Sin sabores

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Lo veo a través de un lujoso cristal del bar, que está ubicado a la salida de las dos habitaciones,  él está hablándole algo a mi bebé y ella ríe, ya está empezando a hablar.   Ellos se han compenetrado tanto, no tengo dudas de que él ama a su hija, ella está con un traje de baño rosado y un sombrerito a juego con eso, está que me la como enterita, es una rica.
Él está con una camiseta blanca, short y chanclas. Waaaooh me lo devoro entero, éste hombre se me apetece como si fuera la última coca cola del mundo.

Renacuajo esta de espaldas la sorpresa que se va a llevar, yo me puse el trikini azul, la salida de baño es muy transparente y corta, me puse unas sandalias con un tacón algo coquetito, paso por su lado seria sin decir nada y me dirijo al sillón que está al frente de él,  me inclino dejándole mi trasero a la vista, cubierto con un pequeño pedazo de tela.  Simulando que estoy acomodando las cosas de Mary en un bolso. Escucho como guarda silencio de un solo golpe al verme, carraspea y me giro un poco para verlo.

-Ehh... tuu... vaya sí que eres hermosaaa...creo que tuve una mala elección al comprarte eso,  tu no irás con eso a la playa, estas casi desnuda. No... Nooo-dice nervioso y levantándose.

-Tú me compraste éste caro pedacito de tela, me encanta mira-me pongo de frente y lo encaro con actitud altanera, me paso las manos por mis caderas y él me fulmina con la mirada ardiente. Yo me acomodo los anteojos de los nervios.

-No. Yo. Yoo... lo compré para molestarte, pero no para que lo usaras de verdad, ve a  cambiarte- suena molesto

-Para nada, vamos-le arrebato a la bebé de sus manos y me dirijo a la salida, me volteo a verlo y me está mirando el trasero.
Yo pues no soy la última coca cola del mundo, pero tengo lo mío soy algo baja, delgada, tengo busto, trasero, cabello oscuro muy largo y uso anteojos.
-¿A qué esperas? él tiene los ojos como platos recorriendo mi cuerpo de arriba a abajo-ok, nos vemos abajo, renacuajo- me río y salgo apresurada,  con aire juguetón, siento cuando me logra alcanzar con el bolso de la bebé en su hombro, me pone una mano posesiva en la cintura y yo me aparto y lo fulmino con la mirada. Llegamos a la arena y le doy a la niña

-Se portan bien por favor, yo mientras iré a nadar un ratito y sola, los estaré vigilando... a la distancia había un grupo de chicas y chicos jugando bola en el agua. Runako ve la gente y me ve mí, yo descaradamente me quito frente a él la salida de baño y se la tiro a un lado, él abre la boca y sus ojos parecen salir de sus orbitas, recorren todo mi cuerpo y más en mis pechos. No logra decir palabra alguna, me muero de la vergüenza,  pero él no iba a salirse con la suya, creyó que mi timidez podía conmigo, pero le estoy demostrando que soy una mujer valiente y segura de mi misma. Aunque la verdad estoy que me hago... en el traje de baño.

Me dirijo hacia el agua, está fría,  casi me arrepiento pero NO, no le daré gusto de que se ría de mí.

Me adentro nadando siento como mi trasero se  congela, estoy flotando deliciosamente boca arriba y siento una sombra taparme el sol, abro un ojo

-¿Quién eres tú? -me revoloteo en el agua y me pongo de pie.

-Hey, tranquila... Soy Alcides, soy doctor, tal vez no deba interrumpirte, pero me parece que te estas exponiendo mucho al sol.

-Ohhh... hola, soy Miranda,  tranquilo estoy con protector solar-veo hacia afuera del agua y veo a la distancia como Runako me ve con cara larga.

-¿Andas con tu familia o amigos?-miro nuevamente a Runako

-¿Es tu esposo? ¿Es celoso, deseas que mejor te deje sola?

-No... No, para nada. Es mi cuñado y la bebé es mi sobrina

-¿Quieres salir?-lo miro asustada-no pienses mal, hablo del agua.

-Está bien- sonrío, mientras nos acercamos hasta donde están los 4 ojos que me miran fijamente dos con amor y dos con furia.

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora