Capítulo 11- Cancún 2/3

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Esteban

Desperté y escuché mucho ruido abajo, supongo que ya todos quieres desayu....¡Mierda! se supone que hoy iremos a bucear, lo olvidé.

Agarré rápido una playera, un pantalón y unos tenis y me los puse antes de bajar lo más rápido posible.

Ya pasó una semana desde mi pelea con Yoi, pero no sé si considerarla una pelea, quiero decir, no duró ni un minuto, pero aún así ha estado ignorándome y cada que intento hablar con ella, se mete al baño o se va a la piscina con mi abuela o incluso se mete a su recámara a dormir.

No me gusta que esté enojada, de por sí es distante, luego enojada...

-Miren quien decidió despertar- Anunció mi abuelo y todos voltearon a verme, menos Yoi- Creí que ya no nos ibas a acompañar. ¿Vas a desayunar?- Preguntó señalando el pan francés en la mesa...

Pan francés, seguro lo hizo ella, ama el pan francés, dice que es mil veces mejor que los waffles o hotcakes, pues a éstos les tienes que poner miel o alguna mermelada para que tengan sabor, mientras que el pan francés no.

-No sé ¿Da tiempo?- pregunté.

-¿Tu qué dices Yoi?- Le preguntó mi abuelo.

-No sé, supongo que sí...- Dijo con la mirada perdida en el plato y con la voz apagada

Hey ¿Qué te pasó en el brazo?- Le preguntó mi abuela a Yoi.

-Me he de haber rasguñado con algo-. Contestó mirando su brazo extrañada- Provecho, voy a la playa- Informó antes de levantarse y salir.

No sé si alguien más la ha notado, pero Yoi tiende a rascarse su brazo sin darse cuenta, varias veces a llegado a sangrar de lo fuerte que lo hace. Pero en serio lo hace inconsciente. No sé a qué se deba.

-¿Qué le hiciste?- Me preguntó mi abuela saliendo de la cocina con más pan francés.

-¿Por qué das por hecho que yo le hice algo?- Pregunté aunque, hasta cierto punto, tenía razón.

-Lo pondré de esta forma, ella ama el pan francés y no comió ni un pedazo- Contestó ella y yo volteé a ver el plato de Yoi, estaba totalmente limpio- Sin mencionar que ha estado evitándote toda la semana- Añadió.

Salí de la casa para buscar a Sonya y la vi sentada en unos columpios con la mirada perdida en la playa.

-Sé que me estás viendo- Dijo y me senté en el columpio de al lado.

-¿Cómo supiste que te estaba viendo?- Pregunté.

-Pude sentir tu energía detrás de mí....eso y que vi tu sombra- Bromeó y reímos -Escucha, sobre la otra noche...- Empezó a decir pero la interrumpí.

-No tienes que hablar de eso si no quieres, la verdad...

-¡Cállate! Estoy intentado disculparme- Replicó- Exageré al ponerme así y lo sé, pero es que... no sé,  ¿Me entiendes.- Me preguntó, la neta no, no entiendo- Sé que soy muy difícil, en un momento estoy bien y al otro ya estoy gritando como loca, o llorando como si se hubiera muerto alguien o emocionada como si fuera a ir a Disneyland- Explicó confundida.

-Sé que tienes miedo, realmente lo veo en tus ojos, hay veces que no sé qué decir porque siento que estas tan rota por dentro que en cualquier segundo te vas a caer en pedazos y lo que menos quiero es hacerte daño. No es tu culpa, pero hay veces en las que no sé cómo hacerle, pero ¿Sabes? por muy rota que puedas estar, te quiero, en serio lo hago y no voy a dejarte.

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