Tengo miedo

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Es domingo por la noche llegamos a casa cansados del viaje ¿han sentido que te vas de vacaciones y regresas más cansado,  con la sensación de  que necesitas  un día más de descanso? Bueno así me siento,  Mary está profundamente dormida, la acomodo en su cuna y ella se relaja con los brazos extendidos a cada lado de su cabeza.  Así me doy cuenta que ella ya está dormida.

Llego a mi habitación y deseo tomarme un baño,  tiro  mis cosas,  tomo mi baño deliciosamente... me encanta la sensación del agua recorrer mi piel y sentir el cuerpo fresco. Salgo y me encuentro a renacuajo en mi cama acostado boca arriba sin zapatos,  en bóxer y con las manos extendidas a cada lado de su cabeza.... Mmm ¿serán padre e hija? es la misma posición de Marylú,  está tan cansado que ni me siente cuando me acurruco en su cuello. Y su pecho es refugio de mis sueños.

Al amanecer abro los ojos y lo primero que veo es un rostro relajado, de un renacuajo dormido, sus labios son una delicia de tentación,  si pudiera me los impregnaría en mis labios para sentir la sensación de su sabor en todo momento.  ¡PEROOO NO!

Abre los ojos al escuchar por el monitor de  Mary

-pa pa pa pa ma ma ma ma... reírse, balbucear palabras, quejarse incómoda mi relojito ha despertado.

-Buenos días mi amor...-se sienta y me da un beso casto en los labios. -este hombre me hace sentir pervertida desde la pura mañana,  Dios... quiero más que un beso casto.. Él me mira con una media sonrisa, como si comprendiera lo que mis ojos le suplican.

-Hola...-logro decir- se regresa me da un nuevo beso casto y me agarra un pecho.

-Voy por ella, debo salir disparado al canal, no tengo tiempo de desayunar. Sale por la puerta disparado en bóxer. Yo me quedo con ganas de más.

-Buenos días mami- le hace pucheros a Mary y le invita a decir esa frase, Mary sólo ríe y hace ademán de bajarse del agarre de su padre, él la suelta en el piso, muy cerca de la cama y ella grita feliz, Runako alza la mirada para verme y ambos estamos casi con la boca abierta por lo que sospechamos que la niña quiere hacer, caminar. 

En efecto, ella mientras jadea feliz acomoda la pierna para levantarse, se ayuda agarrándose de la cama, Runako se sienta en el piso ni cerca ni tan lejos, yo me acomodo boca abajo y apoyo mi mejilla de medio lado en mis manos para observarla mejor. Ella grita feliz, da la impresión que se siente positivamente sola, dueña del mundo, veo como está totalmente de pie, alza una pierna y da su primer paso, mira a su padre con ojos de alegría y el padre tiene una brillante sonrisa, que muestra los espléndidos dientes blancos que tiene y su mirada es de total orgullo y admiración hacia su hija. Levanta la otra pierna tambaleando y da otro paso, me mira yo le tiro un beso dándole seguridad, veo  a Runako que me señala la mesita de noche sin hablar para no perturbar la concentración de la nueva caminadora, lo que me está señalando es su móvil, lo que quiere  es que tome vídeo, por supuesto que entendí,  suavemente estiro mi brazo, me cuesta tomar el aparato, pero al fin lo tomo sin muchos movimientos y empiezo a grabar los primeros pasos de nuestra hija. Marylú gira sobre sus talones intentando ir donde su padre, pero lo hace muy rápido y cae sentada, nosotros no decimos nada, nos hacemos los distraídos, con la vista periférica veo que  intenta levantarse de nuevo con mucha seguridad y sin miedo de volver a caer, es una bebé muy segura.

- Tu puedes mi amor- expresa suave y tiernamente Runako, me mira y le sonrío, yo guardo silencio,  esta vez  su punto focal  es su padre, hacia él se dirige. Da el primer paso aún agarrada de la cama, poco a poco suelta la manita y da el siguiente paso y así el tercero, su padre la espera con los brazos abiertos, cuando la tiene en sus brazos él la alza feliz.

- Eres una campeona princesa- le da un beso en la frente y se ríe a carcajadas y Mary se le une en esas risas de plena felicidad y orgullo. Yo estoy con lágrimas en mis ojos, me emocioné al vivir cada segundo de esta nueva etapa de Marylú, no me había dado cuenta que seguía grabando.

MarylúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora