Álvaro y yo estamos corriendo en la dirección dónde se a ido la mujer. Nos hemos chocado con algunas personas, hasta que hemos llegado a una calle que sinceramente no se como se llama, aunque ni me importa.
—¡Sara! ¡¿Se puede saber a donde vamos?!—me pregunta Álvaro corriendo a mi lado.
—Ya te lo he dicho. Estamos siguiendo a esa mujer rubia. Me suena de algo, pero no se de qué. Y sigue corriendo, no la quiero perder de vista.
—¿Sabes que es algo estúpido? A lo mejor no la conoces de nada y estamos corriendo para nada.
—Álvaro, si no lo quieres hacer, no lo hagas, no te voy a culpar. Tengo que saber quién es.
No puedo estar perdiendo el tiempo en discutir. No lo voy a culpar si no quiere seguirla, ni si quiera yo estoy segura de lo que estoy haciendo. Puede que si sea una estupidez.
— Aceleremos el paso para terminar de una vez.—termina diciendo.
Cuando estamos a unos diez metros de la mujer empiezo a gritarle que se pare de una vez, pero me ignora. Se mete por una calle y la seguimos. Al final era un callejón.
—¡Deténgase!— le grita Álvaro y paramos de correr cuando la vemos en la pared dada la vuelta.
Cogemos un poco de aire y nos acercamos allí.
—¡Fuera! ¡Déjenme!—nos dice sin darse la vuelta, con un tono triste.
Me acerco un paso a ella.
—Sara..., dejame...por favor. No quiero que me veas...
—¿Como sabe el nombre de mi amiga?—pregunta Álvaro acercando se a mi lado.
—Marchaos..., por favor.
—Solo queremos saber quién es, es que nos resulta muy familiar. Perdón por seguirla, no ha estado bien... pero no le vamos hacer daño.
Resopla y se da la vuelta. Nos mira con los ojos llorosos. Observo su rostro y me quedo de piedra. No ha cambiado casi nada.
—¿Mamá?
—Espera...¿es tu madre?—pregunta Álvaro confuso.
—Si, si lo soy.—afirma ella, con voz temblorosa.
—Pero...¿Como es posible?—pregunta Álvaro perdido.
La ira empieza apoderarse de mi. Todo esto es surrealista, debe ser una broma de mal gusto. Mi pulso comienza a acelerarse, y no puedo parar de mirarla.
—Te diré lo que pasa. Mi madre, Andrea, ha estado viviendo todo este tiempo por el mundo. Sin importarle que su única hija estuviera sola y preocupada por saber la verdad. En resumen, no le importo, y tampoco entiendo que hace aquí ahora.—reprocho con casi la voz rota.
—Sara, lo he hecho para protegerte. Para que no sufras. Además, todos estos años no han sido un camino de rosas para mi, ¿sabes?—contraataca Andrea mirando fijamente.
—¿Y que te crees? ¿Que no he sufrido estos años? ¿Que crecer sin padres es fácil? Lo que mas me fastidia es que hiciste borrón y cuenta nueva. Me dejaste con los tíos y te fuiste. Te importó una mierda lo que me pasara. Viví de mentiras, hasta hoy. ¿Sabes que me quieren matar? ¿Sabes que sé toda la verdad sobre papá y tú? Supongo que no. Pero tranquila, me las he apañado bien.—le suelto, casi gritando, con rabia.
—Sara, tranquila. —me intenta calmar Álvaro, pero es en vano.
—¡No me voy a tranquilizar! Una de las cosas que más me duele es que en vez de que mi madre me recibiera con los brazos abiertos, me rechace y me diga que me vaya.—miro a mi madre con los ojos llorosos, pero no lloro. Ella tiembla y le caen lagrimas. La quiero abrazar, pero le estaría engañando, lo haría porque lleva mi sangre, solo por eso.
Le hecho una mirada fría y me dirigió al salir del callejón. Antes me paro y le digo a mi madre por encima del hombro:
—Por un momento pensé que podríamos ser de nuevo una familia. Pensé que me querías. Pero me he equivocado.
Dicho esto oigo a mi madre llorar y a Álvaro alcanzarme ya que me dirigo fuera del callejón.
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Miradas y Secretos. {Editando}
Misteri / ThrillerSoy Sara, una chica normal y corriente que vive con sus tíos y su primo, ya que mis padres murieron en un accidente de trafico. Nunca he llegado a creer su muerte; desaparecieron de un día a otro, sin dejar rastro y el cuerpo de mi madre nunca se...