Quiero que vivas conmigo

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Han pasado cinco días desde que el bombonazo nos dejó aquí en la puerta, no me pregunten, pero desde esa fecha estoy escribiendo como una descocida mi libro.

 Mary y yo nos fuimos a comer un helado por su cumple mes, ella cada vez está más grande e inteligente. Escucho llorar a la bebé, voy hacia ella para que se tranquilice.

-Oye nena, que pasa, no llores mi vida, ven haremos un biberón sabroso- ella me mira y sonríe, le preparo el biberón y nos sentamos a ver la televisión, estoy cambiando canales y en uno de tantos me quedo paralizada. El renacuajo está en la tele presentando unas noticias.

- Vaya Mary... el renacuajo es más guapo por tele- me quedo mirando las noticias, para informarme, no sean mal pensadas... ¡por Dios! de vez en cuando es bueno informarse de lo que pasa en tu país, yo nunca lo hago, pero creo que estaré más al pendiente de eso. Pasamos 2 horas así viendo tele y nos quedamos dormidas, ella encima de mí, en el sillón. Es una princesa hermosa mucho más cuando duerme.

Suena mi móvil me levanto con cuidado y coloco a la bebé en el sillón.

- ¡Hola!

-¿Cómo está mi mala fans?-una voz de trueno habla.

-¿Ehhhh? ¿Renacuajo?-pregunto dudosa.

-¿Perdón? recuerda que tengo un oído muy agudo-dice con voz sensual.

- Digo papá de Mary...de nombre impronunciable.

- jajaj sólo llamaba para ver si podía pasar o si preferían salir un rato al parquecito, vi que había uno muy cerca de tu casa.

- Ehhhh, está bien...

-¿Si? ¿Llego o salen?

- Bueno la nena está dormida, si gustas ven y aquí vemos.

- De acuerdo, ábreme la puerta.

-¿Qué?

- Ábreme estoy aquí afuera en la puerta.

- ¿Peroo...?- me siento confundida.

-¡Abremeee ya!- dice divertido

¡No puede ser! aún con el celular en mano camino hacia la puerta aturdida, veo por la ventana y ahí está el Ferrari, seguro está en el carro. Aún me da tiempo de subir corriendo a cambiarme esta pequeña blusa vieja y rota, abro la puerta y yo que me giro para correr hacia arriba siento como me agarra de la muñeca, él ya estaba aquí justo en la puerta. Me muero Santa Madre de los últimos tiempos...

Mi blusa está muy vieja, rota y me llega arriba del ombligo, estoy sin brasier, un cachetero viejo, no puede ser... Diosss.... esto lo uso para estar en casa. Trágame tierra y no me vomites porque me suicido...

Él entra de una vez y cierra la puerta, sin soltarme del agarre.

Me acerca a él, me mira intensamente, está muy cerca de mí, me gira y me pega contra la pared, siento mi corazón que explota deseando salir de mi pecho.

-¿Porque huías?- susurra casi en mi oído.

-Yo. No. Iba a... -no me sale nada coherente.

- ¿Por qué estas nerviosa?-dice con voz ronca y sensual

-Yyo nnoo estoyy nerv- no me deja terminar la frase, se apodera de mis labios, me los devora suavemente, pone una mano en mi cintura, yo siento desfallecer, me acerca más a él y siento como una energía recorre todo mi cuerpo, yo nunca había sentido algo parecido, ya había tenido dos novios, pero ninguno me besó con la intensidad de este renacuajo. Nunca...

Me tiene atrapada entre la pared y su cuerpo, siento su otra mano en mi pecho acariciando. Estoy perdida.... ¿Qué me pasa? ¿Qué pasa aquí?

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora