Enferma

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- Definitivamente debemos protegernos de ti, eres como lo último de los renacuajos en posible peligro de extinción, eres como un mal virus que se cuela en un Smartphone y se apodera de su hardware, eres como una plaga de insectos que por más veneno que se les eche ellas se propagan- le digo seria al ver los créditos de Dora la exploradora, pero él sabe muy bien que le estoy haciendo una broma cruel.

- Soy tu plaga favorita...mala fans, entonces no estás tan enojada como ayer- ríe y levanta la ceja muy seximente- ¿verdad hija?- la nena está en su mundo y no contesta, pasa seductoramente tras de Marylú un brazo y me acaricia con paciencia el cabello

-Debemos hablar-le susurro

- No, justo en este momento estoy disfrutando de ambas y ya dije todo lo que tenía que decir, las amo y punto- dice mirándome-hija dime: papito, pero la niña sigue hipnotizada por una fábula.

- Es que no es y punto, hay muchas dudas y preguntas...

- Bien todas tus dudas te las aclararé, pero no ahorita. Princesa dime: papito...

-Papito- ella lo mira y se le lanza a los brazos en su regazo y él ríe feliz

- Me encanta escuchar esa palabra en su boca, como también me encanta escuchar renacuajo de la tuya- yo siento un ardor en mis mejillas, agacho mi mirada y él aprovecha mi momento incómodo para acariciar mi cabello más seductoramente- perdóname. ..- dice en casi un susurro

-Cuajo-dice Marylú- ambos reímos a carcajadas y ella brinca feliz en el regazo de él.

Él me vuelve a mirar y yo me pongo roja, aún éste hombre me llena de nervios el cuerpo, la mente y sobre todo pone rojas mis mejillas...

-Runakooo.... esto ya está listo-grita un hombre desde el pasillo de abajo, él se levanta y camina con un extraordinario porte, anda con unos pantalones de mezclillas de esos que tanto me gusta verle, se me seca la boca con sólo verle, su espalda ancha me mata, lo miro anonadada, su seguridad, su arrogancia al caminar, vaya que calor que ha dado... oh mi santa virgen de los últimos tiempos.... Cuando está por salir se gira clava su oscura mirada en mí, en mi cuerpo e iba mordiéndose el labio inferior, se ve tan tentador.

-Cierra la boca, ya vengo para terminar algo que no ha ni empezado y ya me está quemando... ¿porqué hace que eso suene tan excitante? Me toco la boca y definitivamente la tengo abierta. ¡Que horror! Me muero viva y dejaría que mi cuerpo se los coman los tiburones tiernos.

Ciento mucho calor y me llega un olor no tan penetrante a mi nariz, levanto a Marylú, quién se queja porque la muevo de su cómoda posición y pongo su trasero en mi nariz y siii un premio de su pañal digno de un descubrimiento histórico.

-Maryyy...¿Cómo me haces esto, acabo de tomar mi desayuno?-me sonríe tímidamente y me muestra sus dos dientitos de arriba, la abrazo y reímos juntas... justo entra el renacuajo y tengo una grandiosa idea...

-Mmm ya que hoy estas muy complaciente-le digo levantándome

-Para ti lo que sea mi amor-dice entusiasmado

-¿Bañas a la niña mientras me baño yo abajo?-digo acariciando su pecho con un dedo y la otra mano su trasero

-Mmm claro mi vida, si puedo te alcanzo, la bañaré rápido-dice con una sonrisa agitada, Marylú está sentada viéndonos y yo salgo corriendo hacia abajo, llego hasta abajo y estoy por entrar a carcajadas por mi bandidencia y escucho gritar:

-Eress una tramposa..... me voy a vomitar-escucho el sonido inconfundible de sus deseos de volcar sus alimentos digeridos-MIRANDAAAAA TE VOY A MATAR.... ¡qué asco!-yo me reía a carcajadas a más no poder, me lo imaginaba sosteniendo con los brazos extendidos a la niña, me agarraba el estómago y decidí apresurarme, sino allá arriba iba a ser un desastre, me imaginé eso, caso la cabeza por la puerta y le grito:

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora