27

37K 2.3K 228
                                    

Capítulo veintisiete

Pov Amir

Cada paso que doy sobre la calle es un demonio menos, ¿Esto es su ejército? La verdad nunca había visto a alguien tener tantos inútiles, giro comprobando que Irina ya no se encuentra en el auto y sigo mi andar.

No soportaría que le pasara algo.

La mansión está rodeada de demonios que por su mirada me dejan claro que no son una presa fácil, supongo que tendré que hacer esto como ellos. Cambio a mi forma natural y enmarco mis cejas—¿Todos ustedes contra mí?—sonrío —no sería justo para ustedes.

—Eres un tipo muy parecido a mí—giro mi cabeza a mi hombro izquierdo —soy yo, tu abuelo.

—¿Mi abuelo? Él murió hace cinco años—volteo completamente y sus ojos me observan detenidamente —y al otro idiota que supuestamente era mi abuelo lo mate cuando era pequeño—me encojo de hombros—supongo que no me apetecía verlo.

—Entonces—mira a su alrededor— ¿quieres que esto siga o me entregarás a tu hermana? No quiero llevar esto a lo extremo.

—¿Crees que después de tanto esfuerzo que le costo al idiota que la rescató la voy a dejar ir? Puedes irte al infierno si quieres y dile a tu padre que un cambiaformas lo llamo estúpido.

—¿Cómo te atreves? —habla entre dientes y su cuerpo cambia—ataquen—su tropa pasa a mis costados en dirección a la salida, varios lobos tratan de detener su ataque y son lanzados lejos.

Solo quedamos él y yo.

Gruño y activo todos mis sentidos, mi cuerpo se prepara y siento como el viento pasa por nosotros, lo veo detrás de mí, esquivo su golpe y lo tomo del brazo, lanzo su cuerpo contra la pared de la casa y mi padre se posiciona a mi lado.

Déjamelo a mí, total, él y yo tenemos cuentas por resolver.

Yoshua, ten cuidado.

Asiente, afino mis oídos y escucho las lobas pelear, me concentro en las pisadas cerca y la encuentro.

Irina.

Alzo la mirada rápidamente—No dejaré que te pase nada a ti ni a nuestros futuros hijos— esquivo a mi padre y lo tomo en el aire antes de que caiga, lo dejo cerca de la entrada y volteo para enfrentarlo.

—Esto es entre tú y yo, pero si metiste a otra persona, yo te enseñaré a meter más personas—desaparece de mis límites y mi pecho se contrae.

No te dejaré hacerlo.

Sigo su escencia lo suficiente como para saber que la tiene acorralada, corro hasta el final del territorio y ahí lo encuentro con ella, sus manos se entierran en su cabello y la lanza contra la superficie de la tierra. Suspiro pausadamente y aprieto mi mandíbula.

Lo tienes que matar.

Nadie lastima a mi luna.

—Pero mira que tenemos aquí, como no me puedes vencer te vienes a desquitar con una chica que si está a tu nivel —la estrella contra un árbol y trago grueso, mi corazón late fuerte y mi sangre se calienta.

—¿Quién, ella? Es solo un pequeño entretenimiento—fijo mi mirada en Irina, su rostro tiene rasguños y su cuerpo contiene rastros de haber sido golpeado.

—Si solo dices que es un entretenimiento, entonces, ¿por qué tú  y yo no nos divertimos un poco? —vuelvo mi vista al frente—te desafío a un duelo de muerte, el que gana se queda con todo.

El Hijo Del Millonario ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora