Capitulo 11

631 27 0
                                    


—Siento despertarte. Soy Sara.

—No te preocupes. Estaba despierta. Bueno, ahora lo estoy. El caso es que estaba esperando tu llamada.—me explica.

—Entiendo.

—Me llamó tu primo... preguntando si estaba contigo. También hizo lo mismo con Diana.—empieza diciéndome.—Nos habías preocupado, Sara.

Supongo que también Daniel las llamó para decirles que estaba con Lucas, cosa que no me hace gracia. No quiero que todo mi circulo se entere de este tema, ni de esta noche en sí.

—Estoy bien. No debéis preocuparos. Ahora le mandaré un mensaje a Diana y...

—Diana esta conmigo. Estoy en su casa. Lo que pasa es que ella se ha quedado frita. Se lo diré cuando se despierte.

—Vale, gracias.—contesto y nos quedamos en silencio. Quiero que se despida de mi, colgar y volver a dormir. No quiero hablar de este maldito tema ni de escuchar como la gente dice "Oh, lo siento", "Te entiendo" y ese tipo de cosas que siempre se dicen y nunca ayudan.

—¿No piensas contarme lo que ha pasado?

—No es importante, mañana  iré a veros y...

—Creo que es importante, ya que, bueno, te has fugado de tu casa.

—No exageres, no me he fugado. No saques las cosas de contexto.—le replico, cansada.

—Como sea. ¿Que ha pasado?—pregunta ignorando mi tono de voz. 

—Elena, por favor, mañana hablamos. Es tarde.—le suplico, enfadada. ¿Enserio, no lo pilla?

—¿Quieres colgar? Vale, genial. Iré a casa de Lucas.

—¡No! No, no. Cielo santo.—me quejo y casi puedo imaginarme la sonrisa triunfante de mi amiga.—He descubierto que... bueno,—empiezo diciendo, rascando mi frente—que mi padre murió en un altercado con una banda, no en un accidente.

—Debe de ser una broma.—comenta, con tono de sorpresa.

—De mi madre no se nada. Simplemente busqué en unas paginas antiguas en google. —sigo explicándole, ignorando su comentario.—Es solo eso; nada importante.

—Lo... lo siento mucho, Sara.—Ahí esta. Ruedo los ojos.

—Y ahora que lo sabes, voy a dormir.

—Sara.

—Que.

—Nos tienes para lo que quieras. Te ayudaremos.—me dice y yo frunzo mis labios. No pueden a ayudarme, nadie puede hacerlo. Ni si quiera se si quiero seguir con esto.

—Buenas noches, Elena.—me despido y cuelgo antes de que pueda decirme algo mas.

Bloqueo el móvil y lo tiro entre las mantas. Paso mis manos por mi pelo y resoplo, angustiada. 

—¿Todo bien?—pregunta Lucas, entrando al salón con su pijama puesto.

—Claro.—asiento.

—Voy a dormir. ¿Seguro que no quieres dormir en la habitaciones de invitados?

—No, aquí estoy bien.

—Vale.—contesta y se cruza de brazos.

—Buenas noches.—digo, en vez de decir "vete ya".

—Si, que descanses.—carraspea y se da la vuelta, subiendo las escaleras, arrastrando sus pies.

Cuando lo pierdo de vista, me acomodo en el sofá, mirando al fuego, intentado conciliar el sueño, pero esta vez tardo mas en hacerlo. ¿Que diré mañana a mi familia? ¿Me contarán mas mentiras? ¿Me derrumbaré?

No lo sé, y la incertidumbre de no saber nada, me pone nerviosa, pero al fin y al cabo, no puedo hacer nada.

Miradas y Secretos. {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora