enrollé alrededor de mi hombro, asegurándome de que estas detuvieran la sangre que no dejaba de salir de la herida.
Mientras apretaba el vendaje tuve la sensación de que algo se movía detrás de mí. Giré con un movimiento brusco, pero únicamente alcance a divisar la puerta por la que había entrado moviéndose ligeramente.
Pude percatarme que en una de las mesas metálicas, junto a uno de los cuerpos que estaba envuelto en una bolsa negra, había una tablilla de madera con varias hojas. Al parecer era un informe relacionado con aquel cuerpo. La fecha estaba en la esquina superior derecha; 27 de octubre. Un día antes de todo lo que ocurrió en la ciudad.
Entre un montón de tecnicismos médicos, pude descubrir que el cadáver, perteneciente a una mujer, había llegado sin vida al hospital. La causa de muerte era aún desconocida, pero tenía signos de violencia por todo su cuerpo, así como una profunda herida en el muslo derecho.
La curiosidad y el morbo del momento me consumieron al punto de acercarme al cuerpo. Había una enorme cremallera que se extendía por todo lo largo de la bolsa, tomé el cierre que se encontraba en la parte de la cabeza y empecé a bajarlo lentamente.
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Supervivencia en el Mundo de los Muertos
Terror"Cuando no haya más espacio en el infierno, los muertos caminarán sobre la tierra". ¿Qué tanto estas dispuesto a sacrificar con tal de sobrevivir en el mundo de los muertos? El caos se ha propagado por todas las calles de la ciudad de Kándria. Alex...