Capítulo 2

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Allan y Clare se marcharon tarde de la fiesta de su matrimonio. Por lo tanto, cuando llegaron a la habitación que Joan le había asignado para dormir, ambos hicieron el amor durante toda la noche.

Ambos se despertaron al día siguiente de su matrimonio y comenzaron a sonreír porque ese día comenzaba su nueva vida.

Después de que ambos se levantaron de la cama decidieron de bajar a desayunar y mientras que lo hacían, comenzaron a hablar de su hermana y de la decisión que había tomado finalmente. Pero vamos dejaron de hablar de tema, cuando Miryam llegó a la cocina con su hijo y su sobrino.

Ambos mientras que desayunaban tomaron la decisión de irse finalmente a la ciudad de nuevo. Pues Clare tenía que resolver a unos asuntos privados y era el momento adecuado para hacerlo antes de irse a su luna de miel.

Después de desayunar, ambos fueron hace sus maletas y en breve le dijo al piloto del avión privado que los llevase de nuevo la ciudad de Nueva York. Pues Allan se había percatado por música antes que ahí estorbaban.

James aterrizaba la ciudad de Nueva York con su helicóptero privado, porque sabía que no tenía nada que hacer en aquella isla en la cual veo que Taylor le había rechazado. Pero él no le guardaba rencor a ella por haberlo hecho. Pues sabía que las cosas habían cambiado últimamente durante su ausencia.

Mientras que iba en su coche privado, iba pensando en concertar una cita con Taylor para conocer realmente cual era su verdadera decisión. Pues conocía sus miradas y aquella que le mostró en la fiesta de matrimonio entre Allan y Clare, no era precisamente una mirada de deseo.

Cuando llego a su departamento, él pensó que ya era momento de rehacer su vida y con alguien con el que podría ser feliz. Y pensó en la chica que conoció hace semanas.

Por lo tanto, James llamo a Tania y quedaron para poder comer juntos y darle una explicación de algunas cosas. Pero sobre todo quería que ella intentara de hacerle olvidar los buenos momentos que pasó con Taylor.

Él sabía que tenía que explicarle la decisión que ella había tomado y la que tomo él. Solo esperaba que Tania no le dé rechazara por su comportamiento la última vez que se vieron. Pues mantuvieron relaciones y después él se marchó del departamento de Tania como si solamente hubiera sido un polvo de usar y tirar.

Pero al otro lado del teléfono, ella pensaba en contárselo a la persona con la que había mantenido una buena relación desde hace muchos años.

Tania era de raíces mexicanas y sus padres era buenos mercaderes. Pero también ellos tenían un secreto. Uno que ella sabía que tarde o temprano sabía que tenía que confesar. Pero a pesar de todo, ella dejó de pertenecer a ese mundo, desde que volvió a pisar la ciudad de nueva York. Pues ella tenía un gran secreto que se escondía en su pasado. Uno que regreso hace más de dos años. Cuando ella era una simple universitaria.

A él no le importaba. Tenia que conocerla un poco mejor y saber a que clase de familia pertenecía. Y lo que era importante, si ella era buena para comenzar de cero.

Pero James no paraba de pensar en aquella mirada que Taylor le echó hacia tan solo unas horas.

Joan comenzó a despertar y en pocos segundos vio a su esposa. Que dormía plácidamente a su lado. Eso le hizo sonreír a él.

El comenzó a acariciar lentamente la cara de su mujer y ella comenzó a despertar lentamente.

Ambos se miraron fijamente a los ojos y Taylor pensó en si darle la buena noticia a su esposo. Aunque para ella era terrible. Pues tuvo que tirar su felicidad por la borda. Pero decidió esperar un poco hasta que estuviera asimilando de aquella decisión que tomó.

Cuarenta Días de Liberación (Una Noche En Verona IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora