Renacuajo te amo

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Despierto con los ojos hinchados, pero más dolido estaba mi corazón, no es que seamos algo él y yo, pero la actitud de ayer, me dieron ganas de salir corriendo de esta casa. Me asusté al recordar que me había dormido con la bebé, la busco y no la veo, me giro y en el otro extremo de mi cama estaba él... sentado viéndome mientras rozaba sus labios con su dedo pulgar.

-¿Qué haces ahí? -le reclamo asustada

-Te ves más hermosa cuando los rayos del sol se posan en cada hebra de tu cabello.-¿y ahora, estará drogado? me siento en la cama apresuradamente.

-¿Y Marylú?-pregunto asustada

-No sé cómo pasó, pero me gustas-dice con vos suave, pero segura.

-Déjate de tonterías ¿dónde está la bebé? te pregunté-sueno irritada. ¿Pensara que soy una tonta?

-En su habitación, la llevé hace poco

-¿Qué hora es?

-Las 8 de la mañana.

-Oh por Dios ¿mi reloj se dañó? ¿Está enferma?

-No, todo está bien con ella. ¿Siempre te levantas tan eléctrica e irritante?

-Ppues si...-tartamudeo al decir esto

-Te he dicho que me gustas y actúas como si no significara nada para ti, ahora entiendo tu actitud conmigo después de que tú y yo hicimos el amor, para ti no ha tenido ningún significado y yo que pensé que eras una mujer diferente.

-Un momento, para ti si fue sólo sexo, no me vengas ahora con que sentías algo. Si yo me alejé fue porque no me convienes esto no puede ser, mírame- Runako camina hacia mí, bordeando la cama.

-Me dio miedo acercarme al verte tan distante y un poco frágil. No quise darte motivos para querer irte de la casa. Me siento tan bien con ustedes dos acá. .. que me he sentido un hombre de familia, cosa que nunca quise tener, siempre odié el ajetreo de los niños y una sola mujer queriendo mandar en mi vida. Pero tú eres diferente del resto de mujeres, mi hermana me saco de mis dudas al decirme que eras para mí.

-¿Así... no sabía que tenías una hermana? pero ahora que recuerdo no sé nada de ti y dime una cosa. ¿Anoche te sentiste un hombre de hogar? trayendo a una mujer a casa, sé que es tu casa, eso lo sé. Y que no tengo derecho alguno sobre eso- él me mira con una mirada que me desarma.

-Ella es sólo una compañera del canal, vino a terminar un trabajo conmigo y se fue.

-Pues no parecía, te llamó amor, te ordenó, me sentí una mujer usada, me sentí vacía cuando te vi con esa actitud, no me saludaste, hasta esa flaca me llamó niñera, eso no me ofende, pero lo que si me ofende es que me escondas a mí, a tu hija si la sacas, pero yo estorbo y creo que hasta desearías quedarte sólo con la niña para aprovecharte de la figura paterna y hacerte más famoso a costa de la niña. No me hiciste sentir que yo era alguien importante para ti, que valgo algo para ti. Ayer me sentí una idiota en esa sala.

-Discúlpame... ¿sí?-me dijo rozando con su dedo pulgar mi labio inferior, cosa que me desarma.

-No es fácil, si no fuera por mi sobrina ya no estuviera aquí.

-Por favor. Te he dicho que me gustas, fuimos un par de tontos huyendo-me acaricia un mechón rebelde que caía por mi mejilla y me come con la mirada.

-Te perdono... pero entre nosotros no puede pasar nada más.

Cómo no perdonarte.... si creo que te amo renacuajo, me estas robando el corazón y esto no debe ser, te has calado poco a poco en mi corazón.

-Gracias-dice feliz, yo me asusto, ¿dije eso último en vos alta? uffff noo para mi tranquilidad fue para mí misma- para celebrar las invito a la playa... hoy sábado debemos pasar en familia, vamos voy a reservar un hotel para el fin de semana, porque a tu corazón ya lo sabré conquistar yo-me mira a los ojos y me carbonizan la piel...

-¿Es en serio lo de la playa? nunca he llevado a Mary, no tiene nada para la playa.

-No te preocupes por eso, ya te he dicho que esas cosas las resuelvo yo para ti y para Marylú-se levanta poco a poco y recorre por mi mejilla sus dedos cálidos... Se gira y sale por la puerta sin volver a verme...

Cuando salimos a buscar el carro me llevo una gran sorpresa, él cambió el carro ahora es igual de caro pero familiar, es apto para llevar a Mary, le miro y le sonrío, él me cierra un ojo.

Todos fue resuelto con un tarjetazo en unas tiendas, compramos muchas cosas para la bebé y para mí... mientras yo veía trajes de baños en una de las tiendas él cargaba a la niña y una se las chicas de venta observaba descaradamente al innombrable, ella casi le susurraba cosas y cuál fue mi susto cuando escucho:

-Señorita es mi mujer quién está eligiendo las compras, sugiérale productos a ella no a mí-dijo serio y diciendo cada una de las palabras fijando sus ojos en mí.

-Ssi... disculpeee-dice apenada y tartamudeando la coqueta mujer. Yo le miro y le sonrío, pienso en seguirle la bromita y le tiro un beso, él hace a agarrarlo y se lo pone en el pecho con una sonrisa, llena de locura y confidencialidad.

Compramos las últimas cosas que faltaban para irnos a la playa, cuando terminamos salimos hacia la pista rumbo hacia la playita, Mary iba dormida yo a su lado en la parte de atrás... mientras acaricio la mejilla de la bebé, siento esa sensación incómoda de cuando alguien te está mirando... levanto la mirada y ahí está el bombonazo mirándome por el retrovisor.

-Eres tan bella y ser madre te sienta bien-dice con una media sonrisa. Yo agacho la mirada y luego me hago la dormida, no sé por cuanto tiempo dormí, cuando abrí los ojos estábamos frente a un hotel de esos de revista o programas de turismo por televisión. Bajamos fuimos a recepción y de una vez el botones llevó nuestros equipajes hacia el ascensor.

Runako llevaba a la bebé y la tarjeta de entrada

-Hay un problema-dice

-¿Cuál?

-Sólo hay una habitación para los 3....

-¿Qué? eso no puede ser... tú y yooo, noo.

-Tranquila, es una suite grande y hay 2 recamaras-me susurra al oído, lo miro llena de nervios ¿por qué este hombre me pone así, tan nerviosa?

Subimos a la habitación y si hay dos habitaciones y él se acomoda en una y yo en otra con las cosas de Mary. Estoy sentada en la cama, toda acalorada y mis manos me las froto nerviosamente cuando veo que está sonriendo asomando sólo la cabeza con Mary en brazos.

-¿Qué haces ahí? -me levanto y tomo mis cosas para guardarlas en el closet, me sigue, cuando estoy con los brazos arriba acomodando la ropa con una mano acaricia mis caderas lo escucho agitado en mi oído.

-Hueles delicioso, ponte traje de baño y vamos a la playa-me sigue susurrando, esto me calienta hasta la muñiga.

-Suéltame, eres un pervertido, estas con la bebé en brazos...y yo no voy a ponerme traje de baño. .. yoo nunca he usado... me da vergüenza.

-Pero eres una mujer hermosa, no me digas que eres una acomplejada, una cobarde, una mojigata..

-Ya cállate, no me vas a convencer-le interrumpo- sal de mi habitación me voy a cambiar- se sonríe con autosuficiencia y arrogancia-no tengo vergüenza de ponerme un traje de baño. ¡ayyy no! un momento yo no compré trajes de baño- él se encargó de comprar trajes de baño de Marylú mientras yo le cambiaba el pañal, corro hacia las compras y observo un diminuto traje de baño, si se le puede llamar traje de baño, es un trikini pequeñitin, todo terminado en tin y chiquitín.

-Pero con esto enseñaré todooooooo... no quedará nada a la imaginación-me digo temblando

- Te veras hermosa con él puesto- dice con una sonrisa retorcida, da la vuelta y se va.

Dios... ¿qué hago? recuerdo sus palabras y eso me llenan de orgullo propio, él no se va a burlar de mi...

Juro que se quedará con la boca abierta. Espero...

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora