Capítulo treinta y seis
Han pasado dos días desde el escándalo que forme con Amir afuera de la mansión y ya todo el vecindario lo sabe.
Que gente más metiche.
Recojo mi cabello en una coleta alta, miro mi aspecto y salgo del armario, es medio día y hoy viene la señora Sara a examinar como esta todo y también para ver a los niños, según ella les hacen falta y más porque ahora está ella sola en la su inmensa casa.
Bajo las escaleras y sus ojos se posicionan en mí, extiende sus brazos y me envuelve al llegar a su lado—Aquí está mi niña grande—sonrío y me suelto de su agarre.
—Pensé que llegaría más tarde —observo a todos reunidos en un círculo y junto mis cejas —¿qué están haciendo?
Tin se aproxima y me tiende a Elián —Es su hora de estar pendiente de ellos, estoy super agotada y necesito un merecido descanso.
—¿Vale?
Kurt toca mi hombro y me mira directo a los ojos —Necesito ver a mi niño o me voy a morir —sale corriendo de la casa.
Eso fue extraño.
La señora Sara saca una caja de celular de su cartera y me la da —Es un iphone, aprende a usarlo por mientras, saldré a comprar algunas cosas, ahorita vengo.
—¿O—no me daja ni terminar bien cuando sale de la casa —kay?
Niego y miro a mis hijos en el suelo de alfombra justo al frente mío, dejo a Elián con sus hermanos que juegan animadamente con los juguetes colgando arriba de ellos y me asiento a su lado, examino la caja con cuidado y saco el móvil, toco uno de sus botones en los costados y este prende —lindo teléfono, señora Irina.
Doy un brinco en mi lugar y giro con una mirada asesina —¿Qué paso? —la chica me da una mirada apenada y niego —no has hecho nada malo, no te sientas mal por como te hablé.
—Esta bien, señora Irina. Venía a preguntar, ¿qué le gustaría para desayunar?
—Hoy tengo antojos de fruta, pero no cualquiera, quiero comer kiwi, bastante kiwi y también fresas —la observo —¿tenemos?
Asiente —No se preocupe, aquí hay de todo —desaparece de mi vista y me recuesto del sillón.
En serio, Irina. Sé que dijiste que vas a jugar, pero al menos alimentate bien, quiero tener suficiente comida.
Orain, tendrás que acostumbrarte a las dietas.
—Su desayuno —observo el plato y lo tomo, dejo el teléfono a un lado del sillón y empiezo a comer, su mirada se clava en mí y junto mis cejas —¿qué pasa?
—Estaba viendo como ser para gustarle a un Alpha.
Ladeo mi cabeza —estás consiente de que eso es algo que toca por sí solo, no lo escoges.
—Sí, pero si analiza los patrones todas son o muy altas o muy bajitas, nunca de estatura media, son lindas naturalmente y son de carácter fuerte.
Termino mi plato y lo dejo a un lado —Pero que observación más detallada—sonrío —ya deja de pensar en eso, confío que tu afortunado será alguien de rango alto—se levanta y camina directo a la cocina, la puerta de la casa es abierta y por ella entra Kurt con una sonrisa de oreja a oreja con la señora Sara y su madre Elizabeth.
Tina baja con un atuendo totalmente distinto al de su uniforme habitual y junto mis cejas dudosa.
Algo estaban haciendo.
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El Hijo Del Millonario ©
WerewolfYo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la v...