Miradas y Secretos. {Editando}

Capítulo 31

Cuando Daniel y yo llegamos a nuestra casa nos encontramos a mi tío y a mi tía están esperándonos afuera hablando. Aparcamos y salimos del coche. Daniel baja sus maletas y nos dirigimos a saludarlos. Les damos dos besos y abrazos y nos dirigimos a dentro.

Cuando entramos, la casa parecía que no había sido asaltada. Todo estaba en su sitio; el sofá estaba como nuevo, una televisión nueva ocupa el antiguo sitio de la vieja, nuevos cuadros, plantas nuevas y la cocina igual.

—Sara, ha venido la madre de Diana, te ha traído tu maleta. Esta en tu habitación.—me dice mi tía.

—Vale.—le sonrío.

—Bueno... vamos a sentarnos en el sofá.—dice mi tío. Me da mala espina.

—EL caso...¿como lo llevas Sara?—me pregunta mi tía mirandome con esos ojos marrón chocolate.

Mis tíos se sientan en el sofá de la derecha y mi primo y yo en el del medio.

Junto mis manos y contesto:

—Bien...poco a poco. Pero...bien.-suspiro—Es un tema delicado, pero hay que ser positivo ¿no?

Que falso ha sonado eso, no me escondo.

—Me alegro cariño.—me contesta Cristina.—Todo estará bien.

—Bueno... no se si sabrás que tus otros tíos, Maria y Pedro, están en el pueblo. Ya les hemos contado todo sobre lo de tus padres y la amenaza... creemos que es justo que lo sepan. ¿No crees?—me dice mi tío.

—Pues... no sé que decir. Me ha pillado un poco de sorpresa, la verdad... pero, es justo que lo sepan. Lo veo bien.

—Mañana vendrán a verte por la mañana. Los cuatro. —me informa Daniel.

Vaya, lo saben todos menos yo.

—Esta bien. —dicho esto, sonrío. Por fin veré a mis otros tíos; me alegra ver algo más de familia.

—Bueno....pues cambiemos de tema. Vamos a ver alguna película. ¿Queréis?—pregunta mi primo, y se lo agradezco.