Capítulo 22

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Allan se preguntaba cómo iban las cosas en España.se moría por tener noticias de su hermana y se habían logrado rescatarla.

Mientras que estaba reunido con otro inversionista, él tuvo un mal presentimiento. Algo que le decía que todo iba mal. Y sabía que si no tenía noticias antes de que llegara a medianoche, acabaría llamando él a James.

Después de aquella reunión, Allan se marchó para el departamento y esperar las noticias que tanto le estaban comiendo el alma.

Cuando llegó al departamento una hora después, llamó a la madre de Taylor en privado en el despacho y le contó lo que estaba sucediendo con su hija. Entonces no se podría imaginar lo que le esperaba. Él le dijo que le habían estado mintiendo hasta esos momentos que lo vieron preciso. Pues el único que sabía que su marido era un narcotraficante era su padre y murió del ataque del corazón por eso. Ella no supo qué responderle. Por lo tanto, Allan colgó el teléfono móvil y volvió a esperar las noticias de su hermana.

James busco por la parte de abajo de aquella casa a Taylor y a Joan. Tenía un mal presentimiento que le decía que estaba en alguna parte del piso de abajo. Justamente en el sótano. Dónde Joan podría torturarla perfectamente. Pero él no iba desarmado. Llevaba un arma con el cual podría defenderse.

Cuándo James entró unos minutos después en el sótano, observó que Taylor estaba junto a Joan. Y que está tenía varias cuerdas sujetadas con unos enganches. Pero al ver el tanque de agua, comenzó a asustarse por la vida de la mujer que amaba.

―Bien. Me alegra saber de qué estás aquí James ―dijo Joan.

Taylor comenzó a sacar sus lágrimas al ver que James había caído en su trampa. Pero también de que estaré allí para verla morir.

Joan le amenazó con la pistola y James le dijo:

―No le hagas nada a Taylor. Aquí estoy. Si quieres mátame como intentaste en el hospital hace ya cinco años.

―No lo haré James. Tú amas a Taylor y yo también. Si yo no voy a estar con ella, tú tampoco.

De pronto, Tania entró en el sótano junto con el amigo de James. Qué apuntaba Joan con una pistola, para poder distraerlo con otro compañero.

―¡Joan! ―dijo Tania―. No hagas ninguna tontería por favor.

―¿Y tú quién eres para darme órdenes?

―Soy tú primera esposa. También soy la mujer que te amo y la que te sigue amando todavía a pesar de que ha pasado los años.

―¡Que! ―exclamó Joan.

―Lo que has oído. Te sigo amando. Pero tu amor excesivo por Taylor está llegando demasiado lejos. Suéltala y entrégate. Prometo que hablaremos.

―No voy a hacer eso.

Entonces, Joan entro a su esposa en el agua poco a poco. Dándole a un botón que la bajaba. Algo que podía sostener más de cien kilos. Y cuando menos se lo espera, entro del todo a Taylor en el tanque de agua.

James se movió sigilosamente hacia el lado y Joan disparo de pronto. Por lo tanto, el amigo de James se ve obligado a disparar y le dio en el pecho a Joan. Qué cayó al suelo desde donde estaba. Dando una tenebrosa caída.

James corrió de nuevo para poder salvar a Taylor lo más pronto posible para que no muriera ahogada.

Cuando llegó algo alto, cogió el aparato para subir a Taylor a la superficie.

Después de la que la sacara del agua, James moto que Taylor estaba inconsciente. Por lo tanto, le hizo los primeros auxilios. Y ella volvió a la normalidad, un minuto después. Soltando agua de su boca.

―¿Estás bien? ―preguntó James.

Taylor asintió y después abrazo a James. El cual de abrazo para no volver a soltarla jamás.

En cambio, Tania estaba al lado de Joan. Que había caído desde lo más alto y habían pactado contra el suelo. Ella solo quería estar a su lado. Pues había que el gran golpe que se había dado, era mortal.

―¿Porque... no me habías... dicho nada... de que aún... sigues... enamorada... de mí? ―le preguntó Joan a Tania.

―Porque te habías casado con otra mujer y te habías enamorado de ella.

Taylor y James aparecieron ante los ojos de Joan y ella se paró para mirarle a los ojos que se estaban perdiendo ante la muerte.

―Cuida de... mis hijos... James... Nunca le digáis... el clase de padre.... qué sido... Taylor nunca le... cuentes lo que te he hecho... en estos años de matrimonio.

―Descuida Joan ―dijo Taylor―.no le diré nada a nuestros hijos de la clase de padre que ha sido y de la clase de marido que he tenido.

―Espero... que me... perdones...

Y Taylor vio desvanecer finalmente al hombre que tanto daño no había hecho en cinco años de matrimonio. Pues Joan acaba de fallecer ante sus ojos y antes la mujer que un día vamos en el pasado.

Dejando a Tania allí ante el cadáver de Joan, James y Taylor se marcharon de lugar para poder preparar el funeral de un hombre que un día en su pasado fue bueno. Pero también se marcharon, porque Taylor no podía estar ante un pasado que se acaba de marchar con Joan. Y ahora le esperaba un futuro junto al hombre que realmente amaba. El hombre que siempre amó.

Cuándo James puso a descansar a Taylor, te llamo a su hermano Allan para informarle de que habían rescatado sana y salva Taylor.

Para Allan fue un alivio saber que su hermana estaba viva y a salvo.

James también informó de que Joan había muerto por un gran impacto al suelo después de un disparo y que se disponían de llevar el cadáver a Nueva York para el funeral. También le pidió, que no les dijera nada a sus sobrinos para que fuera la propia Taylor que se lo contará.

Después de la última conversación que tuvieron sobre un negocio, James colgó el teléfono móvil y lo dejo a un lado.

En pocos segundos, observo a la mujer que amaba dormir plácidamente y sin tener miedo. Eso le alivió a él un poco más. Y ahora sí que podría casarse y ser felices. Algo que llevaba añorando cuatro años después de salir de aquel coma.

Entonces él comenzó a pensar el día en que conoció a Taylor. Un día que nunca pensó que sucedería algo mágico y que unos meses después la encontraría en Nueva York. Recordó como la secuestró y casi la intentó de violar. Recuerdo de la primera vez que la poseyó sin tener un juguete sexual en la mano. Pues incluso recordó de que gracias a ese amor que se tenían, ella iba a tener un hijo suyo. Eso es algo que hubiera pagado por haber vivido en sus propios huesos. Porque un hijo lo cambiaría todo para Taylor y para él. Pero ahora le daría un tiempo a ella para que pudiera recuperarse.

De pronto, Taylor comenzó a tener una pesadilla y él fue a despertarla. Pues no quería que su futura mujer tuviera pesadillas por lo que acababa de pasar.

Cuando la despertó un poco tiempo, Taylor respiró profundamente y después le contó porque le tenía tanto temor al agua. O morir ahogada. Le contó que su padre y ella tuvieron un accidente en la que cayeron al Río y gracias a Dios no les pasó nada. El coche quedó ahogado en el río Támesis y ellos salieron con vida.

Después de que James subido a la historia, él se acostó al lado de Taylor y es una milésima de segundo consiguieron quedarse dormidos.

Cuarenta Días de Liberación (Una Noche En Verona IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora