Maldito Factor Rh

1.7K 165 4
                                    

Desperté antes de la seis miré a mi lado y mi pequeña respiraba pasivamente. Miré sus largas pestañas,  sus labios,  grabé en mi memoria cada centímetro de su rostro, sus rasgos idénticos a su padre. Se removió y mi relojito iba a abrir sus ojos,  la miré fijamente para no perder detalle del milagro de la vida, esa que es abrir los ojos cada día,  una nueva oportunidad que da Dios para vivir.

Ella abre muy despacio los ojos verdes, parpadea,  suspira y se estira.

-Holaa mi cielo... buenos días

-Holaa mami... ¿y papito, onde está mamá? -mi pequeña... me hizo recordar el porqué de mi presencia ahí.  Desde el día en que se fue yo duermo en la cama cuna de la nena. Siento ganas de llorar, pero no debo hacerlo frente a la nena.

-Está en su casa, ayer lo viste.... pronto lo veras  de nuevo mi vida.

-Le quielo dal un beso-dice con un puchero y la vos quebrantada

-Él ayer te comió a besos antes de irse...

-Pelo yo quielo besalo mamita-dice haciendo cucharitas, me estremece el corazón.  Mi vida... ¿si supieras la verdad?

-Ven sal de las cobijas para que lo llames, ¿sí?

-Siiiiii-grita feliz. 

Luego de hablar con él tomamos un baño y nos fuimos al parque,  debía respirar aire limpio. 

Han pasado quince días desde que Runako se fue, Isabella y Rinekta han venido a visitarme y les he prohibido que me hablen de él.

Fanny también ha querido interferir por él  e igual he rechazado cualquier sugerencia y les pido que respeten mi decisión.

Él y Marylú han salido juntos,  yo no he cruzado palabras con él desde el día que nos dijimos adiós. Siempre viene por la tarde y se lleva a la niña o pasa en las mañanas,  yo trato de no acercarme a él.  Y busco miles de excusas, porque si me acerco unos pocos  centímetros mi cuerpo traicionero me delataría.

Este es justo el tiempo que también  llevo durmiendo con Mary, ella feliz y a mí me hace feliz ver cuando abre sus ojos cada mañana.

Me remuevo en la cama cuna y siento  unas náuseas horrendas,  me levanto y voy corriendo al servicio. ¿Qué comí ayer? Me pregunto y recuerdo que ayer no cené y así varios días atrás.  He estado sin apetito.

Cuando regreso al cuarto sin querer tropiezo con un oso que dice buenos días si se le aprieta el pecho. Lo que me faltaba... desperté a la niña,  que torpeza la mía.

-Mamita, pásame a Moli, po fa vo.

-Bien, niña. Primero se dice Buenos días-me acerco y le doy un beso y le doy a Moli.-¿Vamos a desayunar?

-Siiiiii-dice feliz.

Sale de las cobijas y se sienta y me parece extraño que sus manitas están hinchadas,  le quito rápidamente la pijama y los dos brazos están igual.

-¿Mary te sientes bien?-le pregunto con cautela para no ponerla nerviosa.

-Si-dice tranquila. Le quito despacio el pantalón y están igual, hinchadas... las piernas están muy hinchadas.

-Vamos a bañarnos debemos ir al hospital-digo al levantarme

-No mamá,  no quielo iyecion, po favo mamita...-intenta llorar

-No hay inyección mi vida te lo prometo,  es sólo una revisión.... ¿de acuerdo?

-De acuedo-dice bajando de la cama cuna-a agua patoooo-dice llena de entusiasmo.

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora