Sick for the love || Aristemo

15. Sinceridad

-A-adi, yo...

-Recuerda que te dije que no hablaras tanto para no lastimar más tu garganta -le interrumpió, acercandose otro poco-  cuando desperté estaba molesto porque no pude terminar el sueño que había tenido, aunque creo que eso no fue un sueño y estaba pasando.

Temo estaba completamente asustado, Aristóteles sabía que había intentado besarlo y de seguro se pensarían por eso.

-Lo siendto, no quedía...bueno si - el rizado estaba delante de él- p-pero prometo no volver... -Temo dejó de hablar en cuanto Aristóteles le abrazo- ¿Adi?

-Lo siento, de verdad -Temo aún no le correspondía el abrazo pero para él no era necesario- te hice daño cuando debí de haberte cuidado.

-¿Adi?

-Yo te amo -dijo separándose del abrazo, Temo noto unas cuantas lágrimas en el rostro del rizado, por su parte su corazón había comenzado a palpitar cada vez más- no debí rechazarte de esa manera, ni ocultar mis sentimientos, pero estaba asustado...nunca había sentido tantas cosas por alguien.

-E-edta bien, no te peocupeds -Temo intentaba no perder los estribos ante tal revelación.

-Claro que lo hago, me preocupo porque te quiero -Aristóteles había tomado el rostro del contrario- fui un completo cobarde, pero ya era momento de dejar de serlo.

-¿A qué te defieres? -estaba anonadado, ¿Esto no era un sueño?

-Ayer, cuando intentabas besarme, me di cuenta que yo también lo deseaba, que quería que lo hicieras para tomar la iniciativa -con un movimiento leve de sus pulgares acarició las mejillas de Temo- pero cuando eso no pasó supe que necesitaba ser valiente y seguir lo que mi corazón decía, porque...

-el codazón nunca se equidvoca -Aristóteles sonrió.

Un pequeño silencio se formó entre ambos, pero no necesitaban hablar, en sus ojos podían ver todo lo que se querían decir y más.

Poco a poco la distancia dejaba de importar, Aristóteles acercaba el rostro del contrario hacía el suyo mientras Temo se mantenía anonadado, ¿Podía ser un sueño o una broma?, no estaba seguro de nada, pero quería disfrutar del momento.

Cerró sus ojos en cuanto sintió la respiración de Aristóteles, esperando con ansias a que todo fuera real.

Unos pocos segundos habían pasado cuando Temo creyó que esto era un sueño, una simple ilusión de su mente, pero Aristóteles no era una ilusión ni su confesión un magnífico sueño.

Estaba ahí, frente a él, admirado cada segundo.

Cortando con la distancia que los separaba Aristóteles unió sus labios con los de Temo, en un pequeño beso que daba inicio a algo.

El corazón de Temo estaba acelerado, el del rizado estaba por igual, ambos sentían corrientes eléctricas por todo su cuerpo con aquel simple beso, uno que les llenaba de alegría.

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¡¡¡SON UNAS HERMOSAS LINDURAS DE PERSONAS!!!

Muchas gracias por todas las felicitaciones que me comentaron ayer, neta que hicieron que mi día fuera mejor.

En serio que si antes los amaba ahora es el doble o triple, es por eso que quise darles este cap como agradecimiento, no sólo por su amor hacia mi, sino por todo el amor que le dan a esta historia.