Dolor

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La casa estaba en total silencio, un silencio sepulcral, debía salir pronto pues en poco tiempo el traidor, mentiroso, el Renacuajo francotirador, ese que disparó a matar, pronto estaría en casa. Siento un dolor figurado en mi corazón, no lo puedo comparar con nada pues es tan desgarrador, tan destructor y tan profundo todo esto que siento en mi corazón, que en mi mente nada más está el irme lejos, donde nadie me encuentre, donde no sepa de nadie, sólo mi hija y yo.

Marylú... tan pequeña y siendo traicionada por su progenitor, no voy a permitir que mi hija sea rechazada menos usada por un bien económico. Mi llanto es un inmenso tornado arrebatador que se lleva todo a su paso mis ilusiones, mis esperanzas, mis sueños, mi corazón.... mi amor.

Cierro la puerta muy despacio casi son las 10 de la noche, no sé a dónde ir, sólo sé que debo alejarme de aquí, odio no haber aprendido a manejar en su tiempo, no tendría justo ahorita que buscar un taxi. Salgo a la calle y veo como pasa un perro triste, así siento mi alma como un pobre perro callejero, mojado, hambriento y flaco, traicionado por un amor que un día le prometió cuidarlo y protegerlo, iluso perro, ilusa yo.

Camino buscando un taxi, veo las luces de un auto que se acerca, reconozco el ruido de ese deportivo, me escondo tras de una planta de jardinería, Marylú se empieza a incomodar o ¿también habrá reconocido ese motor? veo cuando entra a la casa, sigo caminando y a lo lejos veo otras luces, el lugar está iluminado no está oscuro, es un taxi el que se aproxima, me a orillo con mi mano extendida y gracias a Dios para.

-Buenas noches señora...- se baja del carro para ayudarme, me mira sorprendido, voy con lágrimas en mis ojos hinchados, la bebé también detonó malestar, mientras no sea una gripe...

-Buenas noches, muchas gracias. Me lleva a...- le doy la dirección y siento un alivio monumental el estar alejándome de esa casa, pasamos al frente y logro ver a Runako sentado en la puerta de la entrada de la casa con la cabeza metida entre sus rodillas y agarrándose la cabeza Melinda está de pie junto a él. Vaya teatro está montando o ¿esa acción es de plena felicidad? Que siga feliz con su flaca y tenga hijos legítimos con ella.

No sé cuánto tiempo estuvimos en el taxi, cuando desperté de mis pensamientos abismales, el señor del taxi, estaba con la puerta del taxi abierta y tendiéndome la mano y mis pertenencias en la puerta de la casa. Mary viene dormida, pero sé que pronto despertará con hambre.

-Ohhh.. deme un segundo, buscaré mis llaves- saco la cartera pago y busco mis llaves- muchas gracias

-De nada señora, estoy para servirle- me da una mirada de apoyo y una sonrisa educada, da la vuelta cuando yo camino hacia la entrada de mi casa y lo veo alejarse.

Cuando estoy metiendo la llave en la cerradura escucho como un motor de un carro viene a toda velocidad, a esa hora de la noche todo se escucha muy claro ¡seré tonta! aquí es el primer lugar donde va a venir a buscarnos, ¿a buscarnos... para qué? Meto rápidamente mis cosas y cierro justo cuando el vehículo para al frente, corro hacia arriba con la intención de acostar a Marylú, cuando escucho:

-MIRANDAAAAA... SÉ QUE ESTAS AQUÍ... ABREMEEE... TODO TIENE EXPLICACIÓN... MIRANDA- ¿qué le ocurre es demasiado tarde para esos gritos? MIRANDAAAA POR FAVORRR- grita.

A través de la ventana de las gradas veo como Fanny mi vecina enciende las luces de su jardín. ¡Oh rayos los vecinos!

A como puedo sacudo la cuna y cambio las cobijas de Mary, con ella en brazos, ella está entre dormida y despierta, la acuesto, la acobijo y me doy la vuelta para bajar a la cocina para preparar el biberón, sin encender la luz. Si Mary se despierta y está oscuro arderá Troya... nunca le ha gustado la oscuridad, debo apurarme. Bajo las gradas y escucho más voces..¿quiénes son?

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora