Marylú

Una visita grata

¡La Santa Virgen del susto y sus calamidades!.... ¿Qué se supone que hace aquí la madre de Runako?

-Hola...- susurra- yo soy la madre de Runako- ¡confirmado!- yo qq...

- Holaaaa- Marylú aparece e interrumpe con una hermosa sonrisa que echaría abajo cualquier peñasco de mal humor y arrogancia. La señora, ahora abuela de la nena retira  la mirada de mí y la dirige hacia abajo, veo como su mirada cambia completamente, una tímida y vaga sonrisa se quiere apoderar de sus labios, relaja los hombros, intenta hablar y supongo que sus nervios no la dejan.

- Holaa- dice con un tono de vos tierna- eres Marylú si no me equivoco. ¿Cómo sabe su nombre? Marylú asiente siempre con una sonrisa tímida.

-Sí, soy Maly... ¿uste quié e? su vestio es de plincesa.- la señora sonríe abiertamente.

- Disculpen mi falta de cortesía, Soy Isabella Routs, madre de Runako- me mira- y he venido porque que he querido conocerte, bueno conocer a ambas- destila sinceridad y me inspira confianza- ¿puedo pasar?

- Disculpe, por supuesto ésta es su casa, pase adelante- le digo,  Marylú se acerca más a ella y la toma de la mano y la lleva hacia la sala.

- ¿Quiee un bibeon?- le ofrece de tomar- ¿quiee?- le repite e Isabella la mira tiernamente.

- Te agradezco el ofrecimiento, pero yo ya tome mi biberón, gracias Marylú- dice con una sonrisa en los labios. Me mira con la mirada llena de ... ¿admiración?- Creo que es admirable la excelente educación que le has inculcado a tu hija desde muy temprana edad, te felicito.- dice mirándome fijamente y con la mirada llena de luz.

-Muchas gracias... ¿realmente no desea algo de tomar?

- Te lo agradezco, así estoy bien. He estado tomando café con mi hija y pues he quedado más que satisfecha.- Ella no aparta la mirada de Marylú

- ¿Puedo cargarla?- logra decir nerviosa, yo veo a Marylú y ella mira a Isabella fijamente.

-Ve Marylú, la Sra. Isabella   desea cargarte, Isabella es la mamá de papito- ella corre hasta las piernas de Isabella y le extiende los brazos, está la alza y la coloca en sus piernas, Marylú se acomoda y se recuesta en el pecho de ella e Isabella le acaricia con la mano que tiene libre el brazo, mientras el otro se lo pone detrás de la espalda para sostenerla.

- Huele yico- comenta Mary- su cabello e como el de mi amiga Dola la eploladola- le toca el cabello negro, brillante y cuidado.

-Gracias ¿tu amiga es la que sale en la tele?- pregunta divertida Isabella

- Si, ella es.... quieo vela mamá- me pide- ¿ute quiee?- le ofrece

- ¿Puedes verla tu sola mientras? y luego yo te alcanzo para hablar con tu mamita un segundo ¿sí?- le acaricia las manitas

- Si-  responde Marylú, se baja del regazo y me agarra de la mano

- Ahora vuelvo-  digo, vamos hacia la sala de la televisión para ponerle el DVD de Dora la Exploradora, la dejo sentada en el sillón. Regreso a la sala y veo a simple vista que ella está otra vez estresada, temerosa de algo.

- Bien, aquí estoy Sra. Isabella ¿en qué puedo ayudarla?

- Dime Isabella así a secas, por favor.

- Gracias, mi nombre es..

-Miranda... ya lo sé- sonríe- Disculpa que haya venido sin avisar, pero tenía mucho deseo de conocerlas. He de confesarte que cuando mi hijo me contó de ustedes, pensé que eras una vil trepadora, como muchas han querido hacer con mi hijo, atraparlo. Lamento si todo este tiempo nos hemos mantenido a la distancia de la pequeña, espero entiendas que bajo éstas circunstancias era normal que todos dudáramos de tu palabra, prestigio y pretensiones, disculpa.-dice bajando la mirada apenada.